miércoles, 24 de abril de 2019

De cómo lo veo yo


En mi anterior, y hasta ahora último escrito en mi blog, titulado:

Viéndolo desde el simbolismo”.

Tomaba un evento que se produjo en esas fechas como un elemento en el que basar mi reflexión.

El evento era la destrucción de la Iglesia de Notre Dame de París por un fuego.

Hoy quiero volver a tomar ese tema para basarme en otra mía reflexión y partiendo del hecho de que en tiempo récord se ha recogido una suma ingente de dinero, fruto de donaciones particulares y de corporaciones a fin de poder restaurarla.

La tomo como ejemplo de lo que yo denomino, posibilidades de pensamiento y sus efectos o, escuela de pensamiento.

Voy a ello.

Mi propio escrito causó, eso creo, diversidad de opinión, y eso es lícito, normal, lógico y consecuente.

En ese mi escrito inducía, mediante las fotos que acompañaban el texto, a reflexionar sobre el hecho de que, para restaurar una catedral, en menos de 24 horas se habían recaudado casi 700 millones de €uros, mientras que es difícil recaudar dinero para mitigar la pobreza, la hambruna o las enfermedades.

Estuve pensando después más profundamente, sin que ello me lleve a desdecirme en lo publicado o a desalinearme de mi pensamiento, pues sigo pensando que las cosas se hacen si se desean, sino se desean no se hacen.

Pero, qué fue lo que pensé y me pareció un ejercicio de observación de la realidad.


Cada una de las personas que, a titulo individual o de la corporación a la que representaban tuvieron el deseo profundo, innato y seguramente instantáneo de ayudar con ayuda económica, fue por razones que nadie sabe, solo aquellos a los que les fue anunciado o en la individualidad de cada uno de ellos.

Estoy convencido, a pesar de las reflexiones que acerca de ello he sabido, que lo más probable es que el sentir es que una obra tan llena de simbolismo, de historia, debía ser restaurado lo más pronto posible, y eso es, desde mi punto de vista noble y loable.

De hecho, me quedó con ese pensamiento.
Y digo me quedo con ese pensamiento pues de entre los muchos que supe el que más mordiente noté era el que apuntaba al hecho de que al ser, la entrega de dinero una donación benéfica, eso resta impuestos como efecto colateral inmediato, dando así a entender que la dádiva era calculada en base al beneficio conseguido.
Afilada observación.

¿Qué pasaría si es verdad?
¿Qué pasaría, en cambio, si no es verdad?

Dado que solo quien hace el gesto sabe realmente la motivación de sus gestos; quienes observamos el gesto, aun teniendo la libertad de pensar lo que creamos solo influimos en el autor del gesto por el efecto de nuestro pensamiento manifestado.

¿Qué pasaría si es verdad?
Pueden ser tantas cosas difíciles de acertar.
¿Qué pasaría, si en cambio, no es verdad?
Pueden ser tantas cosas, pero quizás, más fáciles de acertar.

En todo caso, aunque la sospecha, la duda, la desconfianza estén cimentadas en experiencias pasadas conocidas y que justifican esos “sentires” no tengo duda del efecto que puede producir en la persona que quizás si lo hizo de corazón y no con un interés soterrado.


Este matiz tan sencillo, tan cotidiano, yo lo defino como la semilla de la discordia, la separación.

No soy un naif de pensar que todo el mundo piensa bien, no soy un happyflower de creer que todos lo hacemos todo de manera desinteresada sin buscar el beneficio.

Solo quiero poner el acento, y ese fue el centro de mi reflexión, en el efecto que se produce cuando se hace algo en base a algo y ese algo no es imaginado por quienes comentan o piensan en ese algo.

Cuando coinciden y esa coincidencia es en algo bueno, está bien.
Cuando coinciden y esa coincidencia es en algo no bueno, está bien.
Cuando no coinciden, está menos bien.

La frase: “El secreto interno se hará público”, adquiere un tinte profético que propone la equidad en el futuro.
La realidad de lo vivido por un amigo mío y que vivió en vida la muerte para volver a la vida antes de morir años después adquiere un valor más profundo.
Me dijo: “Hay una conciencia en el interior de cada uno que sabe, por haber estado siempre en el interior, si algo se ha hecho o no se ha hecho, porqué se hizo o no se hizo. Y a esa conciencia no se la puede engañar porque ha estado siempre dentro de cada uno y como sabe todo lo que se pensó, se sintió y se actuó, no hay forma de engañarla. Esa conciencia te dice y no la puedes negar”.
Lo que aprendí con la PNL cuando en una de sus presuposiciones básicas enuncia que todos, absolutamente todos escogen, de entre sus opciones, la que creen que es mejor, me parece la más razonable para encontrar en el paradigma que nos encontramos.

Paradigma en el que a veces pienso que hay una fuerza que busca ese enfrentamiento entre los seres humanos.
A unos sembrando desconfianza, a otros sintiendo desconfianza y entre tanto en esta alternancia quizás sea la salida saber y sentir que, aún siendo cuestión de tiempo, el tiempo todo lo pone en su lugar, que lo sembrado es lo recolectado y que solo pensar de los demás lo que nos gustaría que pensasen de nosotros si fuésemos esos demás es lo más sabio.

Pero como suelo decir, solo una My Mind mía más.


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