miércoles, 28 de mayo de 2014

Un inside personal

Soy un enamorado de los símbolos.
Y de entre los símbolos uno de los más que más me enamoran es el del Ying y el Yang.


Este aspecto ya lo he comentado en mi blog y no es el motivo de este escrito.
Pensando en el símbolo del Ying y del Yang hay varias cosas que me interpelan de este hermoso símbolo:

  • Uno; representa una figura esférica pero vista en dos dimensiones.
  • Dos; representa la armonía perfecta de la dualidad. Ello puede dar paso al tercer valor o síntesis perfecta de los opuestos. 
  •  Tres; cada una de las partes opuestas contiene a su vez la parte complementaria en sí misma.

Esto si lo vemos en 2D. 
Si lo vemos en tres dimensiones nos proyecta a otros horizontes pero no es éste el objetivo.


Dual Torus 4 Blackhole / Yin & Yang merger

Volviendo a la dimensión en 2D, lo que me interpela es que la esfera,     -aunque aquí la veamos en 2D y por consiguiente como una circunferencia-     la esfera repito, es la imagen más perfecta que existe. 

Y es perfecta dado que se vea desde donde se vea, todos los que la vean la definirán de idéntica forma.

No ocurriría lo mismo, por ejemplo, con cualquier otra forma geométrica dado que no es lo mismo si un observador ve una pirámide desde la base que otro observador que la mira desde la altura.
Por consiguiente la esfera es un simbolismo por tanto de la unidad ya que todos los observadores confluyen en un mismo concepto inequívocamente.

Es por eso que la cabeza del ser humano tiende a ser redonda. 
Es por eso que los planetas y los Soles, los átomos y los electrones son esféricos.


Y lo que me interpela también es que la unidad total, el valor tercero, se nutre de unas realidades opuestas que contienen en su interior el valor de la realidad contraria. 
Es decir: el blanco contiene al negro así como el negro contiene al blanco y viceversa. 

Y entendiendo como por blanco y negro valores éstos se pueden mutar con otros valores cualquiera. Masculino y Femenino, Bien y Mal, Espacio y Tiempo, etc.


Todo esto es una pequeña introducción a lo que quería verdaderamente expresar en este escrito.

Añado que muchas veces, en la simbología de algunas películas, me he encontrado que al final, cuando los valores del bien y del mal se enfrentan y luchan entre sí, se complementan.
Y de alguna manera se integran y se necesitan el uno del otro, ya que al unirse forman la totalidad.

La película “Matrix” es un ejemplo, “Cristal Oscuro”  es otro.


Y si profundizamos en este concepto, tan pobremente por mi expresado ahora, se puede llegar a otro concepto.

Dios, llamémoslo así para crear un marco de referencia en el que podamos entendernos, no es solo bien.
Va más allá.
Dios es el bien y el mal al mismo tiempo.
Dios va mucho más allá de esos valores, es como el Ying y el Yang en su tercer valor.

Ahora bien, si nosotros somos en escala pequeña la misma realidad, somos Dioses en miniatura nosotros somos también el bien y el mal al mismo tiempo.
Y somos esos valores que se han de armonizar, encontrar y complementar.

Es haciendo un símil algo así como las teclas de un piano.
Todo piano ha de tener teclas blancas y negras.
Si eres un virtuoso puedes usar solo las teclas blancas para arrancar melodías.
Si apenas te desenvuelves con ese instrumento puedes tocar solo las teclas negras.
Pero cualquier hermosa melodía de piano, y el piano mismo, es teclas blancas y negras a la vez.



Y, ¿por qué expreso esto?

Porque ayer caminando por la ciudad tuve este inside:
Debemos conocer nuestra parte oscura, reconocerla y sentirla, así como debemos conocer, reconocer y sentir nuestra parte luz".


De poco creo yo que sirve, rechazar o ignorar un valor.
Como Dios poseemos ambos en nosotros, y nosotros somos más que esos dos valores.
Creo que la parte oscura se la debe conocer y reconocerla, sentirla y verla a los ojos.
Esa es la mejor manera de integrarla.

Porque, como el símbolo del Ying y el Yang mi parte oscura lleva en sí misma el germen de la parte luz.
Y porque soy las dos cosas al mismo tiempo y porque soy la tercera en el mismo tiempo.


Pero esto, como casi todo lo demás que escribo son solo Mymineadas mías.

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