domingo, 3 de noviembre de 2013

Café suspendido



Hace poco leí este escrito que transcribo.
Hace poco que supe lo del "café suspendido" y hace poco pues que aprendí de este concepto.



Entré en un pequeño café en Bélgica con mi amigo e hicimos nuestro pedido.

Cerca nuestra mesa, dos personas llegaron después y acercándose al mostrador solicitaron: 


- "Cinco cafés, por favor. Dos para nosotros y tres suspendidos".


Pagaron tomaron sus dos cafés y se fueron.


Pregunté a mi amigo: 


-"¿Qué es eso de los cafés suspendidos?"


Mi amigo me contestó:


- "Espera y verás".


Un poco más tarde entraron otras personas.


Eran dos chicas que pidieron un café para cada una; pagaron y se fueron.


El siguiente pedido fue de siete cafés y fue hecho por tres abogados; tres para ellos y cuatro "suspendidos". 

Y mientras me seguía preguntando acerca del significado de “los cafés suspendidos", los clientes tras acabar su consumición se fueron.


De repente, un hombre vestido con ropaje usado como quien se parece a un mendigo llegó al mostrador y preguntó cordialmente: 


-"¿Tiene usted un café suspendido?"


A lo que el camarero le sirvió un café.


La recapitulación es la siguiente: 

¡La gente paga por adelantado un café que será servido a quien no pueda pagarse una bebida caliente!


Esta tradición empezó en Nápoles, pero se ha esparcido doquier en el mundo y en algunos lugares es posible pedir, no sólo "cafés suspendidos" sino también bocadillos o inclusive una comida completa...


¡Comunica esta hermosa idea al mundo entero!

¡Estaría bien que esto se haga, no solo aquí en Francia, sino también en otras partes!



Y eso hago.

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