miércoles, 25 de marzo de 2020

Ver para creer, y como vi creí, y como veo creo


A finales de los 80 asistí a una presentación multitudinaria de una nueva línea de negocio.
Al evento, y acompañado de una buena amistad de aquel tiempo, asistieron unas 600 personas que abarrotaron una gran sala de eventos.

Los conferenciantes presentadores eran un grupo de españoles, los pioneros en la introducción en el mercado español del nuevo sistema y uno de los alma-mater y co-creador del negocio venido desde América para la ocasión.

Este personaje, todo un showman, monopolizó la reunión dos terceras partes del tiempo.
Elegancia, prestancia, don del habla, simpatía, buena voz, perfecta medida del tiempo… lo tenía todo. Fue impresionante.

Pero, hubo algo que me impresionó más.

Asistí por interés personal, quería saber de qué iba aquello. Mi pensamiento solo estaba en “escuchar”.
Sin embargo, “vi” algo, mejor dicho, percibí algo que no me esperaba para nada y que me impactó.


En un momento dado y mientras mi mirada seguía los movimientos y las expresiones del protagonista del evento vi claramente que, como si medio en neblina mi visión de él veía transformarse su presencia en la forma de un animal, parecido a un dinosaurio tipo T. Rex.

Una gran cola posterior que, moviéndose, barría el escenario mientras se desplazaba con enormes patas traseras.
Me froté los ojos varias veces. No daba crédito a lo que veía.
No sentía miedo con lo que observaba.
Estupor, sorpresa, pensaba que estaba alucinando.

Sentía dos emociones diferentes y, ahora que lo recuerdo, me siguen aflorando de igual manera ya que la visión nítida regresa a mi recuerdo como si fuese ahora mismo.

De un lado la sorpresa de la visión.
De otro lado cierta sensación de rechazo de ver lo que veía.
Duró unos minutos.
Pensé que era una alucinación mía.

Al salir, acompañé a mi acompañante a su casa, fue un trayecto de media hora, ambos vivíamos lejos.
La charla fue acerca del negocio y nuestras reflexiones sobre ello.
Ya al llegar a destino no pude más y le comenté que había visto algo que no sabía explicarle/me.
Mi sorpresa fue que él había visto lo mismo.

El tiempo que ha transcurrido, lo que he sabido y he conocido me han permitido, como si de un puzle se encaja, ver que aporta esa experiencia a mi comprensión de la realidad.

Vaya por delante antes de escribir esta mi MY MIND declarar que cuanto expreso, digo y cuento son experiencias y reflexiones personales sin más ánimo que dejar traza de ellas en la ilusión que puedan ser, espero de utilidad para el puzle de cada uno.

Existen fuerzas que están por encima de nosotros.
Existe un plano energético y nosotros, en la materia, somos algo así como cuando un objeto la sombra que proyecta un objeto iluminado.

Relatando esta historia quiero decir que es hombre era un reptiliano, no en absoluto. Pero si que ese hombre y la experiencia que tuve me permitió comprender esto que he expresado.

Por encima de nosotros existen fuerzas de una y otra naturaleza que, siempre dependiendo de nuestra decisión íntima y personal, nos manipulan y se manifiestan a través de nosotros.
Esto me ha permitido comprender que los políticos, los hombres de decisión, los hombres mundanos, tu, amable lector y yo podemos ser instrumentalizados en mayor o menor medida por estas fuerzas.

En esta situación que ahora vivimos, ¿es ocasionada voluntariamente por una agenda de poder oculto?
Puede que si puede que no.

Lo que no me cabe la menor duda que, en la medida en la que cada uno de nosotros desde el más arriba, hasta el de más abajo, tomen sus decisiones en su íntimo secreto, todo irá en una u en otra dirección.

En estos días leía las declaraciones en su discurso del presidente de El Salvador.


En estos días leía las declaraciones en su alocución de algunos políticos instando y referenciando al hecho de que la población mundial de una cierta edad ya no tiene su lugar en el mundo y que debían de auto inmolarse o sencillamente desaparecer.


Si pudiese verlos, de la misma manera que vi a quien ya he escrito que vi, ¿qué habría visto?

Ya que hablamos de fuerzas que sentimos, pero no vemos, es en esa clave que lo más sabio que he leído acerca de cómo vivir, no solo este tiempo, sino todos, pero especialmente este, es estos escritos.

Y lo digo porque como en aquella ocasión también he visto la energía que los mueve.


Mensaje de Águila Blanca, indígena Hopi el 16.03.2020:

“Este momento por el que atraviesa la humanidad ahora puede verse como un portal y como un agujero.
La decisión de caer en el agujero o pasar por el portal depende de ustedes.
Si se arrepienten del problema y consumen las noticias las 24 horas del día, con poca energía, nerviosos todo el tiempo, con pesimismo, caerán en el agujero.
Pero si aprovechan esta oportunidad para mirarse a sí mismos, repensar la vida y la muerte, cuidarse a sí mismos y a los demás, cruzarán el portal.
Cuiden sus hogares, cuiden su cuerpo.
Conéctense con su Casa espiritual.
Cuando se están ocupando de ustedes mismos, se están ocupando de todo lo demás.
No pierdan la dimensión espiritual de esta crisis, tengan el aspecto del águila, que, desde arriba, ve el todo; ve más ampliamente.
Hay una demanda social en esta crisis, pero también hay una demanda espiritual.
Las dos van de la mano. Sin la dimensión social, caemos en el fanatismo.
Pero sin la dimensión espiritual, caemos en el pesimismo y en la falta de sentido.
Estaban preparados para pasar por esta crisis.
Tomen su caja de herramientas y usen todas las herramientas que tienen a su disposición.
Aprendan sobre la resistencia con los pueblos indígenas y africanos: siempre hemos sido y seguimos siendo exterminados.
Pero aún no dejamos de cantar, bailar, encender un fuego y divertirnos.
No se sientan culpables por ser felices durante este momento difícil.
No ayudan para nada estando tristes y sin energía.
Ayudan si las cosas buenas emanan del Universo ahora.
Es a través de la alegría que uno se resiste.
Además, cuando pase la tormenta, cada uno de ustedes será muy importante en la reconstrucción de este nuevo mundo.
Necesitan estar bien y fuertes.
Y, para eso, no hay otra manera que mantener una vibración hermosa, alegre y luminosa.
Esto no tiene nada que ver con la alienación.
Esta es una estrategia de resistencia.
En el chamanismo, hay un rito de pasaje llamado la búsqueda de la visión.
Pasan unos días solos en el bosque, sin agua, sin comida, sin protección.
Cuando atraviesan este portal, obtienen una nueva visión del mundo, porque han enfrentado sus miedos, sus dificultades ...
Esto es lo que se les pide:
Permítanse aprovechar este tiempo para llevar a cabo sus rituales de búsqueda de visión.
¿Qué mundo quieren construir para ustedes?
Por ahora, esto es lo que pueden hacer: serenidad en la tormenta.
Cálmense, recen todos los días.
Establezcan una rutina para encontrarse con lo sagrado todos los días.
Las cosas buenas emanan; lo que emanan ustedes ahora es lo más importante.
Y cantar, bailar, resistir a través del arte, la alegría, la fe y el amor".


Buenos días,

Me dirijo a vosotros para deciros que cuento con vosotros para que mostréis que tenéis la solución a cualquier problema,
y que vuestra certeza traerá paz y tranquilidad a una humanidad que ya no sabe en absoluto por qué vive.
El miedo atrae el miedo, la confianza atrae la confianza.
Hasta pronto.

Jean Pierre Garnier Malet





1 comentario:

  1. AlmAmigo: claro que es probable que seamos el fruto de una manipulación genética, claro que podriamos ser influidos por otras razas que ocultamente participan con nosotros de la evolución humana; claro que podemos ser objeto de poderes ocultos que controlan a la humanidad. Lo que único qué podemos hacer desde los CCPAHCC es fortalecer nuestra unidualidad dentro de una gregaria necesidad, para acomodarnos y gestionar nuestro autoconocimiento desde esas cuatro condiciones que nos distinguen y que califican a la raza humana cómo son la conciencia, la voluntad, el propósito y el albedrío. El origen de nuestra "encarnación" desde el Loco (0) por el Mago (1) es uno de los tantos secretos para descubrir. En el curso de esas encarnación hay 21 posibilidades de influir y ser influenciados, a la espera de continuar la evolución luego del Mundo (21) en quién sabe qué tipo de universo.

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