domingo, 21 de mayo de 2017

Antisistema



Más de uno nos han preguntado si somos anti sistema, pues los contenidos de nuestras divulgaciones expresan un enorme contraste con los valores que rigen la sociedad actual.

No, no somos unos anti sistema.

Pero efectivamente no estamos de acuerdo con muchos valores que rigen nuestra sociedad.

Podríamos definirnos con mayor acierto que nos consideramos rebeldes ideológicos.

Tengo amigos que manifiestan ser anti sistema, pero curiosamente son personas adultas que viven de sus padres o familiares. Utilizan la seguridad social en cuanto tienen alguna dolencia y reclaman, y se acogen a los beneficios sociales del paro o de la ayuda familiar. Estas personas no son anti sistema, sino unos oportunistas codiciosos.

Creemos que el sistema actual que rige las naciones está profundamente equivocado y esto no es una cuestión a debate o que requiera de ningún análisis crítico, basta con comprobar las evidencias que se dan en estos momentos en el mundo, donde mueren cerca de 24 mil personas de hambre al día, (según datos de Naciones Unidas). Existen 20 países en guerra (según Unicef). Concurren más de 200 conflictos internos armados, en todos los continentes y coexisten más de 50 millones de refugiados.

Vivimos en un mundo esclavizado donde las naciones sobreviven a duras penas por el crédito. Tanto los seres humanos, como las naciones somos esclavos de las deudas que en numerosos casos llega hasta el 400% del producto interior bruto. Nuestras patrias por tanto no son de los ciudadanos sino de las entidades de crédito. 

Somos esclavos de un sistema ciego y sordo a la vida y la dignidad humana. Seguimos construyendo centrales nucleares y enriqueciendo el uranio con fines belicosos.

Fueron numerosos los muertos en Chernóbil y Fukushima y a pesar de ello seguimos apoyando con nuestra pasividad un sistema genocida. Todos formamos parte de una raza aborregada y drogada con una pseudocultura consumista, donde los valores éticos están basados en la competitividad en la banalidad de la moda y los deportes multimillonarios. A nuestro entender este sistema no es el más adecuado, desde el punto de vista solidario y de progreso armónico.

Los gestores de nuestras naciones son personas ineficaces, apáticas que se dirigen por intereses especulativos que llevan al hombre a la esclavitud. Por ello cuando nacen nuestros hijos lo hacen, no tanto con el famoso pecado original, sino con una deuda impagable que ha generado la pésima administración de nuestros dirigentes.

Dentro de esta paradoja iniciamos guerras para salvaguardar la patria del enemigo, nos dotamos de artefactos de muerte y destrucción, cuando nuestro verdadero enemigo son nuestros políticos, nuestros bancos y las multinacionales globalizadas en un sistema absurdo.

En nombre de la defensa hemos colocado en el espacio centenares de satélites cargados de cabezas nucleares que orbitan sobre nuestras casas y nuestros campos, sin que el ciudadano de a pie sea consciente de esta amenaza por el ocultismo enfermizo de nuestros gobernantes.

El abuso de poder, y las diferencias abismales existentes entre ricos y pobres empobrecen al ser humano. No podemos asimilar que cien familias vivan en la abundancia y tengan más dinero que tres mil millones de seres humanos que viven en la pobreza.

Nos quedamos impasibles ante la explotación, el consumismo y consentimos el abuso y el trabajo infantil.

Vivimos en un sistema injusto donde los monopolios y las grandes multinacionales venden  los recursos de la tierra, como el Agua y el Sol. Empobrecemos nuestro hábitat, y a la población.

Vivimos en un sistema, que en nombre de la libertad de expresión producimos espectáculos y audiovisuales, violentos, vánales y necios. Inducimos a nuestros hijos valores competitivos, insolidarios y consumistas.

Ejercemos la censura según nuestros propios intereses ya que una persona libre e informada, no interesa al sistema, ni al poder.

A lo largo del tiempo el sistema ha conseguido alojarnos en paraísos artificiales de hábitos de consumo, hacinándonos y enjaulándonos en alojamientos de hormigón considerándonos poco menos que un número, rompiendo así nuestra dignidad y alejándonos de la naturaleza.

Las multinacionales alimentarias y farmacéuticas, mercado que supera con creces las ganancias de la venta de armas, nos intoxican y envenenan, generando enfermedades y procesos degenerativos, mientras miran sus interés económicos inmediatos.

Reconocemos los progresos técnicos y químicos de esta industria, y la ayuda que prestan a muchas personas. Pero criticamos que nos muestren la enfermedad como un proceso normal en detrimento de la salud integral.

Criticamos la influencia que estas ejercen en los gobiernos y políticos con fines especulativos en el modelo sanitario, embaucando y chantajeando a los profesionales de la medicina.

Criticamos a estas empresas cuando sus investigaciones están condicionadas a la cuenta de resultados en vez a la salud del ser humano.

Destruimos ecosistemas que necesitamos para vivir, desnaturalizamos químicamente los alimentos que comemos y todo ello controlado por 10 corporaciones que tienen el poder absoluto.

Este sistema ha creado los transgénicos, productos hormonales e hidrogenados, que son venenos alimenticios y que actualmente abarrotan los supermercados de nuestros pueblos y ciudades. En estos tiempos resulta imposible encontrar un alimento genuino, sin conservantes, aromatizantes o estabilizantes.

Reconocemos el valor que tienen aquellos agricultores que sabiendo esto, están procurando conseguir otro tipo de productos más saludables, con las dificultades que ello conlleva.

Hemos perdido el sentido de los verdaderos valores unidos a la naturaleza, al amor a la tierra, al cuidado de las especies y el sentido de la solidaridad. Ahora todo es competencia, lucha y frenesí para llegar a ser un necio social que acapara las redes de audiencia.

Hemos silenciado a los maestros, a los científicos y los seres conscientes y los hemos sustituido por seres idiotas, vánales, que simplemente lucen músculo, estupidez y siembran discordia, críticas y desvergüenza social.

Resulta muy difícil y complicado volver a la tierra pues el sistema se ha ocupado muy bien de mantenernos en residencias controladas.

Las grandes multinacionales han comprado la tierra, las cosechas y el agua. Se han blindado con leyes que penalizan el auto cultivo, la vida libre en el campo, la producción energías limpias y la autosuficiencia. Todo halito de libertad está mediatizado y controlado por el sistema, los monopolios.

Hemos condenado aquellos que no tienen recursos a vivir en la calle, abandonados a su suerte, mal viviendo y muriéndose lentamente de hambre y de frio y todo por no poder pagarse un mendrugo de pan, el recibo del agua, la calefacción o la luz.

Desde el principio de la historia del hombre se practicó la autoconstrucción con los materiales y medios que daba la tierra. Ahora todo está prohibido. El sistema necesita penalizar cualquier hálito de autosuficiencia. Pagamos por licencias municipales, colegios profesionales, impuestos y arbitrios de por vida. Está vetada la construcción en las zonas rurales, obligándonos a vivir necesariamente en las ciudades. Se prohíbe la construir aljibes, pozos o la libertad de cultivo. Todo está vetado, fiscalizado y controlado por una administración ciega que no tiene alma ni sentimientos, sino cajas registradoras.

Nuestro sistema es represivo y vigilante evitando que el hombre viva en plena libertad con la naturaleza.

Es vergonzoso ver como el sistema ha conseguido crear en nosotros un modelo de competitividad tan fuerte que vivimos solos, desconfiamos y recelamos de todo y de todos, aislándonos en nuestras cárceles de hormigón evitando a los vecinos, generando un egocentrismo receloso y excluyente.





SER UN ANTI SISTEMA pasa por valores y acciones distintas.

UN ANTI SISTEMA, no es la persona que ocupa una propiedad privada, lo que actualmente llamamos “okupa”.
ESTE SERÍA UN DELINCUENTE.

La ocupación de una propiedad privada como la de una vivienda podría merecer otro tratamiento legal, para su mejor aprovechamiento sin ser motivo de especulación.

UN ANTI SISTEMA, no es aquel que deja de lavarse, voluntariamente, vistiendo estrafalariamente con greñas y suciedad.
ESTE SERÍA UN GUARRO.

UN ANTI SISTEMA, no es la persona que se mete en una cueva con una vela y una cabra.
ESTA PERSONA ES MÁS BIEN UN NEURÓTICO.

UN ANTI SISTEMA, no es el que se enfrenta de forma violenta a la policía, gritando ponerse en contra del sistema.
ESTE SERÍA UN VIOLENTO.

Lo mismo opinamos cuando las fuerzas del orden y supuestos garantes de la seguridad ciudadana actúan de forma violenta y despiadada. Estos también serían unos violentos.

UN ANTI SISTEMA, no son aquellas personas que afirma estar contra el sistema y sin embargo lo utilizan a su antojo, evitando pagar los impuestos y atender sus obligaciones sociales.
ESTOS SON UNOS HIPÓCRITAS Y UNOS CARA DURAS.

UN ANTI SISTEMA, no son los que de forma pacífica reivindican un mundo de paz, sin violencia, pero maltratan a su pareja, a sus hijos o a sus mascotas.
ESTOS SON UNAS MALAS PERSONAS.

UN ANTI SISTEMA, no son las personas que reivindican la independencia de su pueblo o región para separarse de la nación.
ESTOS SON UNOS INDEPENDENTISTAS.

Esto no resulta ni bueno ni malo, es otra opción, que en ocasiones pasa por ser una vía para salvaguardar ciertas culturas y otras ocasiones por ser una práctica insolidaria de egoísmo de poder.

UN ANTI SISTEMA, no son las personas que fuman marihuana, abusan del alcohol, las drogas o se refugian en otras substancias dopantes nocivas.
ESTAS PERSONAS SON UNOS DROGADICTOS.

UN ANTI SISTEMA, es un ser consciente que sigue valores éticos y morales, basados en la inteligencia, la ciencia y el humanismo no requiere enfrentarse de forma activa o beligerante contra el sistema en el que estamos sumergidos. Basta con que sea coherente con los verdaderos valores éticos y morales que corresponden como ser humano.

UN ANTI SISTEMA, sería la persona que no se deja someter o dominar por la fuerza de las circunstancias o por la autoridad de otros.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que busca la autosuficiencia alimentaria cultivando la tierra, sembrando vida, protegiendo la naturaleza y respetando el medio ambiente.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que practica la solidaridad con sus vecinos utilizando el trueque, la ayuda equilibrada y la educación.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que no acude a pasatiempos deportivos o espectáculos que aborregan, atontan o enajenan al ciudadano y nutren de ingentes sumas de dinero a unos pocos.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que no consume televisión basura ni acude a espectáculos delirantes, botellones y juergas insensatas.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que emplea su tiempo en el estudio, la lectura, el cultivo de la inteligencia, las buenas relaciones y actividades con los demás.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que genera su propia energía eólica o fotovoltaica y si le sobra, la comparte con su vecino.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que presta sus servicios de forma silenciosa y desinteresada, sin pedir nada a cambio a los necesitados, hambrientos o a los desamparados producidos por el sistema.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que no practica la violencia contra nada ni nadie.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que cuida su alimentación, evitando el sacrificio de animales para su consumo.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que no se deja atrapar por educadores, sacerdotes, políticos y demagogos.

UN ANTI SISTEMA, no ataca a las personas sino que utilizan la asamblea, y el debate en busca de valores éticos y morales en beneficio del bien común.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que no cree en banderas, patrias y fronteras sino que busca la fraternidad universal y la sinarquía planetaria.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que no vota al corrupto ni al necio.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que evita colaborar con los poderes facticos, gestionando sus recursos económicos destinándolos a la ayuda social, al pobre, el oprimido o al ignorante.

UN ANTI SISTEMA, es aquel que procura no nutrir de forma directa o indirecta la compra de armas y apoyar los tratados internaciones que legalizan la muerte y el conflicto entre modelos de cultura o de religiones.

Nuestra sintonía esta con esas personas comprometidas con el cambio del sistema que promueven una nueva conciencia planetaria.


Creemos en la ciencia, la inteligencia y el humanismo. Creemos en la solidaridad absoluta y en el respecto a la vida, la naturaleza y la búsqueda de la paz incondicional entre todos los seres vivos.




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