De película 11

En 1997 se proyectó una muy buena película.

Evidentemente decir una muy buena película es solo una apreciación personal.

Pero, en fin, una muy buena película por varios factores.

Los actores, la interpretación, el lenguaje visual y, sobre todo y a mi juicio, la trama.

El titulo original:  “The Devil’s Advocat“. En castellano: “El Abogado del Diablo“.

https://www.youtube.com/watch?v=U9K84ez9FPw

La trama

La película está protagonizada por Al Pacino y Keanu Reeves.

En ella se destaca la ambición del hombre por el dinero y la fama, y enseña que la vida posee diferentes caminos, dependiendo el que uno escoja, tendrá un resultado basado en dicha elección.

Por lo tanto, para elegir el rumbo del destino, el hombre debe tener sabiduría, dado que Dios nos ha dado la libertad del libre albedrío como forma de individualidad.

Kevin Lomax (Keanu Reeves) es un joven abogado que nunca ha perdido un caso y posee un fuego interior que le lleva a pensar en ganar siempre.

No acepta la derrota. Su ambición no tiene límites.

Esto hace que una firma de prestigio en la ciudad de New York, le contrate como abogado-socio de dicha oficina.

Cuando Kevin se encuentra con John Milton (Al Pacino) quien es el jefe de dicha firma de abogados, dialoga su oferta solicitando un contrato bien jugoso en términos monetarios a lo que John Milton le dice que el dinero no es problema.

Lo que le preocupa, es cómo el joven podrá lidiar con la presión a que pueda verse sometido; por lo que Milton recurre a su pecado favorito: La vanidad.

Esto lleva a Kevin a la arrogancia, al engreimiento y a una expresión exagerada de la soberbia donde descuidará atender a su esposa Mary Ann (Charlize Theron) quien es la única que se ha dado cuenta que algo diabólico existe a su alrededor, mientras ella va cayendo enferma de alucinaciones y esquizofrenia hasta quitarse la vida.

Mientras esto sucede, Kevin acude al encuentro con John Milton donde surge un diálogo bastante interesante, donde le manifiesta su verdadera identidad (Satán), y necesita de Kevin para engendrar al que será el Anticristo para que reine en el siglo XXI.

Ahí, Kevin se suicida rompiendo toda la cadena y regresa al punto inicial como si todo fuera una pesadilla de mal gusto.

Hasta ahí la trama de esta película que he querido presentar para exponer el concepto que quiero desarrollar en esta My Mind y que tiene que ver justamente con este polo de la realidad.

¿Quieres seguir mis razonamientos y reflexiones?

Adelante vamos…

...Vamos a ver distintas piezas y luego las encajamos.

Pieza para encaje 1

Hay una frase que me impactó en su día:

“La victoria más grande de Satanás es haber hecho creer al mundo que Él no existe”.

Yo he conocido personas que han comentado haber tenido “encuentros” con esta energía o, mejor dicho, con manifestaciones de esta energía.

No pongo por tanto en duda su existencia.

Existencia que, viéndolo desde un punto de vista holográfico, cumple un programa en el paradigma de la dualidad.

Su “acción” es un polo de contraste que permite, a través de la danza armónica de los opuestos, encontrar la síntesis en el punto medio de los equilibrios que, como valor opuesto, encarna.

Si tengo día y tengo noche, llego al concepto de tiempo.

Si tengo frío y tengo calor, llego al concepto de temperatura.

Si tengo arriba y tengo abajo, llego al concepto de espacio.

Si tengo bien y tengo mal, llego a la conciencia y tengo su valor.

Es la ley.

Es como si la Suprema Inteligencia, arquitecto del todo, usa los ingredientes para un fin supremo y aplicable a todo lo Universal, la conciencia en clave de desarrollo.

Una espiral es expansiva o inclusiva según nos desplazamos hacía afuera o hacia dentro en ella.

Por consiguiente, una espiral no es una cosa ni otra.

Una espiral sencillamente es.

Hacia afuera o hacia adentro es solo una elección individual de desplazamiento a través de ella.

Pieza para encaje 2

Ya que la realidad es un fractal es entonces que podemos decir que lo que está afuera está también adentro.

Es por eso que tenemos, en tanto que seres humanos, la parte ángel y la parte demonio, o, dicho de otro modo, la parte luz y la parte sombra, la parte constructora y la parte destructora.

Y eso en base a la realidad de que, al ser a imagen y semejanza, antes he dicho fractal, de la Mente Creativa, todos los valores están también en nosotros.

Es decir, si somos una imagen y semejanza de la realidad que nos ha hecho reales, del mismo modo que en el Universo están las dos fuerzas opuestas, es así que ambas fuerzas opuestas deben estar también en nosotros.

Y, de la misma manera que la Mente Universal contiene a ambas, en igual medida nosotros, en nuestra escala somos ambos valores pero, ante todo somos la conciencia que se manifiesta y se desarrolla mediante la expresión de ambos valores.

Ello nos lleva a la certeza de que el diablo, aun a pesar de existir, forma parte intrínseca de la realidad de la Realidad y que en igual manera ocurre con cada uno de nosotros.

Pieza para encaje 3

El presidente Eisenhower, cuando era presidente, tuvo un contacto con Conciencias no de este mundo.

En ese encuentro dichas conciencias extraterrenas le comentaron, entre otras cosas, lo siguiente:

“Si el uso de la energía nuclear se sigue desarrollando para fines de control, de dominio, para fines bélicos nosotros no podremos impedir que venga a visitaros otras conciencias que pueden esclavizaros para sus fines…

Si la evitáis, os ayudaremos en muchos aspectos.

Si no lo hacéis nada podremos hacer”

(Nota: La película “Ultimátum a la Tierra” es un reflejo de ello)

Suena fuerte, pero tiene mucha lógica y me explico.

Como punto de partida tomo como base el siguiente axioma:

Lo que está afuera resuena con lo que está adentro.

Lo que está adentro resuena con lo que está afuera.

Por resonar entiendo como un eco, como una manifestación fractal, que no es más o menos que casi la misma forma a distinta escala.

Tenemos pues que, destruir el núcleo del átomo para liberar la enorme energía acumulada y hacerlo con fines destructivos y de dominio es actuar afuera provoca un reflejo, a modo de eco en nuestro interior.

Hay destrucción y desintegración en la materia externa, como hay también, y, por consiguiente, destrucción interna en el interior.

El hombre desde que ha llegado a destruir la materia, ha destruido en igual medida y a diferente escala algo en su interior, y eso es efecto de una Ley Universal.

(Nota: La Leyes Universales son como reglas de juego ni más ni menos reglas que rigen y regulan este juego llamado existencia)

El universo trabaja, entre otras formas, en clave de resonancia y de magnetismo lo que a su vez genera la atracción.

Atracción tanto en valores materiales físicos como sutiles y etéricos.

La atracción es en ambos casos, o sea, tanto en valores opuestos como en valores semejantes.

Por ello, cuando a Eisenhower le comentaron lo que le comentaron estas conciencias extraterrenas no hacían más que anticipar de modo expresado lo que por resonancia la ley en el futuro iba a aplicar.

Le añadieron también que Ellos no podían hacer nada ya que, la elección era una cuestión propia y personal que trae acarreada la responsabilidad propia asumida.

Pieza de encaje 4

Decía que lo que está afuera está adentro y lo que está adentro está afuera.

Lo que pasa a fuera es en buena medida un reflejo del interior.

Nada, ni nadie es responsable externo de lo que elegimos.

Y, de la misma manera que en la psicología evolutiva se aplica como principio de sanación, asumir la propia responsabilidad es un paso a la madurez psíquica y emocional.

Ya que decía, y ahora vuelvo a repetir una vez más que el universo es fractal, tenemos entonces que, si en el universo existen las dos fuerzas y la resultante armónica del equilibrio entre las dos, y existe también una fuerza superior por encima de ellas, es que en base a ello que digo que el hombre es lo mismo.

Como hombres tenemos la capacidad destructiva y la capacidad constructiva y somos, al mismo tiempo, la conciencia que está por encima de esos dos valores y/o capacidades.

Está a nosotros hacer prevalecer una u otra.

Recupero un escrito de Rudolf Steiner (1861-1925) y que dice lo siguiente:

"En el futuro eliminaremos el alma con medicinas.
Bajo el pretexto de un "punto de vista saludable" se encontrará una vacuna por la cual el organismo humano será tratado, lo antes posible, probablemente directamente ya al nacer, para que el ser humano no pueda desarrollar el pensamiento de la existencia de alma y Espíritu.
A los médicos materialistas le será confiada la tarea de eliminar el alma de la humanidad.
Como hoy, se vacuna a la gente contra una u otra enfermedad, así también en el futuro, se vacunará a los niños con una sustancia que podrá producirse precisamente de tal modo que la gente, gracias a esta vacunación, serán inmunizados y poder ser sometidos ante la "locura" de la vida espiritual.
Sería extremadamente inteligente pero no desarrollará conciencia y ese es el verdadero objetivo de algunos círculos materialistas.
Con tal vacuna, puedes hacer fácilmente que el cuerpo etérico se desprenda del cuerpo físico.
Una vez desprendido el cuerpo etérico, la relación entre el universo y el cuerpo etérico se volvería extremadamente inestable y el hombre se convertiría en un autómata, porque el cuerpo físico del hombre debe ser educado en esta Tierra con voluntad espiritual.
Así que la vacuna se convierte en una especie de fuerza arimánica; el hombre ya no puede deshacerse de un sentimiento materialista dado. Se convierte en materialista de constitución y ya no puede elevarse hacia lo espiritual.

¿No tiene este posible futuro un aspecto diabólico?

Encajando piezas

Atraer qué fuerzas es una cuestión única y absolutamente personal, tanto individual como colectiva. 

Eso es lo que explica el hecho de que es la suma de decisiones individuales de cada uno en su individualidad, así como en la suma del colectivo al que cada uno se siente vinculado, lo que genera una realidad u otra.

Muchas veces me he negado a aceptar la idea de que gente en la sombra pueda programar milimétricamente una agenda de actuación que siga una hoja de ruta invariable y determinista.

En base a esto que he explicado, y que ha sido una reflexión intima, es como he entendido que las voluntades, el deseo, son los que generan la concatenación de eventos que se manifiestan como si esa agenda estuviese, a priori, orquestada.

Somos nosotros en nuestro intimo sentir los que propiciamos las sincronicidades que después se materializarán propiciando la manifestación de acontecimientos.

Se denomina casualidad lo que en realidad no es más que el efecto de una caUsalidad y esto es válido para cualquiera de los dos polos. 

Un buen amigo me hablaba de “Los Nueve”, me decía que eran 8 deidades que juntos forman una unidad, que es el nueve. A continuación su vídeo:

LA CONFEDERACIÓN DE MUNDOS, EL CONSEJO DE LOS NUEVE

https://www.youtube.com/watch?v=69BELbORATU&t=1s

Me decía también que para estos seres     -seguramente los que inspiraron el encuentro a aquellos que con Eisenhower se encontró-     que al igual que los seres humanos que tenemos dos extremidades, el equilibrio es el resultado de la unión armónica de ambas polaridades y que eso era estar centrado.

Esa conversación con mi buen amigo inspiró en buena parte esta reflexión.

Piezas encajadas

Y qué tiene que ver esto con el Diablo y con la película que originó este escrito.

Esa energía tiene una manifestación visible tangible porque se crea un efecto de correspondencia entre ser reclamado o ser nosotros a reclamarla.

La película la enmarco en esas que parecen estar destinadas a “decir” algo.

En todo caso no deja indiferente.

Como desarrolla la trama del film el protagonista, tras el encuentro con quien encarna la fuerza destructiva escoge en su libertad y ahí radica la clave y el quid de la cuestión.

Y escribo todo esto en el convencimiento de que, llegando a un fin de ciclo de tiempos, un choque de fuerzas se está dando, algunos lo definieron por la batalla de Armagedón, que tiene su manifestación en aspectos tanto físicos como sutiles.

Batalla de Armagedón que no es más que el punto de choque de ambas fuerzas. 

Y es entonces que está a cada uno de nosotros hacer nuestra elección individual para que ésta se sume a la del colectivo que resulte de las individuales de cada uno y ese resultado de esa intención sea la que se materialice.

Es muy sencillo y simple, yo, tú, él, nosotros, todos elegimos.

Es cuestión de elección.

Metafóricamente un halo de esperanza.

Una diminuta luz es visible de noche en la distancia.

Un diminuto punto negro, en un enorme paisaje pletórico de colorido es muy, muy difícil localizarlo.

Se puede deducir pues que la luz es más potente que la obscuridad. 

En fin, My Minds mías en tiempos de final de ciclo de tiempos.