domingo, 30 de enero de 2022

Un Mago Genial Capítulo VII El futuro

                                     CAPITULO VII

                                          El futuro


Durante dos días no pudimos ver a Jared. Su corazón no aguantaba el ritmo de la existencia. Su voz era un simple susurro y optamos por no molestarle. Aprovechamos para ultimar las gestiones de traslado de Sami y de su madre. En París Marco había ultimado las gestiones de la venta de la empresa. Solo faltaba mi presencia para formalizar el contrato final y para despedirnos de nuestros queridos trabajadores. Mi prioridad era Jared. Tenía que estar pendiente de él, el resto podía esperar.

Durante todo el mes de mi estancia en Irán no habíamos visto la televisión. Estábamos viviendo en una burbuja atemporal, gozando de nuestro amor y de la experiencia única y maravillosa de Jared.

Marco me había puesto a corriente de la detección en Europa de un virus que al parecer procedía de un mercado en la provincia de Vuhan en China, que estaba produciendo un enorme número de muertos. Parecía que la Organización Mundial de Salud iba a sentenciar la calificación de pandemia mundial y la recomendación de mascarilla. Esa mañana habíamos puesto la atención en la televisión del pequeño hostal que anunciaba los primeros casos detectados en Irán. Tanto Sami como yo pensábamos que era algo pasajero.

Estábamos tomando café cuando llegó en bicicleta el nieto de Jared. Salmán, era un excelente orfebre y le habíamos tomado mucho cariño. Era el más despierto de la familia. Tenía previsto abandonar Irán una vez Jared hubiese partido a las estrellas. Salmán tenía que tomar las riendas de toda la familia, además no quería que sus dos pequeños hijos, bisnietos de Jared siguieran en aquel país. Durante los tres últimos años había enviado varias piezas de alta joyería para varios clientes canadienses y tenía una oferta de trabajo de unos empresarios de ese país. Su propósito era llevarse a todos para comenzar una nueva andadura. De toda la familia de Jared él representaba el paso más progresista entre las viejas tradiciones mandeas y el futuro tecnológico que estaba llamando a la puerta. Hablaba bien el inglés y durante estos tres últimos años su nivel de francés era bueno. Mi intención era contar con él en el futuro en los proyectos empresariales que Marco estaba preparando en Sudamérica. Pero no le quise anticipar nada puesto que tan solo era un proyecto.

-      Jean, apuraros, tenéis que venir rápidamente, el abuelo quiere hablar con vosotros. Parece que ha renacido. Salima, nuestra madre dice que es la mejoría que precede a la despedida final y me ha enviado a buscaros.

Dejamos el desayuno en la mesa, cogimos el coche y salimos como una exhalación para encontrarnos con nuestro venerable sabio mandeo.

Estaba sentado. A pesar de sus noventa años, era un hombre guapo. Sus arrugas le daban un aire beatífico y aristocrático. Sus ojos brillaban extrañamente.

-      Bienvenidos hijos. He visto a mis hermanos de la luz. Me están esperando. Soy feliz. La Suprema Inteligencia me ha permitido vivir intensamente durante estos años y llevo mi maleta cargada de experiencias, emociones y sentimientos.

Nos sentamos a su alrededor. Al poco rato llegó Salmán, pero no fue al taller. Salima, el alma de la familia nos había reunido alrededor de su padre. Ella sabía que era el fin.

-      Ayer, nuestros hermanos celestiales me mostraron algo terrible. He visto vuestro futuro.

Tomó la mano de Salman entre las suyas y le acercó hacia su pecho.

-      Tu Salmán serás ahora el que cargue con la responsabilidad de nuestra familia. Tus hijos vivirán en un futuro que nada tiene que ver con lo que ahora estáis viviendo. Debéis partir pronto al otro lado del mar.

Luego me miró a mí.

-      Jean, querido hijo. Tu familia no solo es la de sangre. Pongo bajo tu cuidado a mi propia familia. Seréis los primeros de una nueva raza. Tienes que enterrar definitivamente nuestra cultura mandea, pus ha perdido su esencia. Tienes que enterrar a los dioses de las religiones que tanta sangre han hecho derramar. Debéis comenzar un tiempo donde cada ser humano, aun siendo incapaz o poco dotado ocupe su sitio con la misma dignidad que el más brillante.

-      Los hermanos de la luz me han mostrado cómo un virus, creado para matar; diseñado para la guerra y para el comercio farmacéutico se ha escapado del laboratorio. Es un virus muy contagioso, que matará a millones de seres. Pero el virus no es el problema, sino lo que los hombres de ciencia van a utilizar para atacarle.

He visto cómo se fabricaba una vacuna que por primera vez atenta contra la sagrada Ley de “lo que dios ha unido no lo separa el hombre” Es un remedio diabólico que producirá millones de muertos en las dos próximas generaciones. Entrará en el cuerpo del ser humano ordenándole que fabrique una proteína que volverá a los seres humanos autistas, enfermos y débiles. Y prácticamente toda la raza, movida por el miedo al virus se inyectará dicha vacuna. Las autoridades aprovechando ese miedo volverán a imponer, como en el tiempo nazi, restricciones y apartarán como apestados a los no vacunados que sufrirán el acoso y el rechazo de sus hermanos. Pero pasado el tiempo, no se podrá ocultar las consecuencias diabólicas de dicho remedio y las personas morirán por millones y los que no mueran arrastrarán enfermedades. Muchos se volverán autistas. Solo los no vacunados saldrán adelante.

Los señores de la luz me mostraron que el virus diseñado para matar se combate simplemente con antiparasitario que tomas los perros. Pero los comerciantes farmacéuticos en su afán de riqueza impondrán la vacuna y generarán dos generaciones de dolor y de muerte.

Debéis apuraros pues en poco tiempo todo se precipitará. Una locura colectiva atrapará a toda la humanidad.

No os vacunéis. Ya sabéis el remedio que tenéis que emplear. Tu Jean, habla con Marco y procuraros salvoconductos falsos de vacunación o no podréis abandonar vuestros propios países.

Salmán, tienes dos semanas para salir de aquí. Tu nuevo país será Canadá. Tus hijos y los hijos de Marco y Jean vivirán, tanto en el sur como en el norte de América.

-      ¡Pero padre! No podemos en tan poco tiempo reunir el dinero necesario para partir.

Enseguida reaccioné, aquella era mi familia.

-      No Salmán, el dinero no es problema. Yo os daré el necesario para partir y lo que necesitéis para emprender una nueva vida.

-      Pero Jean, nosotros somos pobres y no podremos devolvértelo.

-      No os lo presto. Os lo doy, por tanto, no tenéis que devolvérmelo. Además, ese dinero yo no me lo he ganado es de mi propio padre que me lo dejó con ese fin.

Voy a llamar a Marco. Programaremos el viaje a través de Paris. Allí buscaremos la forma de conseguir el certificado de vacunación. No hay nada que no se pueda comprar.

Una sonrisa de agradecimiento fue el pago que Salmán me entregó como compensación. Jared siguió hablando.

-      A menudo me habéis preguntado por la insistencia en desenmascarar la figura de Jesús, o de cualquier otro elemento de adoración. Yo no tengo ninguna manía hacia esos personajes pues son seres humanos, ni más ni menos que cualquiera de nosotros. Pero quiero que entendáis el mecanismo que os he venido explicando en estos días, pues es decisivo para incorporarnos al futuro.

No hace muchos años, el Alemania se produjo un fenómeno aberrante cuando un personaje paranoico creo el movimiento Nazi. Todo el pueblo quedó seducido por su mensaje y ese fenómeno generó la segunda guerra mundial con millones de muertos. El odio racista hacia los judíos fue otra de las aberraciones de aquel movimiento. Todavía se está estudiando el fenómeno hipnótico que creó la aceptación activa y pasiva de todo un pueblo de un loco asesino.

Eso ocurrió y ocurrirá en el futuro porque todos tenemos dentro el fenómeno de sumisión al líder. Lo que se ha llamado el espíritu gregario de manada.

Al aceptar la sumisión al Cristo, al que le entregamos todos los atributos y todos los poderes, aceptamos implícitamente que somos pecadores, imperfecto y por tanto aceptamos que el principio de autoridad como algo normal.

La Ley traída por Atóm fue clara. Dios, la solución, el progreso y la evolución está en todos y cada uno de los seres vivos. Esta en la asamblea, en la cooperación en la Ley del Uno.

Pero Moisés entregó esa conciencia, ese poder a Yavhe y luego los cristianos al hijo de este Jesucristo.

Veréis en poco tiempo como los políticos se someterán al poder económico y estos someterán al pueblo al igual que se hizo con los nazis. No os obligarán a llevar una estrella amarilla en el vestido, pero tendréis que vacunaros si queréis entrar en tal o cual establecimiento, o conservar el puesto de trabajo o tener derechos sociales. Los que no sigan las directrices equivocadas de las autoridades serán apestados y marginados, incluso por su propia familia. Los tiranos utilizaran el miedo para enfrentar a unos contra otros.

Mientras no entendáis que el poder no está en uno más dotado, ni en un mito, sino en el grupo, en la conciencia colectiva, seréis manipulados y seguiréis eligiendo al tirano, al inútil, al mentiroso y al ignorante.

Cuando se deificó a Jesucristo o a cualquier otro líder semejante, se creó una casta sacerdotal que a lo largo de la historia ha causado millones de muertos, abusos, pederastia, herejías, guerras santas y otras tantas atrocidades.

Pasarán varios siglos hasta que entendáis la Ley del Uno. Vosotros, hijos míos estáis aquí designados como la simiente de un nuevo tiempo, donde el amor, la inteligencia, la ciencia y el humanismo se integrará en todo el grupo, no en un líder.

La verdadera autoridad es moral y el verdadero líder jamás tomará una decisión sin contar con todo el pueblo, con la flor, con el mosquito, con el aire.

Akenatón suprimió todas las autoridades, todos los intermediarios y centró el poder de invocación en el signo más universal; es decir en el Sol, en consecuencia, en la luz. Vosotros sois hijos del Sol y como iniciados entenderéis el lenguaje de la luz, pues la Suprema Inteligencia dicta sus mandatos a través de la misma.

Si no suprimís el sentido de obediencia gregario, si seguís poniendo todo el poder que reside en vosotros mismos, en un dios, en un líder o en una institución, los alfas, los tiranos y los opresores os manipularán como corderos y os harán tomar veneno, os privarán de la libertar argumentando que es por vuestra propia seguridad. Os llevarán a guerras sangrientas para preservar el interés de unos pocos.

El camino no será fácil, pues este espíritu gregario de manada forma parte de vuestra propia genética.

A lo largo de dos mil años os han dicho que la oración y la súplica os salvará. Pero las oraciones no llegan a ningún sitio, pues el poder que invocáis nunca estuvo fuera de vosotros, sino en vosotros mismos.

Pasarán siglos hasta que vuestro ego se diluya para formar parte de una conciencia colectiva. Y será esa conciencia la que os hará vivir en libertad, en felicidad y en progreso. Será entonces cuando no veréis a dios en una estatua o en un templo, sino en vosotros mismos, en el árbol o en el león. El mejor templo será vuestro propio cuerpo sano y longevo y por extensión en el templo de la vida y de la naturaleza que es vuestro propio planeta.

La cultura que educa a vuestros hijos es selectiva, violenta, excluyente e insolidaria. Vuestros hijos juegan con superhéroes violentos, que esgrimen la muerte como arma. No el amor, la razón o la ciencia. Y cada niño es un supermán o una máquina violenta de destrucción y muerte. Estáis fabricando seres competitivos, insolidarios, autistas que pasan todo el tiempo enganchados a luchas y entretenimientos hostiles.

Creaís arquetipos de triunfo y modelos a imitar de seres superricos, mamotretos llenos de músculos. Híbridos de carne y metal que tienen como fin la muerte y la destrucción. Y cada uno de vuestros hijos es un líder insolidario, violento y agresivo, que no entiende el modelo solidario y participativo.

Es por eso, hijos míos que debemos sepultar a superman, a Jesucristo o a modelos mitificados que os han robado todo vuestro poder, y el poder del alma colectiva de la raza. O enterráis a los dioses o los dioses os enterrarán a vosotros.

 

Jared estaba transformado. Una extraña voz y una mirada profunda estaban mostrando a otro ser que latía en sus trémulas carnes.

Lo que luego sucedió todavía late en mi corazón como un recuerdo imborrable.

Nuestro padre espiritual tomó la mano de Salima con una de sus manos y la mía con la otra. Sus ojos se cerraron poco a poco. Sus labios se entreabrieron en una ligera sonrisa. Su corazón se había parado.

Una extraña corriente entró por mi mano y se alojó en mi corazón. Sami lo detectó enseguida puesto que tenía mi otra mano entre las suyas. Algo golpeó mi pecho y sentí una emoción indescriptible, beatífica, plena de dicha.

Algo había entrado en mí y aún hoy después de un año, puedo sentirlo y evocarlo en el recuerdo.

Todos lloraban. Un olor a nardos o rosas invadió la estancia y una luz violeta nos envolvió a todos durante unos minutos. Nadie hablaba, todos sentíamos.

Jared, el hombre más sabio de la tierra, él último mandeo, había tomado el camino de las estrellas.

Pero todavía no acaba aquí el milagro. Solo yo pude ver unas siluetas luminosas que rodeaban al venerable anciano.

De Jared salió su doble resplandeciente. Se unió a dichas siluetas, mi miraron por unos segundos y se desvanecieron, camino de las estrellas.

Yo jamás vi nada sobrenatural, pero tal y como me había dicho Jared, con su marcha se despertó en mi un nuevo sentido, otra forma de mirar y de oír. Fue a partir de entonces que obtuve respuesta en la invocación de los setenta y dos antes el altar mandeo que heredé.

Desde entonces vi, oí y sentí muchas cosas que ahora no debo contar.

Jared había ordenado que no se realizara el ritual mandeo de la muerte. Simplemente solicitó que se le enterrara en la montaña y que jamás le imploráramos ni le invocáramos, pues el estaría siempre en nosotros.

Habían transcurrido treinta y tres días desde mi llegada a Irán y como me anunciará Jared, no realicé reportaje alguno. Simplemente me casé, me hice nasurai y comencé a liderar una utopía.  

No esperamos al funeral. Su familia de sangre necesitaba llorarle en silencio.

Selena nos estaba esperando. Pasamos un día más en Irán. Pero con el mínimo equipaje cogimos un vuelo sin retorno a Paris.

lunes, 3 de enero de 2022

Un Mago Genial Capítulo VI Nacimiento Imposible

 

CAPITULO VI

NACIMIENTO IMPOSIBLE

 

Estaba amaneciendo cuando salimos de nuestra habitación. Toda nuestra familia estaba esperándonos en el hotel. Nuestras respectivas madres habían hecho una gran amistad. Las dos hablaban inglés y les fue fácil. De hecho, en familia se imponía dicho idioma, pero con la familia de Jared empleábamos el árabe, y yo particularmente el arameo con nuestro padre espiritual.

Teníamos previsto, tanto Sami como yo, hacer de traductores improvisados, aunque bien es verdad, no existen malas interpretaciones en el lenguaje del corazón.

Selena, la madre de Sami nos traía sendas túnicas blancas con sus complementos para realizar la ceremonia del bautismo y de nuestra boda. La familia de Jared ya tenía preparado los anillos y Marco venía con regalos desde París.

Finalmente, nos juntamos quince personas, contando con los niños. Bueno para ser exactos, quince personas y uno más pequeñito en el vientre de Sami.

El hijo de Jared metió a su familia en la furgoneta, nosotros llevamos al anciano en nuestro coche y en veinte minutos llegamos a la pequeña laguna cercana a la casa donde nos alojábamos.

Todos estaban vestidos de blanco, menos los niños que asistían divertidos a, lo que, para ellos, era un espectáculo.

En el borde de la laguna se levantaba una cruz de madera de poco más de un metro de largo. En la parte alta de la cruz se había incrustado unas ramas de olivo y desde los brazos de la cruz pendía un lienzo blanco formando una especie de lazo. A un lado de la cruz, había un rollo ajado y amarillo con caracteres araméicos. No me dio tiempo a leerlo, pero me parecieron oraciones o invocaciones. A este conjunto de símbolos ellos le llaman drabsa.

Jared se sentó en una silla de madera pues sus fuerzas no le permitían introducirse en el agua.

Luego, el venerable anciano comenzó a recitar unos salmos, que yo ya los conocía de memoria por los cientos de veces, sino miles, que las había repetido en los días anteriores.

Primero fue Sami la que caminó hacia la laguna hasta que el agua le llegaba al pecho. Junto a ella estaba el hijo de Jared, vestido de blanco con su turbante y una especie de estola que le colgaba del cuello. Se apoyaba sobre un bastón alto de madera que introdujo en el agua y que superaba su cabeza. Jared seguía recitando. Luego el oficiante tiró hacia atrás la cabeza de mi esposa sumergiéndola por tres veces.

Salió con una sonrisa en sus labios. Se le veía feliz.

Luego fui yo quien se introdujo al mismo lugar. Y se repitieron las mismas pautas. Yo no sentí que el agua estuviera fría. No sentí ninguna emoción especial Tampoco iba al bautismo con ninguna expectativa. No soy amigo de ceremonias.

Pero, queridos amigos. Los que estáis leyendo este relato. Lo que luego ocurrió fue algo inaudito. Imposible de narrar sin que sea tomado por loco. Lástima que optara por las carreras de letras. Quizás si hubiese estudiado física cuántica pudiera explicarlo mejor. Pues me resulta absolutamente milagroso.

Cuando el oficiante sumergió mi cabeza por tercera vez, tuve la sensación de que me ahogaba. Y sentí que estaba bajo el agua por mucho tiempo, quizás una hora o más. Sin embargo, los testigos me dijeron que simplemente habían pasado unos segundos. Que no había pasado nada extraordinario.

No obstante, yo me creía muerto. Vi un túnel de color azul que giraba a gran velocidad y yo me precipitaba por él. Algo me empujaba hacia algún lugar luminoso, seguramente en el espacio infinito.


Luego entré en una estancia luminosa, pero no había bombillas ni lámparas, la luz parecía que emergía del propio aire o de la nada.

Poco a poco se fue dibujando frente a mí una silueta, hasta que terminó por definirse del todo.

Un sentimiento de terror, mezclado con asombro se apoderó de mí. El ser era de color aceituna. Con ojos rasgados. Su esclerótica estaba cruzada por venas rojas. El iris era de color verde. Los pómulos pronunciados. Y el pelo negro peinado hacia atrás en forma de una melena perfecta.

Aquel ser emanaba poder. Un poder sobrenatural y frente a él me sentí simplemente como una hormiga. Sin embargo, no transmitía violencia o negatividad, todo lo contrario. Transmitía, simplemente poder. Un poder sobrenatural que ningún humano puede obtener.

El ser, estaba vestido con una especie de mono ajustado al cuerpo de color azul. En su pecho aparecía dibujado un sol dorado.

Su rostro se acercó poco a poco hasta que su boca quedó a pocos centímetros de la mía. Luego una luz brillante salió de sus labios y se introdujo en mi boca. Sentí que era dulce, pero cuando entro en mis entrañas, era simplemente amarga.

El ser no habló, pero yo sentí en mi cerebro que aquella luz que había entrado en mi era el “Verbo”

Salí traumatizado del agua con el absoluto convencimiento que me había ahogado y que había visto a algún emisario del universo, o algo por el estilo. Cuando abrí los ojos y miré a mi familia, sentí que había venido del reino de los muertos.

Me acerqué a Jared y tomo mis manos entre las suyas haciendo varios movimientos que no entendí a la vez que pronunciaba unas palabras en arameo.

-      Querido hijo. Es necesario morir para renacer en otro estado de conciencia.

Ahora ya formas parte de la Fraternidad de los Hijos del Sol. No eres mandeo, sino algo más, algo distinto. Un servidor de la luz.

No lo celebramos. Recogimos la Drabasa y los pergaminos bajo su pie y retornamos a la casa de Jared con toda la familia.

Ahora la ceremonia no sería tan mística, sino divertida, alegre y feliz, puesto que íbamos a celebrar nuestro matrimonio.

Nos reunimos en el patio de la casa. Todo estaba dispuesto. Ese día nadie trabajaba. Salima había contratado varios músicos locales.

Sami se había cambiado de ropa. Estaba preciosa. La melena negra caía sobre su espalda. Estaba vestida con una túnica de cuerpo entero de color rojo. En su cintura se anudaba un cinturón de color dorado. No tenía nada más. Bastaba con su figura y sus ojos humedecidos que brillaban como diamantes bajo el Sol.

Mi madre se había ocupado con detalle de vestirme. Iba de esmoquin. Incluso con pajarita. La primera vez en mi vida que me vestía de pingüino, pero no podía quejarme. Hasta Marco me traicionó y me obligó a ponerme “guapo” Yo me sentía ridículo, pues mi ídolo siembre había sido Indiana Jones. En todo caso, en esa fecha señalada no debía pensar tanto en mí, sino en la gente que me amaba.


Todos estaban elegantes. Felices, mirándonos. Nuestras respectivas madres llorando, Salima se unió al séquito de las mujeres y parecía que era ella quien entregaba a sus propios hijos al matrimonio.

Por primera vez vimos a Jared absolutamente jovial. Su figura aristocrática se había perdido después del bautismo y parecía un niño que movía su cuerpo al son de la música. El Jared de ese momento era un ser liberado de responsabilidad y de transcendencia.

Me gustó ver a nuestro querido padre espiritual así, feliz, formando parte del mundo de los humanos, de los que vivimos con la enorme carga de la incertidumbre y de la ignorancia.

Jared ocupaba el centro del patio. A duras penas se podía mantener erguido. Nos presentamos ante él. Sami llevaba un ramillete de flores blancas. Mi madre estaba detrás de mí y Marco acompañaba a mi esposa.

La ceremonia mandea del matrimonio no es muy diferente de cualquier matrimonio convencional. Se no reclamó el juramento sagrado que nos uniría hasta el final de nuestros días. Unimos nuestras manos y Jared puso la suya sobre las nuestras. Con la otra mano hizo unos gestos sobre esta unión con una rama de olivo y nos declaró marido y mujer.

Nos besamos. Yo estaba nervioso, alucinado, atontado o en la gloria.  No sabría definir el rosario de emociones que pasaron por mi cabeza y mi corazón. Sami me llevó al centro del corro de invitados y al compás de la música me empujó al baile. Tengo que confesar que soy un patoso, pero no sé quién movía mis pasos. Detrás de nosotros todos se pusieron a bailar. Aquello era una locura, una jauría de felicidad. Risas, lágrimas, música y felicidad a raudales. Jamás olvidaré estas escenas. Ahora, al tiempo de escribir todos estos recuerdos, tengo que declarar con solemnidad, que tener una familia es algo maravilloso.

Pasamos todos al comedor. Los músicos siguieron tocando unos compases alegres. Pasaron las horas y nadie quería dar por terminada la fiesta.

Jared estaba agotado. Salima, se dio cuenta enseguida. Sami se acercó para ayudar a levantarle del cojín. Pero Jared solicitó la mano de Marco. Después, salió con él de nuevo al patio y con fuerzas renovadas comenzó a hablar con mi hermano. Nadie se acercó a ellos. Todos sabíamos que aquella conversación era privada.

Estaba cayendo el Sol. La fiesta había sido extraordinaria. Estábamos cansados, pues la felicidad cansa. Habíamos gastado toda nuestra adrenalina y teníamos que dar por concluida la jornada.

Jared estaba ya en su aposento. Nosotros tomamos los coches y volvimos a Dezful. Esa noche la pasaríamos en el hotel.

Sami cayó rendida en la cama. Ni siquiera se quitó la ropa. Yo no podía soportar aquel esmoquin y salí en mangas de camisa al jardín del hotel para encontrarme con Marco.

Paseamos un buen rato sin pronunciar ninguna palabra. No era necesario.

-      ¿Qué te ha parecido Jared?

-      Estuve hablando con él un rato. Ciertamente ese hombre es sabio. Conocía cosas de mí que ni siquiera tú sabes. Me dijo que con razón tú me valoras como un hermano. Al parecer lo fuimos en otra vida. Y ahora se repite el karma.

Me hablo que el mundo va a entrar en una etapa terrible. Los valores humanos caerán definitivamente. El ser humano se degradará en todos los órdenes de la vida.

Me dijo también que con nuestras familias debíamos abandonar Europa y marchar a una tierra más rural, menos tecnificada y me dijo que el negocio que estamos investigando en Argentina saldría adelante.

También me dijo que escribirías varios libros y que yo te acompañaría hasta el final de tus días.

Al parecer, tal y como yo lo he entendido. Tienes por delante una misión importante que tiene que ver con escribir y comunicar una serie de valores e información decisiva para rescatar una minoría de personas que en los próximos años irán despertando a una nueva conciencia. Me dijo asimismo que tú eres muy torpe para las cuestiones comerciales y que mi misión era decisiva para que nuestras familias puedan vivir sin privaciones en el futuro. Como ves, querido Jean, seguimos igual, tú en tus aventuras y yo en el despacho.

-      Lo siento Marco. Siempre te puedes negar.

-      En absoluto. Está visto que sin mi os morís de hambre, pues según Jared, tú eres un desastre para los negocios y, por otra parte, yo soy más tonto para realizar tu tarea. Es decir, un cojo y un ciego que tienen que ir de la mano para no caerse.

Me hizo gracia lo que decía Marcos, pero efectivamente tenía razón.

-      Por lo que me hizo entender, Jared, nosotros somos simplemente una especie de escalón intermedio para nuestros hijos que serán los que realizarán una gran tarea en el futuro. Pero para ello debemos dejar Europa, pues necesitan un ambiente rural para integrar a la tierra en su educación.

Jared me dijo que el planeta va a pasar sed, incendios, saqueos, terremotos y las ciudades no son lugares adecuados para preparar su educación. También me dijo que nosotros seríamos la avanzadilla de miles de personas que seguirán nuestros pasos, no solo en nuestra zona donde nos alojemos sino en otros lugares del mundo. Se trata de poner en marcha una nueva conciencia evolutiva.

-      Pues menudo panorama.

-      Ya lo creo. Pero yo siento que este hombre lo sabe todo y debemos hacerle caso. Además, todo se ha precipitado y los acontecimientos no los hemos causado nosotros.

-      Estoy de acuerdo Marco.  Yo debo permanecer aquí para despedir a Jared. Él me ha dicho que le quedan apenas días para dejarnos. Tu tendrás que poner en marcha el cambio en nuestra tierra hasta que podamos volver Sami y yo.

El día siguiente tuvimos que ir a la embajada francesa en Dezful. Teníamos que depositar el altar de invocación con sus elementos de oro y madera. Todo estaba contenido en una maleta metálica con todas sus piezas inmovilizadas. Debíamos enviarla por valija diplomática, pues en Irán el robo de reliquias y piezas arqueológicas está muy perseguido. Tuvimos que acreditar que era un trabajo encargado los orfebres mandeos de la familia de Jared.

Luego acompañamos a nuestra familia al aeropuerto y al retornar a la casa de Jared, dejamos a la madre de sami en su casa. Debía preparar la mudanza. En los próximos días emprenderíamos el viaje a París y no queríamos dejar a nadie atrás. Las despedidas familiares eran duras, pero había que moverse sin dilación.

Nuestro querido anciano estaba esperándonos. Después de las celebraciones del día anterior parecía más cansado. Se le notaba en el tono de voz. Parecía más apagado, pero tenía la necesidad de hablarnos y no nos dejó marchar.

-      Ayer me preguntaste porque utilizamos la cruz con la rama de olivo en el bautismo, si no somos cristianos. Te explicaré más de nuestra historia para que comprendas como se degeneran las enseñanzas, los seres humanos y los sacerdotes.

Los cristianos nos llamaron desde el tiempo de los Templarios los “Cristianos de San Juan” por el hecho de que compartíamos según ellos al mismo personaje. Nosotros no nos opusimos puesto que eso significaba la muerte por infieles de esa manera nos alejábamos de los musulmanes, pero a los musulmanes les hicimos creer que éramos seguidores de la Ley del Profeta, por la misma razón. A lo largo de nuestra historia y desde que salimos de Egipto, hemos tenido que adaptarnos a cada pueblo, cada región y cada cultura para no ser asesinados y, aun así, quedamos muy pocos con vida. Pero con el tiempo nuestras enseñanzas antiguas más puras se han perdido. Adoptamos por tanto la cruz en el bautismo para no morir. En realidad, somos gnósticos. Portadores de las viejas tradiciones egipcias.

Todos nuestros libros son religiosos y los textos sagrados más importantes son el Ginza, o «Tesoro», llamado también el Libro de Adán; el Sidra d’Yahya o «Libro de Juan», llamado también el Libro de los Reyes; y el Hawan Gawaita, pero todos estos libros son recopilaciones de la Edad Media y esos textos ya están adulterados o modificados por las influencias de los pueblos donde vivimos como nómadas o extranjeros.

Fuimos expulsados por los cristianos cuando su maestro el nazareno murió. Para ellos éramos testigos incómodos que en todo momento podíamos denunciar el plagio y la usurpación de nuestra doctrina y la suplantación de la figura de Juan por la de su mesías el Cristo. Y desde entonces sufrimos persecución. Los textos del evangelio han sufrido modificaciones constantemente desvirtuando la verdad. Nuestros primeros Nasurais nos enseñaban que en la luz se encontraba la Ley y el alimento de la Suprema Inteligencia. Pero los cristianos metieron todo eso en su mesías.

Tienes que tener en cuenta Jean, que nosotros tampoco somos judíos, de hecho, no nos circuncidamos, ni damos culto o veneración a sus figuras. Estuvimos más próximos a los nabateos, pero tampoco somos como ellos.

Nuestro pueblo tuvo el mérito de conservar las enseñanzas iniciáticas vertidas por Atóm al faraón que tomó su nombre, Akenatón.

Nuestro mayor nasurai fue Johannes. Su nacimiento fue programado por los Señores de la Luz. Y desde ese momento fue perseguido por los espías de Herodes, pues la profecía decía que él sería el Rey de los judíos.

Yo he visto como el joven Juan fue elevado al cielo por lo que ahora se llama ovni y educado en un lugar oculto en una montaña lejos de los soldados de Herodes. A los veintiún años fue compenetrado por Elijah, como antes os dice y retornó a los veintidós para verter el conocimiento. Todo esto fue luego atribuido al nazareno. En nuestra tradición Juan es “El buen pastor”

La fatiga de Jared iba en aumento. Le costaba articular palabras. Parecía que tenía prisa por entregar todo su legado iniciático para partir. Yo tenía la sensación de que había vivido muchos años con una información que le causaba dolor por no poder entregársela, ni a su familia, ni a su pueblo. Simplemente porque de ninguna manera podían aceptarla, ni siquiera imaginarla. De hecho, yo necesitaría mucho tiempo para encajar todo lo que me estaba transmitiendo. Tendría que estudiar todo lo relacionado con el mundo esotérico, con el fenómeno ovni y con conceptos astronómicos. Tendría que repasar de nuevo la historia y finalmente acceder a un ministerio que de la noche a la mañana me había caído encima sin saber por qué.

-      Tengo que contaros algo importante, que debéis transmitir. De antemano debo decirte que ni te entenderán ni aceptarán cuanto te voy a comunicar.

-      El Consejo de los Nueve; la máxima jerarquía que gobierna nuestro universo comprobó que mil años después de la deificación del nazareno, el número de muertos causados por las guerras santas; los abusos y escándalos de los que se llamaban a si mismo ministros de dios, habían producido un dolor inmenso. En nombre de Jesucristo se torturaba, se quemaba en la hoguera y se perseguía la razón, la inteligencia y la cultura. Fue al comienzo del segundo milenio que se puso en marcha una estrategia para contar la verdad. Si se contaba la verdad que nosotros los madeos guardábamos celosamente, se valoraría al nazareno como un mago o un impostor y en todo caso, un simple mortal, no mejor ni peor que cada uno de nosotros.

Nueve caballeros, a semejanza del Consejo de los nueve, fundaron una Orden llamada, “Los pobres solados de Cristo” conocidos popularmente como “Los Templarios”

Estos caballeros descubrieron la verdad que se escondía tras la máscara de Cristo.

La Orden y sus caballeros entraron en contacto con los mandeos que vivían en Oriente. En Harán y en Nínive, Asur, Babilonia, Tiro y también la tierra de Egipto. Fueron mis antepasados que contaron a los templarios la verdadera historia de Jesús. Supieron desde ese momento que el Santo y el Maestro era Johannes, el Bautista y no el nazareno, que simplemente plagió y copió en forma oscura nuestra doctrina. A partir de ese momento la Orden comienza a venerar una cabeza a la que pusieron por nombre Baphomet. Esa cabeza rememoraba a la de Juan el Bautista que había sido decapitado por Herodes. Solo la cúpula de la Orden conocía ese misterio, puesto que contar la verdad a unos guerreros torpes, bárbaros y fanatizados era imposible.


Finalmente, hacia 1314 el último Gran Maestre, Jacques de Molay y su cúpula fue quemada en la hoguera, acusados de homosexualidad y herejía.

Una de las acusaciones decía que los caballeros en su iniciación escupían la cruz del Cristo. Y efectivamente lo hacían porque sabían la verdadera historia de la usurpación de la personalidad de Juan por parte del nazareno.

Jaques de Molay podía haber movilizado un ejército contra el rey Felipe de Francia y el papa Clemente V, y haberse librado de la hoguera. Pero él sabía que los miles de caballeros no iniciados de la Orden se revelarían contra él, al afirmar que el nazareno había sido simplemente un mago. Ante esta perspectiva optó por morir dejando esta revelación en manos de los que después de seiscientos sesenta y seis años, renacerían para contarlo.

Jaques de Molay supo que, a pesar de poseer la verdad, no era el tiempo de revelarla puesto que por encima de los humanos se estaba librando una batalla entre el bien y el mal y en ese tiempo oscuro era el mal que tenía que vencer.

Si esa revelación hubiese podido salir a la luz y haber reescrito la historia con los hechos ciertos y no inventados, no se habría vertido más sangre por preservar piedras santas o por combatir a los infieles en nombre de Cristo.

-      Uno de los dogmas cristianos que más se ha cuestionado es la supuesta resurrección de Jesucristo ¿Realmente resucitó?

-      Ciertamente Jean, para los cristianos esto es una cuestión de fe. Del mismo modo que el nacimiento milagroso del nazareno fruto del Espíritu Santo.

Este tipo de dogmas pueden crecer en un cultivo de ignorancia y de superstición. En primer lugar, porque el Espíritu Santo no tiene esperma y si realmente lo tiene, no es un espíritu. Y, por otra parte, según los testimonios evangélicos si Jesucristo murió, nadie puede volver a la vida. O bien no murió y quedo en un estado letárgico, para después despertar.

-      Yo puedo decirte algo tan absolutamente asombroso que no es fácil aceptarlo y que une los dos misterios; el de la concepción y el de la muerte del nazareno. No tengas, por tanto, miedo a contarlo, porque simplemente nadie te creerá y te dirán que estás loco. A Jesús le hicieron lo mismo que a Juan cuando era niño.

Cuando Jared anunciaba un misterio, comenzaba para nosotros una historia de ciencia ficción que exigía por nuestra parte un esfuerzo mental extraordinario y la ruptura de cualquier preconcepto que tuviéramos.

-      Las imágenes que vi en la mente y que vinieron de los seres de luz, a los que has aprendido a invocar me dejaban confuso y trastornado. En un momento determinado pensé que en mi percepción se había parasitado Ruha; la Entidad del mal.

Seguramente en Francia y en Inglaterra, vuestras respectivas naciones, han puesto en la televisión una serie de Steven Spielberg cuyo título “Taken” se puede traducir como “raptados”

-      Yo no la he visto ¿Y tú Sami?

-      No tampoco, no sé de qué va.

-      Os lo diré. Fue nuestros parientes de New York, quienes te enviaron aquí, que nos la trajeron en su última visita. También trajeron unos libros de Karla Turner y Barbara Bartholic. Que hablan de la misma temática. Mi inglés no es muy fluido, pero lo suficiente para leer y escuchar sin dificultad. Me cuesta más hablarlo pues no es un idioma común en estas tierras. Me trajeron estos documentos porque yo le comenté una serie de vivencias al nasurai que vive en américa y el dedujo que me estaba refiriendo a lo que se cuenta en esos episodios audiovisuales y en los libros, que, por otra parte, fueron los que inspiraron a Spilberg. Es una serie muy popular en Estados Unidos, aquí, como podéis comprender es imposible verla pues los iraníes no son precisamente muy amigos de los americanos.

Tanto en los libros como en los episodios de video se habla de una raza de seres venidos del universo, o extraterrestres que están inseminando a mujeres de la tierra para crear una raza hibrida. También de su tecnología, que es capaz de crear clones humanos a partir de un cuerpo. Cuando vi y leí todos estos documentos comprendí finalmente lo que había ocurrido, no solo con el nazareno, sino con muchos personajes históricos que han producido el milagro de la bilocación; es decir que han sido vistos en dos sitios a la vez.

Y han podido ser vistos en dos sitios distintos en el mismo o distinto tiempo, porque simplemente uno de ellos es un clon o un doble creado por estas entidades con una tecnología superior.

Jared se levantó con parsimonia. Se le veía cansado. Sami, le ayudó con su brazo a caminar hasta el pequeño armario del comedor. Abrió una portezuela y sacó un estuche con los videos y un par de libros. Luego volvió a tomar asiento.

-      Mira Jean. Tienes que leer estos trabajos y ver los videos, sobre todo los libros, pues los audiovisuales están novelados, pero los libros son testimonios veraces y son tremendos.

-      Descuida. Hoy mismo me pongo a la tarea.

-      Los primeros cristianos no podían aceptar que su mesías, el nazareno, fuese hijo de un romano, de un enemigo o invasor de su tierra sagrada. Y plagiaron textualmente la revelación recibida por un ser de luz a Zacarías, el padre de Juan el Bautista. Añadiendo en sus primeros textos que la Virgen maría había sido visitada por un ángel, que le anunciara el nacimiento milagroso del nazareno fruto del Espíritu Santo, de esa manera santifican el nacimiento de su dios. A esa leyenda le añadieron otro relato de fenómenos luminosos extraños a tiempo del nacimiento de Jesús y la visita de los magos de oriente.

Lo único cierto de toda esta leyenda fue precisamente que al tiempo del nacimiento del nazareno sí que hubo fenómenos luminosos inexplicables para aquellos lugareños.

Lo que yo vi sin poder explicármelo hasta que no leí estos libros, fue que el niño nacido de aquella mujer, que en absoluto era virgen, estaba muerto. No se movía, no lloraba. Luego, una luz amarilla, le envolvió y simplemente desapareció. María su madre estaba inconsciente.

Lo que luego pude ver, es lo que no podía entender. Esa luz transportó al niño recién nacido a una estancia llena de luz. En dicha estancia había unos humanoides pequeños, de ojos granes, como los que ilustra Spilberg. Había también varios seres altos, de pelo rubio, sencillamente perfectos. Irradiaban amor y paz.

Depositaron al niño en una camilla blanca. Luego le aplicaron unos cables en todo su cuerpo. Después. Y esto es lo asombroso, pusieron junto a él un niño exactamente igual al primero. Eran como dos gemelos, pero María solo había parido al primero. El otro lo habían creado estos seres de luz.

Los cables y conexiones del primero los pusieron en el mismo sitio en el segundo. Una luz verdosa salió del nacido de María y por los cables iluminados pasó a su doble o clon.

Al parecer el niño creado por estos seres era igual al nacido de María, pero le habían realizado ciertas mejoras en alguna zona del cerebro. No entiendo de anatomía, pero me pareció en el interior del cráneo. Yo percibí que ese clon era más perfecto, mejor dotado, con capacidades psíquicas.

Luego cogieron al clon y lo introdujeron en una bola de luz y en pocos segundos ese clon fue depositado con vida en el regazo de María que ahora estaba consciente.

El niño original de María fue introducido en una bañera de líquido amarillo y conectado a una serie de máquinas extrañas. Según me dijeron, este ser no tenía alma, era simplemente un cuerpo que crecería en la misma manera y forma que el depositado en la Tierra.

Y más asombroso aún. Cuando Jesucristo murió en la cruz. Su cuerpo fue sepultado en un sepulcro. Al tercer día de su muerte, su alma se desprendió del cuerpo, tal y como sucede en forma universal en todos los seres humanos. Y su alma se alojó en el clon que había sido creado desde el momento de su nacimiento. El cuerpo del sepulcro fue guardado por los seguidores del nazareno y sepultado en un lugar seguro.

Al día siguiente de esta operación, María Magdalena, su esposa, le encontró con vida al pie del sepulcro. Durante unos cuantos días, el clon visitó a distintos amigos y seguidores y finalmente fue llevado por una nave u ovni a otras tierras en oriente, donde comenzó una nueva vida, muriendo hacia los ochenta años, después de haber tenido varios hijos.

-      ¿A que es increíble?

Durante unos segundos no pude hablar. Sami tenía una cara de asombro que seguramente imitaba a la mía, todavía más estupefacta.

-      Jared, lo que me nos has contado es sencillamente inconcebible.

-      Ese será el mejor filtró para que solo lo crean una minoría especialmente designada por el espíritu.

Lo asombroso no solo era el flujo de conocimiento que emergía de nuestro querido anciano, sino de lo absolutamente insólito, que un ser de noventa años, hubiese podido acceder a esta lógica, que nosotros siendo más jóvenes y con más estudio, no podíamos entender. Parecía que era un ser programado para recoger lo válido del pasado, enlazándolo con el futuro más insólito.

La fatiga de Jared iba en aumento paulatinamente. Salima dicto su ley y llevó a su querido padre a la cama. Nosotros optamos por despedirnos de la familia.

Tomamos el camino de Dezful. Marco había dirigido la expedición de nuestra familia y todos estaban en vuelo.

Nos dirigimos a ayudar a la madre de Sami. Había mucho que preparar para abandonar en fechas próximas la ciudad con un rumbo sin retorno.

Selena dejaba parientes en Irán. Serían ellos quienes se ocuparían de vender los bienes. Ella se llevaría solo los recuerdos de su esposo y su familia y lo imprescindible. Ambas mujeres tenían que gestionar con posterioridad las propiedades de Inglaterra. Sami no estaba dispuesta a dejar a su madre en aquel país. Selena a su vez, estaba absolutamente encantada con ser abuela y de ninguna manera se iba a perder esa vivencia.

La salud de Jared nos estaba anunciando que el desenlace de su partida estaba próximo. Pero nos estaba esperando para hablarnos del futuro. Ambos sabíamos que se estaba produciendo un fenómeno de trasvase. Él se vaciaba y nosotros nos estábamos llenando de secretos maravillosos. Pero tanto Sami como yo teníamos claro que simplemente éramos depositarios de unos bienes que tendríamos que entregar a los que vendrían detrás.

Optamos por quedarnos en el hotel habitual de Dezful. Todos los acontecimientos que estábamos viviendo comenzaban a generar cierto estrés. Todo iba demasiado rápido, pero todo, en la misma medida, estaba condicionado por el plazo que había marcado Jared para su partida. Yo prefería no pensar demasiado. En ese momento era un ser irracional, sin capacidad de análisis. Simplemente estaba dejándome llevar por dos energías que jamás había empleado en mi vida; la intuición y el sentimiento. Por tanto, el vértigo ante el futuro me producía un cierto temor.

Sami se acurrucó en mi hombro. No queríamos hablar. No podíamos romper la magia del contacto de nuestra piel. Yo además sentía que estaba completo. Que Sami rellenaba mis incertidumbres, mi ancestral soltería, mis incapacidades.

Permanecí despierto todavía mucho tiempo después de escuchar la rítmica respiración de Sami junto a mí.

Esa noche soñé con un niño pequeño que me saludaba con cariño…….