domingo, 15 de septiembre de 2019

Soy testarudo y cabezota

Hace poco vi fotografiado un cartel.

En ese cartel que vi fotografiado en una red social, había una inscripción.
La inscripción decía:

Está todo calculado. Los niños que pasan hambre hoy son la mano de obra barata del mañana”.

Reconozco que me golpeó y me impactó.


Muchas veces he oído hablar de que existen agendas ocultas, con hojas de ruta bien definidas, que han programado minuciosamente cada uno de los acontecimientos que se van sucediendo diariamente.

Todos esos acontecimientos, todos esos proyectos parece que solo llevan a una meta.
La meta: la depravación del hombre para con el hombre y el dominio de unos pocos sobre los muchos más, en aras de la satisfacción de una ambición de poder. 

Ambición de poder que se ejercita sobre la posesión de riquezas materiales y sobre la decisión y decisiones de todo lo qué se hace y de cómo debe hacerse.

Con solo tener un poco de vista resulta claro, al menos para mí entendimiento, que quizás la realidad en la que estamos inmersos como sociedad no dista mucho de ser esta que he definido, y que es la que definen otros muchos más y mucho mejor que yo cuando exponen la realidad de las cosas.

Sin embargo, hay aspectos, que sobre todo esto, quisiera relatar.

Esto que está pasando, me refiero a la depravación del hombre para con el hombre a fines de poder y dominio, no son nada nuevo, pienso que han existido en toda la historia de la humanidad.

Pero si pareciera que ahora es como mucho más evidente, más manifiesto.
Que haya una agenda de poder, como ya se dice que la hubo en el pasado, no dudo que exista.

Desde que el hombre tiene      -evito reírme-      uso de inteligencia es cierto que al proyectarse hacia el futuro se hace aparejado con estrategias y planes. 
Poder realizarlos forma parte también de la naturaleza humana

Sin embargo, no creo que esto sea solo privilegio y prerrogativa del ser humano. 
Todo ser evolucionado pensante, que haya superado en su evolución la etapa animal actuará así. 
Por consiguiente “Los Dioses” también deben de tener Sus programas.

No obstante, creo también firmemente que somos nosotros los que nos cocinamos la sopa y los que nos la comemos, pero, teniendo en cuenta que en base a las elecciones que tanto, individualmente o que colectivamente realicemos, el Universo, a través de mil formas, también reacciona y actúa en consecuencia. Y hay mil historias en la cotidianidad de cada uno de los seres humanos que viene a confirmar esta reflexión.

Se diría que el Universo hace como eco y lo que se le envía lo devuelve. 
Se diría que es como si el Universo toma conciencia de la conciencia que tenemos y nos regresa los efectos de esa conciencia.
En la escuela estudié mitología griega y romana. 
Ya en aquel tiempo me decían mis profesores que en aquellas culturas los humanos proyectaban en los Dioses, la base de sus creencias, sus miserias y sus debilidades. 
Y pienso que eso mismo hacemos en la actualidad los humanos con los Extraterrestres, proyectamos en Ellos nuestras miserias y nuestras veleidades.
Los humanizamos cuando en Ellos pensamos.

Siempre he pensado también que no todo está siempre bajo control. 
La vida pareciera que se guarda siempre una posibilidad, siempre posible y a veces no contemplada y a veces, ni imaginada ni creída posible.
Ese es el principio de lo que yo denomino la magia de la vida, ¡todo es siempre posible¡


Hay agendas ocultas, sin duda.
Hay programas establecidos, es más que probable.
Hay Et’s de no muy buenas intenciones, pues claro, son esos en los que se han creído y a los que se “ha llamado”.

Pero todo eso y todo lo demás siempre está supeditado a un imponderable que, a lo mejor, lo más probable es que no lo contemplemos.

Cómo se decía antiguamente: “Si Dios quiere”.


Y es que estoy firmemente convencido de que hay “algo” que está en nuestro interior y está afuera al mismo tiempo, y la armonía perfecta es cuando esos ambos aspectos están unidos, de ser lo contrario a veces parece que predominase uno sobre el otro mientras que el otro también predomina sobre el uno.

Por eso soy de los que está firmemente convencido de que en este tiempo lo que realmente se busca es que el hombre no conecte y desarrolle su potencialidad divina latente. 

Si así fuese que hiciéramos individual y colectivamente nos alejaríamos de esta espiral que quiere llevarnos en dirección contraria. 
Nutrir el miedo, que es lo opuesto al amor es una de esas estrategias para ese fin.


Quizás porque como así pensaba Nelson Mandela fue que decidió, pronunciar en su discurso de toma de posesión como presidente electo de Sudáfrica el 10 de mayo 1994, uno de los discursos más cortos y más bellos de la humanidad y para ello citó el siguiente poema escrito por: Marianne Williamson:

Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es que somos poderosos sin límite.
Es nuestra luz, no la oscuridad lo que más nos asusta.
Nos preguntamos:
¿Quién soy yo para ser brillante, precioso, talentoso y fabuloso?
En realidad,
¿Quién eres tú para no serlo?
Eres hijo del universo.
El hecho de jugar a ser pequeño no sirve al mundo.
No hay nada iluminador en encogerte para que otras personas cerca de ti no se sientan inseguras.
Nacemos para hacer manifiesto la gloria del universo que está dentro de nosotros.
No solamente algunos de nosotros:
Está dentro de todos y cada uno.
Y mientras dejamos lucir nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otras personas para hacer lo mismo.
Y al liberarnos de nuestro miedo, nuestra presencia automáticamente libera a los demás. 


En fin, My Minds mías.

1 comentario:

  1. Almamigo Marcos: super chevere tu reflexión que como siempre lleva a seguirse cuestionando el de donde vengo, que hago y que va a ser de mi. En relación con la pobreza de los niños ... es la "triste" pero realidad, es imposible de resolverla. la dualidad y la confrontación son necesarias para la dinámica social e individual. El amor ni siquiera no nos permitirá como raza humana ser todos "iguales y justos", ni "amorosos" ni "responsables", salvo con algunos extensiones y limites; las ambiciones y misiones de todos son distintas y loables, dispersas, parecidas y lejanas a las nuestras individual y colectiva; poco que menos es la tendencia independentista de cataluña en tu país, tema que opiné desde el tarot en su oportunidad. Arquetipicamente la Fuerza (11) es el núcleo del Tarot, habrá solo que integrar las fuerzas diversas sin que sean una, cada una en su posición, protagonismo, necesidad y evolución. De cierto, todos los amigos Ets y los dioses expresan nuestras facetas arquetipicas ancestrales fuerzas que no son ni buenas ni malas. Nuestro "deber ser" es una invención humana. Si Dios existe como "institución", no tiene moral o ética. El "cómo debemos ser" es una definición de la dualidad y polaridad de nuestra condición humana y hay tantos "deberes ser" como religiones filosofía, sociedades e individuos. No hay un solo factor común en toda la humanidad en la que nos hayamos puesto de acuerdo, mas que nos vamos a morir y en el mejor de los casos que tenemos una relativa Conciencia y Albedrío. De resto, nuestra individualidad, procesos de ser yo, separarme de la manada, conocerme a mi mismo, son un escollo para lograr un común "deber ser" o "bueno-malo" o "conveniente-inconveniente". Las religiones, la política, la familia, etc tratan de unificarnos y nosotros de individuarnos. Finalmente, tengo precisados ocho miedos básicos arquetipicos en el Tarot y mi idea no es superarlos, porque son necesarios para la supervivencia de la vida; sino conocerlos, integrarlos y sacar el mejor provecho de su fase conciente. En su fase inconciente, los ocho miedos son instinto, automatismo, etc, pero desde la conciencia de los miedos son vida, voluntad, capacidad. Los miedos no están a mi juicio para ser eliminados, por algo están allí como los organos del cuerpos, describen acciones prosupervivencia de la especie humana. En fin, hermanazo del alma, un saludote desde tierras latinas y gracias por motivar nuevos cuestionamientos. Carlos Francisco Rodriguez

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