lunes, 29 de diciembre de 2014

Fractalidad




Una de los 7 principios o leyes esotéricas enunciadas por Hermes Trimegistro  -el tres veces grande-  y que permiten tomar conciencia de la existencia es el Principio de Correspondencia.

Además es el segundo enunciado lo cual, si es que así se pudiera decir, que decir así no se puede, da una idea de la importancia ya que lo enuncia en un lugar preponderante.

Dicho de otra manera podemos decir que el Universo es fractal, es decir a diferentes escalas reproduce un mismo patrón.

Aplicado a la realidad física, mi cuerpo físico es una reproducción a escala miniaturizada del infinito Universo que es quien lo contiene. Es así como mirándome hacia adentro puedo comprender lo de afuera.


Y si reflexiono acerca de esto es porque hace poco leía en una entrevista a un físico. Decía que cada vez que se avanza más en el estudio y en la comprensión del Universo y de las manifestaciones de la vida queda claro que tiene que haber una Mente que coordina e instruye lo creado.

Volviendo a mi comprensión de la vida en base a los principios de Hermes, es como si las células de mi cuerpo tomasen a su escala conciencia de que es mi mente la que coordina el funcionamiento de mi cuerpo.

Por ejemplo, cuando me expongo al Sol hay una orden que activa células de la piel de mi cuerpo para broncear la piel y así protegerla. Es mi mente la que regula ese proceso

Yendo un poco más allá de mis reflexiones en esta misma línea cada vez creo estar más convencido que el origen de muchos mitos y conceptos atribuibles a las religiones a la misma espiritualidad en realidad no son más que una explicación de un fenómeno físico.

Por ejemplo, en el cristianismo se celebra con la Navidad el nacimiento, encarnado en un ser de La Luz. 
Si analizo físicamente ese simbolismo tomo conciencia de que en el solsticio de invierno los días empiezan a crecer hasta hacerse más grandes en duración que la noche. 
Es decir La Luz vence a las tinieblas de la oscuridad.

Significa esto que no hay una realidad espiritual detrás de todo esto.
No por supuesto, todo lo contrario, hay una realidad espiritual muy poderosas que está siempre detrás.

Por ejemplo, en espiritualidad se habla de Luz.
Luz equivale a claridad, en los rayos solares va almacenada toda la información que estructura la vida.

Por tanto tener la Luz, desarrollar la Luz, llevar la Luz, dar Luz es sinónimo de tener acceso a las informaciones al conocimiento y por consiguiente desarrollar conciencia.


Si analizamos las conciencias de antiguas humanidades adoraban al Sol como el Padre, como dios o como el origen de todas las cosas.

Y estaban en lo cierto. El Sol actúa a nivel cósmico como un regulador, generador de vida. 
En él se contiene toda la memoria, entendido como información, de lo que acontece en el Sistema Solar que él regula.

El Sol es pues una manifestación física que simbólicamente podemos entender como Padre de todas las cosas, incluidas las ideas y los conceptos.

Es la Mente Universal que estructura e instruye esta realidad de las cosas.
Y si miro mi cuerpo actúa igual.

Por ejemplo una galaxia y un glóbulo de sangre tienen la misma estructura.


Un cometa y un Sol son como un espermatozoide y un óvulo.

El sentido de profunda sacralidad es un efecto directo de observar estas y otras similitudes desde la impresión que nos produce de maravilla y de admiración y dejarse llevar por ellas.


Y es que hoy en día las respuestas para la búsqueda de Dios ya no se encuentran como hace un tiempo en la fe y en conceptos dogmáticos. Hoy en día la ciencia, la verdadera ciencia, es la forma más directa de encontrar respuestas que nos llevan a la espiritualidad profunda, al conocimiento de Dios.

Y pienso y siento en mi interior que muchas de las respuestas con mucho más sencillas y ya que vivimos en un realidad fractal viendo lo pequeño entendemos y entenderemos lo grande.

Pero como siempre esto es solo una mymineada mía más.


Ah…, las Leyes Universales de Hermes son:

Primera Ley Universal:
Principio del Mentalismo, Ley de Afinidad.
"EL Todo es Mente. El Universo es Mental"

Segunda Ley Universal:
Principio de Correspondencia
"Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba"

Tercera Ley Universal:
Principio de Vibración
"Nada está inmóvil, todo se mueve; todo vibra."

Cuarta Ley Universal:
Principio de Polaridad
"Todo es doble, todo tiene dos polos"

Quinta Ley Universal:
Principio del Ritmo
"Todo asciende y desciende, todo se mueve como un péndulo"

Sexta Ley Universal:
Principio de Causa y Efecto
"Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa"

Séptima Ley Universal:
Principio de Género
"Todo tiene su principio masculino y femenino"


 Su conocimiento y su integración nos abren una puerta a una nueva forma de entender la vida y por consiguiente a un nuevo Universo

lunes, 6 de octubre de 2014

El engaño de las películas



Me encanta el cine.

Estos días pasados he disfrutado yendo a salas de cine de la ciudad donde vivo donde no son los grandes estrenos cinematográficos los que ocupan la cartelera.

Son cines donde hacen cine de menos pretensiones, especialmente europeo, con historias típicamente de cine y con historias de cine algunas de ellas cercanas a la realidad.

Y es viendo ambos tipos películas que me he dado cuenta de algo que deseo comentar.

Es evidente que el cine, y no es una verdad absoluta, proyecta en pantalla estereotipos, situaciones e historias idealizadas. Y quizás esa es precisamente parte de su magia.

En una sala de proyección todo está a oscuras. Eso hace que sean los sentidos de la vista y del oído los que queden mayormente potenciados. Es como si estuviese preparado para que los impactos visuales y auditivos tengan mayor alcance. La música en el momento adecuado con una melodía especifica. Las imágenes que solo muestran un aspecto o que resaltan los aspectos que se desean realzar.

En ese estado casi como de preparación al trance hipnótico lo que se ve y lo que se oye tiene una mayor repercusión.

Y muchas veces lo que se ve en la pantalla, o en la mayoría de las películas que se ven en la pantalla contiene aspectos casi idílicos. Él es guapo, ella es guapa, los niños son casi siempre obedientes, la casa casi siempre está ordenada  y limpia, la casa es luminosa grande y espaciosa, el protagonista siempre encuentra aparcamiento aunque sea en el centro de la ciudad, la mesa del bar o del restaurante siempre da a la ventana donde hay la mejor vista, el lavabo siempre está limpio y no hay que hacer cola, etc.


Eso es lo que yo denomino el engaño del cine.
Un dulce engaño porque también a mí me gusta el cine y mucho.

Tengo un hermano director de fotografía y cámara y a través de él he conocido parte del cine desde detrás de la cámara y sé también a través de él de los entresijos del lenguaje visual y de lo que se busca en cada plano, en cada situación y sé, y no solo a través de él cómo el cine es a veces una gran mentira que busca ser creíble y como justamente su arte es arte cuando lo consigue.

Si me gusta el cine me gusta mucho el cine aunque sea muchas veces un engaño, un adorable engaño.
Es un arte, el séptimo arte.


lunes, 8 de septiembre de 2014

My minds sueltas



Si yo vivo en el mundo y lo que vivo en el a través de las experiencias me permite tomar conciencia de mí mismo pensar pues que el Universo, del que yo simplemente soy una reproducción holística en miniatura suceda algo parecido puede ser algo coherente y consustancial.

Creo sinceramente que es así pues.

También el Universo, al igual que yo, está tomando conciencia de sí mismo.


Los movimientos de expansión y contracción equivalentes a la sístole y a la diástole del corazón quizás reproducen a escala mayor los valores de la conciencia, es decir expansión y contracción, creando así al mismo tiempo una paradoja.

Paradoja entendida como que cuando adquiero conciencia me siento expandir y cuanta más conciencia adquiero más me siento una única y pequeña cosa con mi centro.
Son los dos opuestos perfectamente armonizados.

Una de las preguntas que se suele poner el hombre cuando piensa en cuántos seres humanos somos en el planeta, es decir cuando nos cuestionamos cuántos somos pensando en términos de reencarnación es el de si somos un número finito de almas viviendo o habiendo vivido esta experiencia de conciencia.

Yo, como cualquier ser humano también me he hecho este cuestionamiento.

No tengo la respuesta, pero la respuesta que me he dado a mí mismo es que la cuestión la observamos desde un enfoque que no nos permite encontrar la respuesta satisfactoria.
Es decir desde términos de unidades separadas en vez de en términos de conjunto.

Así si pensamos en el Universo en concepto de información y de conciencia, es la cantidad finita o no de seres y que es la cantidad que permite tener un número suficiente de elementos para tener el valor suficiente que le permite tomar conciencia de sí mismo.

Es como decir que se podrían contar los granos de arena de un desierto o la cantidad de gotas de agua que forman toda la masa de agua de nuestro planeta.

Es un número infinito pero tal vez finito y eso es una consecuencia directa de la ley de la paradoja que es una ley básica en el universo.

 
Si pensamos en el Universo en concepto de conciencia quizás entendamos que hay otra forma de entenderlo.

Este nuevo planteamiento nos lleva más allá de los confines y nos permite traspasar nuestro paradigma antiguo, es decir el de la separación y el individualismo y proyectarnos a uno nuevo donde no es la individualidad sino la colectividad formando una única unidad lo que realmente cuenta.


Una gota de agua no es el océano, pero el océano está en una sola gota de agua y el océano mismo está formado por incontables pero contables gotas de agua.


Retomando el concepto holográfico del Universo me dijeron el otro día y estoy totalmente de acuerdo.

Me dijeron: “Yo como universo acabo en mi piel y la piel está hecha para darme forma pero también para ser acariciada y seguramente para tocar otras pieles”.

Será entonces más cierto aquello que un piloto de caza norteamericano oyó decir por sus auriculares de manera clara y en perfecto inglés como respuesta a las preguntas que telepáticamente hacia a quien él pensaba que debía de tripular el OVNI que estaba divisando ante él:


“¿Quiénes sois de dónde venís y qué es para vosotros Dios?”

Y le respondieron:

“Os sorprendería saber que todo el Universo está plagado de vida. Venimos de un planeta que vosotros llamáis Venus y para nosotros Dios es la Mente Universal que instruye y coordina más de 150 billones de universos”.


Yo no soy yo solo, yo soy parte de la humanidad y la humanidad en una parte que está formada también por mí.

Yo no soy mi pensamiento pero todo yo soy la suma de todos ellos.
…al igual que tú.

Y al igual que nosotros hay muchos otros seres pensantes…


viernes, 15 de agosto de 2014

Cosas cotidianas



Cosas cotidianas

Muchas veces me ha ocurrido con mi compañera de vida.
Algunas veces, no muchas también me ha ocurrido con compañeros de trabajo.
Pienso que no solo a mí, sino a muchas personas les ha ocurrido lo mismo.

Piensas en hacer una cosa, piensas en decir una cosa o sencillamente cantar una melodía y la otra persona, la que está adelante tuyo o a tu lado así como por arte de encantamiento se adelanta y hace, dice o canta lo mismo que se pensaba hacer, decir o cantar.

Es una magia de la vida.

 
Siempre me he preguntado, en estos casos quien es el que lanza el deseo de hacer, decir o cantar por primero y quién es receptor de ello.
Se puede llegar a saber pero no es ni lo más importante ni lo más fácil.

Cuento esto porque durante estos días y haciendo un viaje volví a revisionar un film-documental que hacía tiempo había visto.

Se trata de “This Is It“ de Michael Jackson. Hacia el final hay una escena que me ha hecho recordar esta magia de la vida.

 
En un ensayo, y solo ante su cuerpo de baile y colaboradores, Michael canta uno de sus éxitos. 
Viéndolo sus compañeros hacen exclamaciones de júbilo y de alegría, están viendo a su ídolo. 
Michael canta para ellos con la misma intensidad y entrega como si del concierto se tratase aun siendo un simple ensayo más.

Quién es, me preguntaba viendo la escena, el que insufla ánimos al otro, Michael a sus fans, o sus fans a él.
Es una retroalimentación mutua, no tengo dudas al respecto, uno lleva en volandas al otro y el otro al uno. Algo así a como expresaba en la interrelación cotidiana.

Lo que reflexionaba es que quién empieza a girar esa rueda es Michael, que es quien se entrega o quien se entregó con pasión a su pasión. 
El resto es el giro de la rueda que aumenta y en su movimiento y no tal vez en ese momento filmado, a veces es uno que eleva al otro y a veces es el otro que eleva al uno.
Quizás lo importante es hacer por poner en marcha esa rueda.
Es mi parte de responsabilidad.

Así pasa en los eventos deportivos y con los seguidores…
Así pasa también en el amor de pareja…
Así pasa en las interrelaciones humanas…

 
La vida es lo más grande que tenemos, pues en realidad es lo único que tenemos junto a las experiencias que ésta nos da.