domingo, 30 de septiembre de 2018

La diferencia está en la S




Siempre me pregunté por qué en el castellano se escribe dos palabras que parecen lo mismo, pero en las que solo cambia una letra.

En italiano la palabra también cambia.
En otros idiomas debo suponer que también hay diferencia.

El vocablo en cuestión es Conciencia y Consciencia.
En italiano es Coscenza y Consapevolezza.

Una simple “S” y es curioso cómo cambia la expresión.

En darme la mejor respuesta de la diferencia que para mí es más que una buena respuesta fue una compañera de estudios de PNL.
Es de origen alemán y le pregunté si en su idioma nativo también tenían la misma diferencia para la palabra en cuestión.

Me dio esta respuesta:

Si, en alemán también hay una palabra que diferencia ambos aspectos como en el castellano. Una palabra hace sentido con los valores de la ética, es decir lo que está bien y lo que está mal mientras que la otra con los aspectos más profundos del ser, es decir con el alma”.

Si, lo definió de manera magistral.

En una ocasión oí decir que si el espíritu, partiendo de la base que somos trinos, es decir, espíritu, alma y físico, se podría decir que si estuviese ubicado en el cuerpo estaría a la altura del entrecejo y sería como un pequeño grano luminoso de mostaza.

El alma está ubicada en la sangre, que es la que riega todo el cuerpo e insufla de aliento de vida cada una de las partes del físico.

Pero sabiendo esto, teniéndolo por cierto, me he preguntado una y otra vez por la consciencia.
Dónde está, qué es,

Las frases: “Desarrollar conciencia, somos partes de una consciencia universal…”, son conceptos que me mueven internamente.

A menudo reflexiono sobre ello, pienso en ello, me pregunto sobre ello.
Un día un buen amigo mío me dijo: “La consciencia está en todo el cuerpo…”.


De esta entrevista a Luján Comas, Licenciada en Medicina, especializada en Anestesiología y Reanimación:


Estas frases me interpelan:

Hay médicos que afirman que esas experiencias son meras alucinaciones.
Sí, debidas a la falta de oxígeno que todos sufrimos en ese momento, pero no todos tenemos un ECM, tan solo un 20%. También dicen que son causadas por el exceso de anhídrido carbónico o por una epilepsia del lóbulo temporal, pero todas son rebatibles.

¿Cómo se lo explica usted?
En 1990, Stuart Hameroff, psicólogo en la Universidad de Arizona, y Roger Penrose, físico matemático en la de Oxford, propusieron que los microtúbulos, las unidades más pequeñas del citoesqueleto de las células, actúan como canales para la transferencia de información cuántica responsable de la consciencia.

¿Somos como aparatos de radio?
Exacto, y cuando morimos el contenido de los microtúbulos vuelve a esa conciencia cuántica y si te reaniman se puede recuperar.

¿Me está diciendo que en nosotros hay una conciencia universal?
Sí, y cuando mueres esa conciencia a la que se suman tus experiencias pasa a la conciencia cuántica, pero no se pierde la información.

¿Se trata de una conciencia que está continuamente aprendiendo?
Sí, continuamente, y que está conectada a todo. El mundo de las subpartículas de las que todo está hecho, están interconectados, usted, yo, los árboles, la mesa, todo el universo... Puede ser una explicación. Lo que está claro es que, si entendiésemos que no existe la muerte, no tendríamos miedo y viviríamos de otra manera...
Es como un vertiginoso camino que me lleva a una profundidad de conocimiento, de sensación, de certeza de vida que no sé explicar.

Con ello entonces deduzco que mi consciencia repercute sobre la consciencia de la que empiezo a ser consciente.

Una consciencia de mí mismo y de mi entorno.

Al mismo tiempo eso me hace ser consciente de mi entorno y de todo lo que me rodea.

Dicen que la matriz del Universo toma consciencia de si misma a través de nuestras consciencias individuales y de todo lo vivo, y vivo lo está todo pues esa consciencia es todo información…

Entonces miro a través de la ventana de mi pequeño despacho de mi pequeño apartamento en el que ahora vivo y sencillamente me quedo sin palabras, me quedo en silencio y una especie de consciencia se desarrolla en mí.


Un instante de vida de La vida es lo más hermoso que existe.




lunes, 10 de septiembre de 2018

De resultas de una charla con un viejo amigo

El otro día me reencontré con un viejo amigo.
Hacía más de 20 años que no nos veíamos.

Conversamos sobre nuestros puntos de vista.
Sus reflexiones y sus puntos de vista sobre aspectos que nos habían unido en un aspecto ideológico habían evolucionado y coincidíamos en coincidir en nuevos puntos de vista.


Es lo que tiene el paso el tiempo.
Ves algunas cosas de la misma manera en el aspecto esencial, pero cambian en alguna de sus formas.
Se incorporan, con el conocimiento y con la experiencia nuevas visiones, en definitiva, evolucionamos.
Tuvimos una conversación muy interesante.

Uno de los temas conversados versó sobre el hecho, divulgado bastante por bastantes ufólogos en la actualidad. 
Y el tema es de que somos como una granja.
De que seres nos han creado con un fin específico que desconocemos y que estos seres se alimentan de nuestra alma, de nuestras emociones.
De que inclusive cuando nos vamos pal otro barrio nos engañan para hacernos bajar de nuevo a esta matrix para seguir girando en un circulo del que el único beneficio lo extraen estos seres.
Me decía que nada ni nadie hace nada por nada.


No, no puedo estar de acuerdo, no quiero estar de acuerdo, y no lo estoy sencillamente porque en la base de estas reflexiones lo que veo, lo que siento es una inducción al miedo en todas sus facetas.

Y el miedo es la barrera que nos separa de la etapa animal.

En un animal el miedo está insertado como fuerza de supervivencia.
Pero en un hombre que anida el miedo en su alma es un indicio de una falta de confianza en sí mismo, de una falta de confianza en el Dios interior y una falta de confianza en la vida.

Nunca dejo de tener presente que el fin final de la fuerza que busca la obscuridad   -hablo metafóricamente-    es que el ser humano tanto individual como colectivamente no hagan vivir al Dios interior que está en cada uno de nosotros.

Voy por partes, como por partes fui en la conversación con mi querido amigo.


Nadie ni nada hace nada por nada, esto para mi es en parte cierto, pero porque en ese trueque es el fin final lo válido. 
Todo, todo absolutamente en el Universo es información. Todo es un flujo que busca como bien superior el desarrollo de la conciencia.

Dicho desde una base en la que se prepondera como visión la exaltación del egoísmo es cierto que decir que nadie, ni nada hace nada por nada es lógicamente corroborar que es algo aberrante.


Mira un niño recién nacido. 
Mira un niño recién nacido que es fruto del amor de unos padres que se aman y que han co-creado una paternidad consciente. 
Un niño que rebose salud.
Acaso esa visión no es ver con los ojos una de las máximas expresiones de la belleza. No es una exaltación de la vida.

Y si eso es así, y eso es lo que yo pienso, qué fuerza puede inducir a creer que esa criatura es fruto de una creación que busca crear un esclavo para nutrirse de su alma.

Si es cierto, todos nutrimos nuestra alma de emociones, sensaciones, vivencias no somo pues diferentes.
O es que acaso una puesta de sol, un abrazo de un ser amado, escuchar una melodía que nos conmueva no nos nutre a otro nivel que el físico.

Qué es lo que nos quiere inducir a pensar que seres diabólicos han creado esta Matrix para tenernos presos en ella y nutrirse de nosotros.

Es que quizás el sistema solar entero no se nutre de las expresiones de nuestra alma de nuestra conciencia. 
No se nutre el Sol, no se nutre la misma naturaleza cuando obramos correctamente y por correctamente hago referencia a procesos que garantizan la perpetuación armónica de nuestra vida en nuestro con el entorno y del mismo entorno.


Si, no hay duda, somos fruto de los Dioses de las estrellas, pero qué fuerza tiene interés en hacernos creer que ser fruto de esa intervención es diabólico, como si esos Dioses estuviesen interesados en hacernos sus esclavos.

Es que acaso, una pareja que se ama y cuyo fruto de su amor es su prole, acaso son estos  creados para ser sus esclavos, o es acaso la misma vida que se perpetua a si misma en la eterna danza del baile cósmico del desarrollo de la conciencia.

Dicen que cuando nos morimos los seres del más allá embelesan al alma para traerla de nuevo con engaños a este espacio tiempo y alimentar nuevamente la diabólica noria que se nos presenta con el aterrador mensaje de que esto es una ilusión en la que solo somos ovejas sacrificadas in aeternum.

Ya no solo el miedo se extiende a esta realidad y que aun siendo un holograma es la platea del teatro en el que nuestra conciencia se desarrolla. 

Ahora el miedo se extiende al más allá. 
Se extiende a esa otra realidad de la que vinimos y a la que regresaremos.

La ciencia, la filosofía, la realidad nos enseña que nuestro pensamiento es uno de los elementos principales en la co-creación de la realidad.
Es más fácil que algo exista si antes lo pienso.

Me parece aberrante inocular en el pensamiento del ser humano el aterrador miedo que representa pensar, de creer que en el momento de la muerte nos vamos a encontrar con entidades diabólicas que lo único que quieren es que volvamos a bajar para como chupoteros succionar linfa vita.

En el momento de morir si nuestro pensamiento es el mejor posible garantizamos el encuentro con nuestra ser esencial, esa parte de nosotros mismos que a su vez y en si mismo es una parte esencial de la matriz de todas las cosas por que esa matriz está absolutamente desdoblada en todas las cosas.

El miedo es lo que nos impide dar el salto a ser ángeles, es el último peldaño a surcar para ser conscientes de nuestra divinidad, es la barrera que separa nuestra esencia animal de nuestra esencia divina.


Y el miedo es el nutriente que se suministra.

Miedo a nacer.
Miedo a vivir.
Miedo a morir.
Miedo a la vida.
Miedo al mañana.
Miedo a los mismos seres humanos.
Miedo a los Dioses.
Miedo..., pero no miedo de tener miedo.

Todo tiene su opuesto sabemos y qué causalidad que lo opuesto al amor es el miedo.

Cuando en la escuela estudiaba mitología se decía que los hombres de aquel tiempo humanizaban a sus dioses. 
Les otorgaban las mismas debilidades y las mismas cualidades que tenían los mortales.

Yo creo que actualmente muchos hombres siguen haciendo exactamente lo mismo.

Mientras no se creía en que conciencias de otros mundos podían ser operativas no se hablaban de estos conceptos que mi amigo en su conversación expresaba.

Ahora que en cambio la mayoría de los seres aceptan la idea de no ser los únicos seres vivos e inteligentes que existen en el universo, por todos los medios se busca enraizar en el paradigma de pensamiento que entre todos los seres humanos creamos la idea de que “Ellos” son como en cambio, si son muchos humanos, muchos humanos con poder de decisión y de ejecución.

Haciendo así, y en base a la fuerza creativa del pensamiento se hace que esa realidad pueda ser co-creada.
Haciendo así aceptamos y co-creamos una realidad con seres diabólicos y de seres diabólicos

En el universo todas las posibilidades son potencialmente posibles por eso no estoy de acuerdo con esa idea cada vez más expandida, no puedo estar de acuerdo, no quiero estar de acuerdo.

Ni solo por aquí, ni solo por ahí


A un hombre sabio un amigo mío le preguntó:
¿Qué nos falta para ser como los Dioses?

Sin vacilar, enseguida le contestó:
El equilibrio”.


Muchas veces me acuerdo de aquel concepto. Cada vez que lo pienso me doy cuenta que es una respuesta sabia.

Muchas veces, en la cotidianeidad de la vida he observado que las personas siempre hacen por llevar a las otras personas hacia el lado opuesto.

Eres muy hablador, te sugieren que seas más callado y más reservado. 
Eres muy callado y reservado te sugieren que seas más locuaz.

Eres muy activo te sugieren que vivas la vida más calmadamente. 
Eres muy calmado te sugieren que tengas más sangre.

Eres muy trabajador, se te sugiere que te tomes descansos. 
Eres poco dado al esfuerzo, se te sugiere que espabiles y levantes las posaderas del asiento.

Si te dejas llevar mucho por el corazón se te sugiere que seas más pragmático. 
Si eres más mental y calculador se te sugiere que seas más emocional.

Eres…

Siempre me ha parecido muy curioso esta realidad que he visto.


Es como si una fuerza nos llevase siempre a buscar el valor opuesto y por consiguiente encontrar un punto de equilibrio.

De hecho, los científicos dicen que la vida es en si misma la manifestación de un equilibrio entre elementos, fuerzas, energías.

Todo el Universo es un perfecto equilibrio. 
Las tensiones de un lado se relajan por otro.

El cuerpo físico del ser humano cuando está erguido y algo afecta a esa postura inicial busca reencontrar el equilibrio y se adapta a veces manifestando esa readaptación mediante torsiones.

Mi padre me dijo en una ocasión:
Recuerda que de bueno a tonto hay solo un paso”.

A su modo me expresaba la necesidad de un equilibrio. 
Equilibrio que se ha de manifestar en todos los aspectos de la vida, en todas las actitudes del carácter, en todas las facetas.

La misma enfermedad no es más que un efecto de un desequilibrio. 
La salud es por tanto la manifestación de un equilibrio.

Para que haya equilibrio tiene que estar los dos opuestos y ese punto medio en el que los dos se encuentran es equilibrio.

Todo esto no es quizás más que la enseñanza de que, aún en un paradigma de dualidad, hay una tercera vía que es la resultante que viene del baile armónico de los dos aspectos opuestos, que en realidad puede que tan solo sean dos visiones que solo varían en el punto desde donde se da la observación y que puede ser  que ésta sea solamente subjetiva.
En fin, Myminds mías.