miércoles, 4 de marzo de 2020

De ver, mirar y observar… bis


Hay una afirmación que dice:
Es imposible reconocer algo de afuera si ese algo no está, también adentro
Me refiero evidentemente al hombre y a su psiquismo.


Quizás este axioma es la base del porqué de la experimentación, de la vivencia, es la raíz misma de la vida.
Necesitamos experimentar para desarrollar conciencia.


Uno de los axiomas o verdades universales enuncia que, "Tal como es arriba es abajo".
Si es cierto, que lo es, tenemos que, en base a ese mismo axioma podemos entonces deducir que el universo es como nosotros, o, mejor dicho, nosotros somos como el universo. 
Cambia solo el tamaño.

Entonces, por esa misma razón, si nosotros experimentamos y tomamos conciencia puede ser cierta la expresión de que:
"el universo toma conciencia también de sí mismo a través de nosotros".


Y lo hace a través de la experimentación y la conciencia que nosotros, como seres humanos, desarrollamos.

Nosotros tomamos conciencia del universo que nos contiene y el universo toma conciencia de si mismo a través de nuestra experimentación.

Un científico francés, autor de la teoría del desdoblamiento del tiempo y del espacio, afirma que todo en el universo es información, todo es flujo de información en ambos sentidos.
Yo emito una información y yo recibo una información.

En la física cuántica se explica y se demuestra que dos partículas que han estado juntas, aunque después estén separadas por un infinito espacio una variación en una repercute en la otra y viceversa.



Eso es una demostración del flujo de información.

Decía una leyenda oriental que cuando dos hombres se dan la mano, una parte del uno va al otro y otra parte del otro va al uno, de tal manera que allá donde estén, el uno y el otro estarán siempre unidos.

Es lo mismo pero dicho de diversas formas.

Entonces nuestro papel colectivo e individual es importante.

Yo influyo en el resto, como el resto influye en mí.
El resto, conmigo dentro, influye e influimos en el Universo como el Universo influye en nosotros y en mí.
Es la ley.


Entonces ha de haber fuerzas que nos llevan en una u en otra dirección.
Nosotros, si bien aún relativo, tenemos un gran poder de acción y de influencia, y subestimarlo es disminuir una capacidad innata que tiene, su justo valor, ni más ni menos.

Si yo veo a un ángel, el ángel también me ve a mí.
Del mismo modo, si veo a un demonio, el demonio que veo, también él me ve a mí.

Hay siempre un flujo de información en ambos sentidos y, observador y observado se influencian mutuamente.

Recuerdo que, en una ocasión, de visitas en un país sudamericano, se acercó hasta el hotel donde desayunábamos un indio guaraní.
Vendía objetos y, por unas monedas, se dejaba también fotografiar.

El cicerón del grupo en el que estaba nos dijo:
No subestiméis su ofrecimiento de foto. Para él es un gran sacrificio el que debe hacer para ganar sustento, ya que está convencido de que en la foto se queda atrapada y para siempre una parte de su alma, una parte del alma de la que él se desprende”.

Me impresionó está realidad, este hecho.

Me imagino que, en su construcción mental del proceso de la fotografía y que él difícilmente puede comprender en su totalidad, perder una parte de su alma debió y debe de ser la respuesta que encontró al hecho de ver que en un trozo de papel fotográfico quedaba impresa su imagen. Su composición de la realidad es que perdía un poco de su alma.

Vernos reflejados en un espejo, o en un río, las primeras veces para un hombre debió de ser impactante, quizás fue el primer paso del autoconocimiento, es decir del tomar conciencia de sí mismo.



Quizás, y no tengo duda de ello, la Idea Creante decidió, a través de los Dioses primero, y a través de los hijos de los dioses después   -dioses éstos también en potencia y en si mismos-   utilizar nuestra conciencia para ser consciente de sí mismo.

De hecho y en escala diferente, vuelvo a reiterar, lo grande y lo pequeño son idénticos.




Entonces quizás, el pensamiento es un reflejo físico de la consciencia, ya que si:
"Pienso, luego existo…".

Será entonces que si existo..., soy consciencia.

Y dado que el pensamiento es clave, solo para acabar, y ahora en este tiempo de tanta turbación, transcribo una frase de J.P. Garnier Malet:

Nuestro pensamiento:
Cada uno debe de personalizar su pensamiento en la fuerza del Doble y sin ninguna duda, ya que los elementos que se desencadenan intentan perturbar todos nuestros conocimientos primordiales acerca del espíritu.
Dejad de lado todo pesimismo para mantener una confianza sin límites.
J.P.G.M.

1 comentario:

  1. Almamigo: Magnífica, envidiable, edificante, retadora y muy profunda la ampliación de tu reflexión; muy propia de tu experiencia y conciencia de tu entorno y de ti mismo. A mí me surge solo añadirte que en mi humilde opinión desde mis CCPAHCC la CONCIENCIA es arquetípicamente también: el recorrido de la EXPERIENCIA en un tiempo y espacio lineal, circular, espiral y simultáneo. En ese recorrido interminable vamos dando y recibiendo información interminablemente de nosotros y del entorno como en el Árbol de la Vida Cabalístico desde Kether hacia Malkuth. En el Tarot ese mismo proceso va desde la conciencia del Loco (0), Conciencia Universal, que se "conoce a sí-mismo" en la criatura del Mago (1) y cuya experiencia de conciencia se desarrolla en el recorrido hasta el Mundo (21) para regresar circularmente al Loco (0) y continuar el interminable proceso de dar y recibir información. Ese proceso de Conciencia de SÍ-MISMO y del entorno es una de las características que tenemos los humanos que unida a: la VOLUNTAD, el ALBEDRÍO y el PROPÓSITO configuran la diferencia con los demás reinos con los que genéticamente sólo nos distinguimos en un par de enlaces del ADN. Al final la idea de la "CONCIENCIA BIEN INFORMADA" como igual se plantea en el Tarot no es la "Unificación" con la "Totalidad"; una pretensión muy egoica de "seréis como dioses"; sino de "INTEGRACIÓN", una pretensión de integrarse, conocer el Todo. Esa es la experiencia del Mundo (21), una dualidad (2) que se "integra" a la unidad (1) y reconoce en 2+1 su trina condición. Si hubiera "unificación" no hablaríamos de linealidad, circularidad espiralidad y simultaneidad en el tiempo de nuestra experiencia hacia la "Conciencia", porque bastaría hacer un recorrido lineal para ser "dioses". La criatura no puede ser el Creador porque este es supuestamente "infinito" y no lo podremos alcanzar; solo aproximarnos tímidamente a Él, conociéndolo y reconociendo más profundamente su entorno y a nosotros mismos, criaturas "hechos a su imagen y semejanza".

    ResponderEliminar