lunes, 21 de febrero de 2011

Jugando con las palabras


Cuando tenía 13 años me vi obligado a cambiar de escuela.
En esa nueva escuela di una nueva materia que no había estudiado antes, esa asignatura era Latín y dentro de esa materia había un apartado que se llamaba “Etimologías” es decir ver el origen de las palabras.
Ni el latín ni las etimologías me gustaban, pero sobre todo por la sensación de incapacidad que sentía por creer que no podía con ellas.

Hoy en día una de las cosas que me fascinan es la comprensión del lenguaje hablado, el significado de las palabras.

De pequeño aprendí que cuando en un vocablo se antepone la vocal A esta niega lo que a continuación describe la palabra, y eso lo heredamos de los gruegos.

Por ejemplo.
Ateo = negación de Dios
África = no frío

La etimología, el origen del que derivan las palabras nos habla de su enseñanza encerrada
Astronauta = Nauta (navegante) de los astros
Entusiasmo = tener a Dios en tu interior

Es en esa base de comprensión con la que a veces me hago mis propios juegos y es así como llegue a la conclusión de que:

Amor es No muerte  (A = no  MOR = proviene de muerte)
Emoción E viene de espíritu Moción de movimiento, la emoción es la energía que mueve al espíritu

Aprendiendo de aquí y de allá aprendí, siempre respecto de las palabras, que los griegos tenían dos categorías de palabras, las que definen cosas y en las que todos encontramos un consenso fácilmente sobre su significado, silla, mesa, tenedor, etc. y las que definen aspectos o conceptos filosofía. Amor, etc.

Quizás para encontrar el consenso en el concepto si nos detuviéramos a valorar el origen de la palabra encontraríamos hilos de Ariana que podríamos usar como atajos para llegar antes al consenso en nuestra comunicación. Si nos pusiéramos más de acuerdo en el sentido de la frase llegaríamos más fácilmente al consenso. Por ejemplo del concepto que nos da la palabra Amor cada uno tiene su propia idea y aunque en el significado muchos coincidan no hemos encontrado aún el consenso total

Lo que aprendí de la palabra Amor es sublime.

Los griegos definían por MOROS la persona que pensando erróneamente creaba y se creaba un funesto destino, era un Insensato  (In su interior no tiene senso). Para definir al que en cambio no era un MOROS lo definían con la A delante  (A=negación) de ahí nació la palabra AMOROS y de ahí nuestro vocablo AMOR.

El habla es lo que nos diferencia de los animales, el habla es lo nos acerca a los Dioses y cuando estemos más cerca de “Ellos” no necesitaremos el habla, los cuerpos pensamientos, energía en movimiento, será el lenguaje universal

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