lunes, 6 de abril de 2020

Como en Fuenteovejuna, ¿todos a una?


Hace tiempo publiqué este escrito en este blog: 

"De cardumen, de noosfera y otras cosas

En el mismo ahondaba en el concepto de unión en la masa.
Hoy quiero retomarlo y profundizar un poco más.

Esa unión, o la desunión en la unión, es inherente a la co-creación, sencillamente por el hecho de ser y de estar.

Esto me hace pensar en el concepto de “Egregor” que no es más que la fuerza que se crea de unir las fuerzas, de pensamiento, de intención de un grupo. 
Fuerza que se puede crear de manera consciente o inconsciente.


Una forma inconsciente es, por ejemplo, la fuerza que se crea con la fuerza de pensamientos de los asistentes en un estadio de fútbol o en un concierto de música pop.

Una forma consciente es, por ejemplo, la fuerza que se crea cuando un grupo se une para hacer oración, meditación o sanación.

Hay un momento de escena muy bueno en una película muy buena que lo refleja.
La película a la que hago referencia es “AVATAR”.

La escena a la que hago referencia es la que, en varias ocasiones se ve, al pueblo, a los pies de un árbol, todos en una misma sintonía y en un mismo intento cantan, a modo de rezo, entrando en una especie de catarsis.
Y lo hacen para invertir la situación que les está llevando al aniquilamiento.


En nuestra realidad siempre acaban manifestándose los verdaderos demonios o ángeles que llevamos dentro, ángeles y demonios que se manifiestan por las acciones y/o los pensamientos.

Lo que emitimos atraemos, es una ley.
Por eso es tan importante hacer que sea lo mejor de cada uno, la sintonía interna con lo más elevado de cada uno, lo más importante.

Viendo la realidad que me rodea, especialmente en estos tiempos convulsos de pandemia mundial    -yo añadiría casi de pre-apocalípticos-   queda demostrado que si bien, somos todos uno, cada uno, con sus unos, tira para su monte.

Ahora, que nosotros como humanidad vivimos una situación complicada y que anuncia más complicaciones en el futuro inmediato, pienso que esa unión es la que nos ayudaría, como fuerza cohesiva, a ir en una misma dirección.

Toda la vida se basa en la interacción de todos los procesos de todas las especies, y no especies, que interactúan ya en unión.

Nosotros los humanos, quizás desaparezcamos, justamente porque no hacemos nada de ello, al menos en la totalidad que no en pequeños grupos.
Pienso quizás que éstos últimos son los que ayudan a sustentar esta realidad y que, mientras exista, da la posibilidad a una posible mejor posibilidad de futuro.

Quizás es inevitable y debe pasar todavía un tiempo para llegar a ese nivel.
Quizás es inevitable, que parezca inevitable lo que debería ser evitable si todos fuésemos realmente como en Fuenteovejuna, ¡todos a una¡


La clase política, en la actualidad, no es una fuerza de cohesión.
Han mirado y miran principalmente otros intereses.
Sobre ellos recaen sospechas, críticas y no generan confianza ya que sus acciones, sus palabras, no edifican ni ayudan a edificar, sino todo lo contrario.
En aspecto direccional no hay liderazgo.

Me da la sensación que incluso los humanos vamos por grupos en diversas direcciones.
Ahora, en este tiempo de pandemia, hay quien aprovecha o intenta aprovechar solo en función de sus intereses, toda esta situación.
Hay, mala fe en acciones, pero como también hay acciones de una bondad que estremece.

Tiempos curiosos, tiempos definitivos, tiempos únicos.
Tiempos de desorden en el que hemos de activar nuestro discernimiento confiando en nuestras intuiciones.
Pensando por nosotros mismos.
Pensando e imaginando que esa individualidad, se une a la verdadera y mas bella intención de la individualidad de cada una para que ese entretejido creado entre todos pueda crear la mejor posibilidad posible.
Algo así como la imagen de la película Avatar. 


En fin, My Minds mías ya que solo puedo crear con mi pensamiento.

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