miércoles, 25 de mayo de 2011

Algo más que personal

Siempre he pensado que cuando una persona se abre queda vulnerable.
Es algo así a como cuando se abre una flor y al igual que la flor, sí el alma abierta no se la toca con delicadeza queda expuesta a sentir daño, mucho daño.
Protegerse es innato.


Sin embargo, paradoja de paradojas, esa fragilidad es la base de la omnifuerza.
Yo aún no he aprendído del todo a sentir esa fuerza y aún me protejo.
Quizás por eso la rosa   -simbolo de la Madre Tierra-  es tan hermosa y tiene espinas porque en este mundo se convive con la dualidad
La vida me da regalos, a veces me ha dado la espina, a veces la rosa y en estos días he recibido la rosa.

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