jueves, 21 de mayo de 2020

No hay nada nuevo bajo el Sol, todo ya está inventado.


La pandemia del COVID 19 está llegando, según parece, a su fin.
Al menos eso es lo que parece, al menos eso es lo que dicen.

Una pandemia como esta ya ha pasado en el pasado.
Una pandemia como esta, seguramente, volverá a pasar en el futuro.
Nada nuevo bajo el Sol.


Sobre lo que ha ocurrido he leído y escuchado muchas opiniones.
No voy a repetirlas.
Por eso no voy a decir lo que muchos ya han dicho y que ha sido:
  • Manipulación orquestada por el poder oculto en la sombra para dominio y esclavitud del ser humano.
  • Un paso más en la agenda que llevará al hombre a ser micro-chipeado.
  • Un negocio de las multinacionales farmacéuticas para seguir ganando más dinero.
  • Una estrategia china para dominar los mercados mundiales.
  • Efecto del aumento de la radiación a causa de la implantación del 5G.
  • Una transmisión por zoonosis.
  • Un fallo de un laboratorio que experimentaba con virus a efectos de guerra bacteriológica.
  • Castigo Divino.
  • Un paso más y totalmente natural de la evolución de la raza humana.
Sea lo que sea ha pasado y, después de todo, he sacado mi propia conclusión que por supuesto no voy a repetir.

Por lo tanto, no voy a repetir lo que ya dije cuando, en este mismo foro, incluía un vídeo de un buen amigo mío en el que se divulgaba que este virus era efectivamente un virus de laboratorio de investigación con fines militares, un virus que escapó accidentalmente.

Decía también que en este tiempo seres multidimensionales   -los definimos Dioses-   han estado, como siempre lo han hecho de una manera silenciosa y discreta, interviniendo directamente en este tiempo.
No sabemos ni de qué forma ni de qué modo y que, sin duda, están preservando la existencia de la raza misma y que, en este tiempo, está la semilla de una nueva generación de humanidad.

En fin, nada nuevo bajo el Sol, ni siquiera en mi modo de expresarme cuando decía que no iba a repetir lo que, sin embargo, si he repetido, parafraseando así discursos públicos de gente pública.

Pero ahora que, con este escrito, cierro mi serie dedicada a los escritos desde el confinamiento, ahora que la pandemia está, parece ya acabando, quiero añadir solo unas reflexiones.


Al entrar en este tiempo, dado que todo se paralizaba y el planeta quedaba en días limpio de contaminación, días en los que los animales ocupaban las ciudades desiertas, pensaba que podría vivirse como un reset general.
Un pararnos y reflexionar sobre a dónde habíamos llegado y cómo es que habíamos llegado hasta aquí.

Reconozco que era una visión muy infantil.
Algo así a como los niños, que cuando se acaban las vacaciones preguntan inocentemente por qué no éstas se prologan todo el año, ya que no entienden la cotidianeidad, a veces tan absurda, que no deja hacer lo que gusta, de la manera que gusta y todo el tiempo que guste hacerlo.

Y es que un niño no entiende porque la vida no es una fiesta continua.

Y la verdad es que hubiera, y digo hubiera porque me imagino que eso no va a suceder, repito, hubiera sido magnifico que todos sin excepción hubiesen/hubiésemos parado y reflexionado.
No ha sido así, al menos a escala global.

Quizás si lo ha sido a nivel individual el que muchas personas, si habrán reflexionado y se habrán hecho cuestionamientos acerca de algunas de las cosas de las que entre las muchas se han dicho.

Un ejemplo, la nueva tecnología del 5G y su implantación.

Voy por partes.

En estos días he aprendido que el virus no es más que la respuesta del cuerpo humano que elabora una información de nueva adaptación a un cambio en el medioambiente.

https://www.youtube.com/watch?v=lUpAA5tlAiU

Un ejemplo que confirmaba este hecho es el de una planta arbórea que al ser comida por primera vez por un animal desarrolló un virus que a través de las raíces “contagió” con esa nueva información a los de su misma especie para que, a partir de entonces, desarrollaran espinas.

En el hombre es lo mismo. 
Un virus es una fuente de contagio porque lleva implícito la información de una adaptación a algo nuevo.

Hubo un estudio que relacionaba pasadas pandemias de la historia de la humanidad con los cambios que las nuevas tecnologías ya que a su vez propiciaban cambios electromagnéticos.
Es, en todo caso, muy coherente.

Ahora un estudio relacionaba estadísticamente el nivel de contagio de las antenas 5G con la pandemia. 
Dados los antecedentes y la actualidad creo que es cierto.


Ahora, hay mucha gente que está sensibilizada en lo concerniente al 5G y creo que es muy loable y bueno.

No obstante, si lo analizamos objetivamente, muchos de los “inventos”, o sistemas de vida instalados y "aceptados" que han hecho avanzar a la humanidad habría que revisionarlos y cuestionarlos como se hace actualmente con el 5G.

No voy a enumerarlos, así que no voy a decir, por ejemplo:
  • La combustión del petróleo.
  • La energía atómica.
  • La fumigación de los alimentos.
  • El procesamiento industrial.
Todo ello ha sido y está siendo un atentado contra la salud que nos ha llevado a este estado de debilidad inmunológica en el que actualmente estamos.


Como dice mi buen amigo Giovanni Colombo, alejarnos de la naturaleza nos ha vuelto antinaturales y, el único camino de regreso es el de volver a la naturaleza.
Volver a contactar, a sentir la naturaleza, volver a vivirla e integrarse en ella armónicamente.
A fin de cuentas, los virus son algo natural, aunque se les manipule, pero eso ya es otra conversación.

Si, hubiera sido hermoso haber hecho un verdadero examen de autoconciencia y aprovechar ese hundimiento como un relanzamiento hacia una nueva forma de ser, de pensar, de existir.


La esperanza es que, los que lo hayan hecho, que sin duda los habrá, van a ser el germen, la semilla de ese cambio, porque, el cambio es y será inevitable.


Tanto para que sea una u otra cosa no hay nada nuevo bajo el Sol ya que todo está inventado…, aunque esto sea y es discutible.

En fin, My Minds mías en tiempo de desaceleración del confinamiento por la finalización de la pandemia.


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