domingo, 10 de julio de 2011

FC o mejor DFC


Qué gente como él haya estado entre nosotros nos dignifica porque fue alguien digno.
Que gente como él nos la quiten habla mal de los humanos, tanto por el que o por quienes nos los aparta tanto por el hecho de que nos quedamos un poco huérfanos.
Gente como Facundo Cabral, mejor dicho como Don Facundo Cabral hacen que la humanidad siga viva
Lo mejor que puedo hacer en mi blog, como homenaje es recordar cosas que dijo, cosas que cantó, cosas que sintió.
Gracias por haber existido DFC
¡Que lástima que ya te fuíste¡ 

 
“Está el silencio de la mente en calma y también el cobarde silencio que guarda aquel que no quiere comprometerse, dejarse ver y que lo tilden de incómodo, malo o incluso enemigo y otras cosas mas. hay entre ambos silencios un abismo inmenso, porque hay cosas, hechos, actitudes que deben ser denunciadas en voz alta y sin miedo a represalia alguna, pues, será el cielo que, en última instancia nos hará perfecta justicia. ¿Que miedo, pues, hemos de tener? Ninguno. La muerte no existe como tal y sólo muere en cierta forma, aquel que cobardemente no cumple con los dictados de la Conciencia. Dentro de la prudencia de no inmiscuirnos  en lo que no es asunto nuestro, deberíamos tener la valentía de hablar sin miedo acerca de lo que si nos compete y además de aquellos asuntos familiares, sociales, laborales, etc., que nos son más cercanos..., la humanidad entera es competencia nuestra...”.

"Puedo decir descaradamente que soy un tipo libre y feliz".
- "La gente es todo lo vieja que quiera ser. He visto algunas muchachas con 20 años y estar totalmente envejecidas, por el contrario, conozco a una muchachita con 83 años, Teresa de Calcuta, que nos enseña a vivir todos los días".
- "Escapa de los que compran lo que no necesitan, con dinero que no tienen, para agradar a gente que no vale la pena".
- "La pobreza no es una virtud, salvo que favorezca tu libertad".
- "Fuera de la felicidad son todos pretextos, tenemos que ser felices".
- "Doy la cara al enemigo, la espalda al buen comentario, porque el que acepta un halago empieza a ser dominado; el hombre le hace caricias al caballo pá montarlo...".
- "El que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada".
- "Fui analfabeto hasta los 14 años, por eso cuando me dicen 'no puedo', yo les digo 'no jodas'".
- "La sociedad humana está tan mal por las fechorías de los malos, como por el silencio cómplice de los buenos".
- "Tienes un cerebro como Einstein, tienes un corazón como Jesús, tienes dos manos como la Madre Teresa, tienes una voluntad como Moisés, tienes un alma como Gandhi, tienes un espíritu como Buda. Entonces, cómo puedes sentirte pobre y desdichado".

Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho, si digo "manzana" no es la maravilla innombrable que enamora el verano, Si digo "árbol", apenas me acerco a lo que saben las aves; el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro. Sé que la palabra no es el hecho, pero sí se que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre, y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo, continuando el poema que mi padre comenzó con algunas palabras.

Nacemos para encontrarnos (la vida es el arte del encuentro), encontrarnos para confirmar que la humanidad es una sola familia y que habitamos un país llamado Tierra. Somos hijos del amor, por lo tanto nacemos para la felicidad (fuera de la felicidad son todos pretextos), y debemos ser felices también por nuestros hijos, porque no hay nada mejor que recordar padres felices.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la Tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Además, el universo siempre está dispuesto a complacernos, por eso estamos rodeados de buenas noticias. Cada mañana es una buena noticia. Cada niño que nace es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor es un soldado menos, por eso hay que cuidarse del que no canta porque algo esconde.

Eso lo aprendí de mi madre que fue la primera buena noticia que conocí.

Se llamaba Sara y nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa.

De mi madre también aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo, ahora mismo, le puedes decir basta a la mujer (o al hombre) que ya no amas, al trabajo que odias, a las cosas que te encadenan a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida, ahora mismo le puedes decir "basta" al miedo que heredaste, porque la vida es aquí y ahora mismo.

Me he transformado en un hombre libre (como debe ser), es decir que mi vida se ha transformado en una fiesta que vivo, en todo el mundo, desde la austeridad del frío patagónico a la lujuria del Caribe, desde la lúcida locura de Manhattan al misterio que enriquece a la India, donde la Madre Teresa sabe que debemos dar hasta que duela.

Caminando comprobé que nos vamos encontrando con el otro, lenta, misteriosa, sensualmente, porque lo que teje esta red revolucionaria es la poesía. Ella nos lleva de la mano y debajo de la luna, hasta los últimos rincones del mundo, donde nos espera el compinche, uno más, el que continúa la línea que será un círculo que abarcará el planeta. Esta es la revolución fundamental, el revolucionarse instantáneamente para armonizar con la vida, que es cambio permanente, por eso nos vamos encontrando fatalmente para iluminar cada rincón.

Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozaste la más grande alegría ni sufriste el más grande dolor. Vacía la copa cada noche para que Dios te la llene de agua nueva en el nuevo día.

Vive de instante en instante porque eso es la vida. Me costó 57 años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento?
Se gana y se pierde, se sube y se baja, se nace y se muere. Y si la historia es tan simple, ¿por qué te preocupas tanto?

Sus palabras llevan la fuerza de aquel que hizo de su vida un fluir constante del elixir de la vivencia y la reflexión.

Hoy es un Nuevo Día parte 1






Hoy es un Nuevo Día - parte 2





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