EDICION ELECTRONICA NO COMERCIAL
“TODOS AL CAMPO”
22/2/2022-20:57 Google Drive
Tamara Pavón – Lice Moreno
Tamara Pavón – Lice Moreno
PROLOGO
Debo esperar que se reúnan los setenta y dos. Será entonces cuando contaré lo que ahora no puedo decir, pues yo solo soy el portavoz. Dependo de ellos. Soy uno más del grupo.
Así concluía el libro que escribí recordando a mi querido padre espiritual, Jared, el último mandéo, el depositario de la más pura tradición iniciática, que desde el tiempo del faraón Akenatón, se ha revelado a unos pocos.
Mi nombre es Jean Baptiste Cardús. Soy esencialmente antropólogo
y, por otra
parte, muy a pesar mío,
empresario, por el linaje familiar heredado de mi difunto
padre y socio de mi querido hermano espiritual Marco Feleane.
Es mejor que
me presente
ahora, en el comienzo de este relato. En todo caso, si queréis conocer más de mí y los
míos, os invito a leer el libro que escribiera en su día: “UN
MAGO GENIAL”
Estoy enamorado hasta el tuétano de mi esposa Samantha, a la que todos llamamos cariñosamente “Sami” Por otra parte,
tengo la seguridad de que Sami es
la mujer más bella del mundo, y no solo bella en su connotación antropomórfica, sino que posee el alma más perfecta, albergada en un cuerpo humano. A mí es lo que me parece, aunque seguramente cada uno de vosotros pensará que vuestra respectiva pareja es como la mía. Nuestro hijo, al que llamamos Jared, tiene ya trece años y además de guapo, es muy inteligente y despierto. Sin
duda llegará a ser el ser más listo del mundo; digo esto, porque desde la mañana a la noche no deja de preguntarme cosas de la más variada índole. Por tanto, al promedio de cien preguntas
al día y otras tantas a su madre, terminará almacenando en su memoria una verdadera biblioteca. El caso es que según va creciendo, las preguntas crecen en dificultad y a veces tengo que consultar algún que otro libro.
Vivimos en Jujuy, Argentina. A las afueras de la capital.
Nuestra casa es grande y sobre todo funcional. Además de Sami y nuestro hijo Jared, viven con nosotros, como si de una “piña se tratara” mi
madre, a la que todos llamamos “Maman” y mi suegra Selena
Y como dice mi esposa, ambas, como si de un solo ser se tratara, son las que gobiernan la casa, la huerta, las mascotas y nuestras vidas. Cuando digo, que ambas son una unidad, no es tanto por que en todo están de acuerdo, es que, no riñen, son tranquilas y disciplinadas tienen los mismos gustos y esto resulta extraordinario, a pesar de que mi madre es francesa y la madre de Sami es iraní. Somos una familia multiétnica, pues Sami nació en Inglaterra, la tierra de su difunto padre, pero a pesar de todo, nos identificamos más por nuestras emociones, que por nuestra propia cultura; es decir, que nos amamos y con eso nos basta. En casa hablamos en inglés, aunque tanto Marco como yo, hablamos varios idiomas. Por otra parte, yo me doctoré en
lenguas muertas,
por tanto,
sigo investigando el arameo, el sumerio y me muevo con facilidad en la simbología egipcia.
A cien metros de nuestra casa, se ubica la de Marco y su preciosa esposa, Judith. Con sus dos hijos, que son, por
otra parte, ahijados míos.
A cincuenta metros de cada casa tenemos otra estancia que ocupa intermitentemente el nieto de Jared Salmán, con su esposa Rhut y sus dos hijos. Salmán dejó su oficio
de orfebre y ahora mismo es nuestro apoderado en Canadá. La madre de Salmán, Salima, la hija de Jared
vive
casi todo el tiempo en Jujuy, y forma una piña con Maman y Selena. Son las octogenarias de la familia y como antes dije, las tres juntas, gobiernan nuestras vidas. Son las matriarcas del grupo y su opinión
es para nosotros una ley.
Finalmente, Rakoski, nuestro estratega empresarial
y German, nuestro contable, viven indistintamente en cualquiera de las tres estancias, pues hoy están en mi despacho o en el de Marco, para mañana salir corriendo a cualquier parte del mundo.
Nuestras empresas progresan favorablemente. Seguimos manteniendo
una factoría de producción
de microprocesadores en Quebec, con personal altamente cualificados en tecnología de vanguardia y, sobre todo, tal y como nos dijera en su día Jared, nuestras empresas agrícolas funcionan extraordinariamente bien. En estos pocos años hemos invertido todo nuestro beneficio en tierra y acuíferos y efectivamente como
anunciara nuestro venerable padre, la tierra, el alimento y el agua, son los bienes más codiciados por los seres humanos. Mantenemos dos
ONG de distribución
de grano, exportando millones de toneladas de cereales para los países pobres y hemos creando a su vez otra corporación de tecnología gratuita que donamos al tercer mundo.
En cuanto la cuestión espiritual, todos
los
días practico
la meditación y recito las invocaciones, frente al pequeño altar que me donara Jared, para invocar a los 72 genios cósmicos. Y efectivamente, tal y como me dijera nuestro padre espiritual, algo se ha desperado en mi durante estos
años. Es algo así como una especie de canal o de sexto sentido que me aporta sueños, percepciones, sentimientos y emociones,
que
no son mías,
sino de otro universo, de entidades o de alguna forma inconsciente que quizás perciba mi cerebro.
JEAN BAPTISTE CARDÚS.
CAPITULO I
AÑO 2022
Y miré, y he aquí venía del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con
un fuego envolvente, y alrededor de él un resplandor, y en medio del
fuego algo que parecía
como bronce refulgente, y
en medio de ella
la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su
apariencia: había en ellos semejanza de
hombre……
Ezequiel.
Era ya la sexta vez que Alexander Berhoten soñaba lo mismo. Noche tras noche a las 3:33 horas de la madrugada se despertaba con las imágenes impresas en su retina. Después ya no podía dormir.
Se
producía espontáneamente. Veía un cielo negro con infinidad de estrellas. Aunque no sabía Astronomía, él
podía identificar perfectamente la Constelación de Orión. Luego de la parte inferior, bajo las tres estrellas del centro se proyectaba progresivamente una imagen esplendorosa. Un
ser bellísimo, vestido con una túnica blanca que irradiaba luz, se iba acercando progresivamente. Pero
su cabeza no era humana, pues sobre los hombros emergía una
figura de carnero o cabra,
con cuernos. Pero esta imagen que podía parecer dantesca, sin
embargo, emanaba una belleza beatífica:
belleza emocional, pues
el corazón de Alexander latía con la emoción que se siente cuando se ama
intensamente
a un ser querido. Sus ojos eran grandes con una
esclerótica surcada
por pequeños capilares rojos.
Tras él, otras cuatro figuras perfectas, andróginas, puras, altas y con cabello rubio que les llegaba hasta los
hombros, se aproximaban al unísono tras el primero.
Parecía un cuadro animado de una película con efectos especiales.
Todos sonreían. Pero no articulaban palabra alguna.
- ¿Qué demonios me está pasando?
Y sentado en la cama, con los ojos abiertos como platos, miraba en la oscuridad para intentar seguir con la visión
que
ya había desaparecido. Su esposa Saray, dormía plácidamente a su lado y Alexander intentaba encontrar una explicación. Pero su cerebro o su intuición
no contestaba. Era un enigma que le mantenía intranquilo y en vela.
Alexander trabaja en la
especialidad de medicina general en el Sana Hospital Lichtenberg y pasa consulta privada en su casa rural de Dessau. Su esposa, que es enfermera, dedica la mitad del día a la casa, la huerta y los animales;
es decir, una docena de gallinas, dos cabras, y dos perros pastores, más listos que el hambre, y por la tarde acompaña a su esposo en la consulta ubicada en un lateral de su casa de campo. No tienen hijos, pero tampoco los echan de menos.
La pareja, que rondan los cincuenta, están dedicados plenamente a su tarea sanitaria. El poco tiempo que les queda libre el fin de semana, lo dedican al deporte y
a la lectura. Son simplemente felices.
La pareja no se vacunó del Covid. Esta circunstancia le
produjo a Alexander un expediente laboral en el hospital y ser apartado temporalmente del servicio. Pero él, al igual que otros colegas, interpuso el correspondiente
recurso judicial, que dos años después del hecho, todavía no ha resulto la justicia.
Tampoco le importó mucho que le echaran a la calle. Su consulta rural les daba para comer de sobra. Incluso sin trabajar podían perfectamente vivir, dado que
Saray había heredado una gran fortuna, que había inmovilizado,
puesto que su tenían como objetivo jubilarse en dos o tres años más.
¿Y por qué no se vacunaron?
Puede ser que
sea una reflexión estúpida, pero simplemente no se vacunaron porque un extraño sueño les informó a tiempo ¡Si amigos!... un extraño sueño. Fue el ser
con cabeza de carnero que finalmente le habló
sin
mover los labios. Seguramente en forma telepática.
“Los que tengan perro, no tendrán Covid”
En la mañana siguiente los esposos le daban vueltas al significado
de aquella extraña
visita
onírica, pero no encontraban sentido alguno.
Todavía siguieron debatiendo el tema, cuando Saray vio en internet una noticia esclarecedora:
Científicos de australianos han demostrado que un medicamento antiparasitario,
Ivermectina, inhibe en 48 horas la
replicación
del coronavirus
Sars-Cov-2
en pruebas “in vitro”,
según un estudio publicado en la revista Antiviral Research. A pesar de ello, los expertos señalan que aún deben realizarse los ensayos en seres humanos.
En el informe han participado el Biomedicine Discovery Institute de la Universidad
de
Monash en Australia, junto al Peter Doherty Institute of Infection and Immunity.
Alex. La Ivermectina es precisamente lo que damos a nuestros perros como antiparasitario.
¿Estás segura?
Por supuesto se lo doy todos los meses.
Alexander se quedó perplejo, no tanto por la noticia en sí,
sino por el hecho de haber tenido un sueño tan esclarecedor y premonitorio.
Las casualidades no terminaron ahí. Fue tres meses después de tomar esta decisión, un paciente le regaló una pequeña novela: “Ein
cooler Zauberer” donde se narraba la historia de un anciano sabio que hablaba precisamente de un ser con cuernos de cabra que, al parecer tenía
relación con el dios egipcio Atum-Ra.
La novela
parecía ser una historia real que, por otra parte, le cautivó. Saray la leyó después y le produjo la misma sensación.
Aquel
libro, extrañamente explicaba en parte el sueño obsesivo
que había tenido Alexander, pero necesitaba saber más, por lo que llamó a la propia editorial del libro
donde le facilitaron el e-mail del autor: Jean Baptiste Cardús.
Estuvo reflexionando sobre la forma de escribir al autor. Si, simplemente le decía que quería conectar con él,
seguramente no le contestaría, puesto que seguramente
habría recibido mensajes semejantes a cientos o miles. Optó, por tanto, en contarle al autor su sueño con pelos y señales.
Fueron horas las que tardó en recibir la contestación del autor de la novela.
Estimado Alexander: Su experiencia es muy reveladora. Es importante para mí poder conectar con
Vd., vía telefónica o para ser más preciso vía Skype o similar. Mi nombre clave para Skype, es
Johannes. Vivo en la provincia de Jujuy en Buenos Aires. Espero por tanto su aviso. Gracias.
El médico se quedó aluciando.
Saray, este hombre no solo no cuestiona la pequeña locura que estoy viviendo hace ya un año, sino que me invita a llamarle enseguida.
Mira
Alex, yo le llamaría. Proponle una hora y conecta. Estoy convencida que ese hombre sabe muchos más de lo que aparece en la novela. Sería estupendo conocerle.
Se
pactó que al día siguiente hacia las 20:00 horas de Alemania, se establecería el contacto por Skype.
Saray tuvo que llamar la atención a su esposo,
puesto que venía de la consulta con la bata y el fonendo puesto,
dispuesto a realizar la entrevista.
¡Pero hombre; quítate la bata! No son formas de presentarse.
Ya he visto que te has puesto guapa. Pero si al fin y al cabo es una reunión sin transcendencia.
Pero hay que ser ordenados.
A regañadientes, Alex no solo se quitó la bata, sino que
se peinó y se puso una camisa limpia.
A la hora señalada
sonó la llamada de Skype. Era Johannes; es decir Jean Baptiste.
Estuvieron observándose unos segundos.
Un saludo, señor Alexander. Supongo que esa mujer tan bella que la acompaña es su esposa.
Un pequeño rubor se asomó a las mejillas de Saray.
Efectivamente señor Cardús. Es mi esposa Saray.
Creo que debemos llamarnos por nuestros nombres
de pila. Lo de
sr. Cardús, suena demasiado
reverente.
Ok. Para nosotros
es más fácil. Gracias. Por cierto, tenemos que felicitarle por tu novela. Nos ha sobrecogido y emocionado ¿Realmente es verdad cuanto cuentas en ella?
Si
es real. Lástima que muchas emociones y sentimientos no hayan transcendido en la escritura, pero fue una experiencia real.
Entiendo, por tanto -Dijo Saray- que tanto tu esposa como los personajes que citas son reales.
Si. No he ocultado nada. Todo cuanto viví, está en la novela reflejado.
Desde luego, estimado Jean, el relato rezuma amor, admiración y respeto por Jared. Debió ser un ser excepcional.
Yo diría que casi divino. Todavía está en nuestro corazón, vivo como antaño.
Has leído la experiencia que he tenido reiteradamente durante este año en mis sueños.
Veo
que en tu novela hablas del mismo ser que yo he visto ¿Qué me puedes decir?
Realmente, Alex, lo que has vivido es extraordinario. Ese ser es el Dios egipcio Atum, el creador de
la raza humana, que
fue
también venerado en Egipto como Atum-Ra. Atón y Amón-Ra. Se trata de diversas formas
de llamar al mismo personaje. Es un Dios de Heliópolis, los cuatro seres que viste acompañándole son los cuatro vivientes:
Set-Neftis, Isis-Osiris. Todos ellos y otros tantos, hasta nueve.
Son
los dioses de la Enéada. Biólogos o creadores de vida en nuestra Galaxia.
En el Apocalipsis cristiano se dice que Dios está representado por un carnero
sentado en un trono, y
que
a su lado están los cuatro vivientes y veinticuatro ancianos y una multitud que los sigue. Por eso viste al ser con cuernos. Es decir, viste al Dios del Apocalipsis, que es un carnero. Los cuatro seres que venían detrás son entidades de la misma Enéada. Set. Neftis, Isis y Osiris. El trono a su vez es el lugar
de su procedencia: la Nebulosa M-42
de la constelación de Orión, que precisamente es conocido por los astrónomos como “El Trono de Dios”
Los veinticuatro ancianos que cita la Biblia son veinticuatro civilizaciones del Universo al servicio de estas entidades.
¿Me estás hablando de extraterrestres?
Si
de Entidades no humanas.
Las caras de Alex y Saray reflejaban sin desearlo el
asombro que aquellas palabras
les provocaba. No podían
hablar. No sabían si cortar la comunicación y salir
corriendo o seguir con aquella locura.
Jean, no era precisamente un ser adulador. Iba al grano sin dilación.
Se
que no estáis vacunados. Se también que fue Atum,
quien
os dijo que emplearais un
antiparasitario para eludir la vacuna.
La mentalidad alemana es pragmática, resolutiva y absolutamente racional y lo que ahora mismo les estaba
contando Jean, no respondía a ninguna previsión que sus
mentes pudieran aceptar, ¿Cómo sabía Jean Baptiste que ese ser les había recomendado aquel antiparasitario y precisamente en un acto tan particular y subjetivo e íntimos como un sueño?
Cómo sabes eso.
Porque Él me lo dijo.
¿Me estás diciendo que tú has hablado con ese dios?
No Él me ha hablado. Yo no puedo reclamar su
presencia, son ellos
quienes llaman, no
los humanos.
¿Pero cómo es posible?
Si
me he puesto en contacto con vosotros no es sino
porque él os ha señalado y si recordáis la novela,
en su parte final, Jared me asignó la tarea que debía hacer, antes de que él se fuese a las estrellas.
Si
no recuerdo mal – Dijo Saray- era buscar a setenta y dos seres por todo el mundo.
Efectivamente.
¿Me vas a decir ahora, por tanto, que nosotros
somos de esos setenta y dos?
Si,
efectivamente, vosotros pertenecéis a la tribu de Johannes.
Alex, un médico formado en forma absolutamente racional, lógico,
pragmático y escéptico, estaba a punto de subirse por las paredes. Saray, era distinta. Como mujer,
su radar emocional, se había puesto en marcha desde el principio de la conversación y una extraña emoción la recorría de los pies a la cabeza.
¿Y qué demonios quiere ese ser de nosotros? - Dijo Alex, levantando la voz-
¿Sois sanitarios?
Si,
mi esposa es enfermera y yo médico.
No sé cuál será la tarea que tiene designado el destino para vosotros, pero ahora mismo, debéis
poner en marcha todos los recursos a vuestra disposición para que no se vacunen a los niños.
Ya lo estamos haciendo, sobre todo a los niños, pero los padres,
los medios de comunicación
y los políticos no hacen caso. Están obsesionados con la vacuna la promocionan constantemente.
Si
sois médicos, sabréis, por tanto, que el ADN humano puede ser alterado gravemente para el
futuro, por las vacunas ARN mensajero que se están poniendo, sin haberse probado y con graves efectos secundarios, que pueden afectar gravemente a la
raza
del futuro.
Si.
Hemos hablado mucho sobre este tema y aunque no soy virólogo, tengo la intuición que la vacuna puede ser más mortal que este dichoso virus. De hecho, estoy expedientado en mi trabajo por no vacunarme ¿Puedes decirnos tu cuales son esos efectos secundarios?
Por esta vía no podemos hablar de esto, la censura está siguiendo todo tipo de conversaciones, informaciones y escritos en el mundo entero.
Tienes que entender Jean, que no puedo tomar decisiones si no tengo la información adecuada
¿Conoces tú los efectos secundarios
que pueden producir estas vacunas?
Si,
por supuesto.
Y estarías
dispuesto a informarnos.
No por este medio.
¿Qué podemos hacer entonces?
Venir a mi casa en Argentina.
Aquella respuesta pilló al matrimonio desprevenido. Y por unos segundos, se miraron en forma interrogativa. Pero Saray reaccionó sin vacilación.
Ok. ¿Cuándo podemos ir a verte?
Lo más pronto posible. Os alojaréis en mi casa. Si podemos salvar una sola vida merece la pena hacer
un
pequeño esfuerzo.
Alex
no podía reaccionar. No le daba tiempo a pensar. Saray caminaba por la senda de la intuición y ese camino él lo desconocía, aunque la experiencia le había mostrado a través de veinticinco años de casado que, si su esposa marcaba una ruta, nunca se equivocaba.
¡Demonios! Tengo que pensar que os habéis puesto de acuerdo Saray y tu antes. No me dejáis respirar.
La risa de ambos puso una nota de humor, a fin de que aquella locura parara por un momento.
Estoy convencido que en tu casa pasa como en la mía. Manda sin duda tu esposa.
Por supuesto, pero te diré Alex, que no es una cuestión de autoridad. Es que sencillamente son
más
inteligentes que nosotros.
Eso no se discute. Así es. Por tanto… ¡Vámonos a Argentina! que, por otra parte, nunca hemos estado allí.
Seréis bien recibidos.
La conversación
duro casi dos horas hablando de infinidad
de
cosas. Parecía como un reencuentro familiar. Estaban
cómodos. Además, finalmente se asomó
a la pantalla
Sami, esposa de Jean y eso alargó más la reunión
hablando del clima, de las formas de vida, de la granja que cada uno cuidaba, de las mascotas, de lo que sembraban
y de otras tantas cuestiones. Fue sencillamente una reunión que les
dejó a todos una sensación de familiaridad y empatía agradables.
Una semana después, Alex y Saray eran recibidos con un abrazo por Jean Baptiste y Sami. Habían sido unas cuantas horas las que, sobre todo, Sami y Saray habían empleado en Skype para conocerse mejor y preparar el viaje. Por otra parte, Jean no había facilitado ninguna información sobre el tema del Covid y el médico estaba inquieto y con ganas de contrastar dicha información con su propia experiencia personal y profesional.
Alex
estaba realmente preocupado puesto que muchos de sus
pacientes
habían fallecido en forma
anormal de infartos, ictus cerebral y trombos en los meses anteriores y comenzaba a sospechar que era por los efectos secundarios
de la vacuna. Lo había contrastado con otros compañeros y efectivamente se tenía la
sospecha de que eran efectos directos de la vacuna. Pero estos fallecimientos y patologías diversas emergían seis o siete meses después de recibirla y en casi todos los casos no se relacionaba con la vacuna por el tiempo pasado o simplemente nadie quería denunciar
tal posibilidad puesto que peligraba el puesto de trabajo.
Alex
tuvo problemas con la dirección de su hospital al denunciar tal evidencia, pues estaban dando la tercera y cuarta vacuna de refuerzo y no obstante los contagios y afecciones eran superiores a la primera etapa de
la pandemia. Cuanto más se vacunaban, la cifra de contagios se multiplicaba. Para
Alex ya no era una cuestión médica, sino de sentido común: “La vacuna no servía para nada” pero los políticos, las autoridades médicas, la prensa y la opinión particular de la mayoría
había variado en más de un año. Desde el anuncio de
las primeras
semanas, sobre la seguridad de que la vacuna inmunizaba,
fueron modificándose los mensajes, pues a los pocos meses, inmunizaba en parte, pero evitaba los contagios. Luego el mensaje era que no evitaba los
contagios y que la culpa era de los que no se habían vacunado. Siguió el discurso posteriormente de que no evitaba el contagio, pero con la vacuna no se entraba en los servicios de urgencia para evitar colapsos. Luego se comprobó que vacunados y no vacunados se contagiaban por igual, pero finalmente se decía que por lo menos evitaba las muertes por Covid. Alex no obstante comenzaba a tener la sensación que terminaban muriendo más por los efectos secundarios de la vacuna que por el propio Covid. Estaba solo entre una jauría de idiotas que se autocalificaban de expertos y no entendía nada. Quizás
por
eso la visita a Jean podría aclarar o dar luz sobre lo que estaba pasando.
¿Qué tal el viaje?
Bien Jean -respondió Alex- largo pero fructífero, pues he vuelto a leer de un tirón tu libro y creo que
he encontrado nuevas
pistas sobre el mensaje oculto que contiene.
Mas
que oculto, Alex, yo diría selectivo, puesto que para algunos no deja de ser una novela y para otros
una
forma de acceder a una revelación superior.
Pues si estamos aquí seguramente es porque tienes la intención de revelarnos
los secretos que encierra.
Descuida. Así lo haré. Lo importante ahora es que os acomodéis. Sami os llevará a vuestra habitación
y en cuanto os aseéis, comeremos. Además,
conoceréis a Marco y a Judith, que
vendrán a conoceros.
Daban las catorce horas cuando las tres parejas se sentaron a la mesa. Maman y Selena
estaban con los niños comiendo en la casa
de
Salima. Enseguida se estableció
una corriente de empatía también con Marco y Judith. Todos eran gente sencilla, acostumbrado a vivir
espontáneamente arropados por la sinceridad, el
equilibrio y la humildad. Todos ellos tenían claro lo que debían hacer en su existencia. No les empujaba ni la ambición, ni el poder ni siquiera el dinero. Seguramente porque este último recurso no les faltaba en absoluto.
Lo primero que observaron los recién llegados, que en la
mesa no había ni una brizna de carne o de pescado. Era por tanto fácil deducir que eran vegetarianos. Otra de las cuestiones que observaron era la variedad de salsas que
en el centro de la gran mesa se distribuían armónicamente en una gran salsera de compartimentos concéntricos. Las había de todos los sabores, colores y viscosidades y además sabían a gloria. Pasta, verduras y una tarta con miel les dejaron absolutamente satisfechos.
Luego pasaron a la sala de estar.
Era una estancia enorme, repleta de butacas y asientos. Sin duda, estaba diseñada para recibir a mucha gente. Un olor penetrante a café colombiano impregnaba el
ambiente y todos degustaron sendas tazas del negro y apetecible postre líquido.
Después de unos minutos donde se cruzaron risas, palabras y cuestiones intranscendentes, Alex tomó la
palabra.
Bien Jean, ya estamos aquí. Me gustaría por tanto que nos contaras cuanto me anunciaste en torno al
Covid y las vacunas.
Por supuesto. Seguramente me preguntarás
de donde surge nuestra
información. Ten paciencia, pues te lo comentaremos al final. Tanto Marco como yo y otras
personas que en su momento conocerás tenemos la información precisa para calificar esta pandemia, como el mayor genocidio de la historia de la humanidad.
Alex
y Saray quedaron impactados por aquella rotunda información.
Debemos partir de una premisa y es que El covid no es fruto de una mutación natural o accidental. Es un
arma biológica. Se trata de ensayos realizados
sistemáticamente en la última década con el objetivo de dotar a los militares de un arma decisiva silenciosa y determinante, que deja intactas las infraestructuras, pero extermina lenta y silenciosamente al ser humano. “La espícula S” no aparece por evolución natural es una proteína elaborada
por encargo en los laboratorios chinos de Wuhan. Esta arma se escapó por error humano de dicho laboratorio, siendo los primeros afectados de muerte los científicos que experimentaban con ellos. Luego se extendió como un reguero de pólvora por el mundo entero, sin haber desarrollado el antídoto correspondiente.
Lo que dices creo
que
explica
mejor
la aparición de un virus, que, por otra parte, no está secuenciado y por tanto en teoría no existe.
Ciertamente Alex, pero el bicho mata. Los primeros remedios que se pusieron en marcha como antinflamatorios y corticoides no pudieron evitar las neumonías bilaterales y las temidas tormentas de citoquinas.
Incluso las agrava, pero los servicios médicos no estaban preparados en absoluto para enfrentarse a un arma de este calibre.
Se
investigó por parte de varias universidades in
vitro que fragmentos de ARN del virus, tanto de la
proteína N (nucleocápside) con la proteína S (Spike)
se transcriben
y se integran en el ADN de las células
humanas. Comprobaron que personas infectadas volvían a reproducir la enfermedad. Todo parecía
indicar que la causa pudiera ser que los fragmentos del virus se hubieran integrado en el ADN del sujeto
y que su cuerpo siguiera produciendo
estos fragmentos de la proteína S o la N. desarrollado
tiroiditis, glomerulonefritis, síndrome
nefrótico o esclerosis múltiple.
No obstante, en los medios de comunicación de todo el mundo
comenzaron a salir expertos que
firmaban que esta “vacuna” no podía modificar el genoma humano. Todo
el mundo asumió el concepto de vacuna cuando en realidad no era sino una terapia génica, aprobada sin observar los plazos legales requeridos para
la aprobación de
una
vacuna que superan los cinco años. Esta terapia génica fue aprobada en escasamente seis meses. Posteriores estudios científicos demostraron que la proteína de espiga inhibe la reparación del daño del
ADN
al impedir el reclutamiento de la proteína de reparación del ADN, pues las vacunas de ARN están diseñadas
para desactivar
la primera línea
del sistema inmunológico natural. Pfizer, sí conocía
los efectos y riesgos de su inyección y los ocultó. Y ocultó alevosamente la coagulación de la sangre poco después de
la vacunación,
lo que puede provocar ataques
cardíacos, derrames
cerebrales y trombosis venosa, además de
infertilidad femenina y por supuesto consecuencias irreparables a los
lactantes.
Esta mal llamada vacuna destruye parte de nuestro sistema inmunológico, los linfocitos T citotóxicos
responsables de eliminar la infección, además de los
anticuerpos específicos. Esto
nos vuelve más
vulnerables frente a nuevas infecciones de coronavirus, resfriados comunes o cualquier otro patógeno o desequilibrio del propio microbioma. Marco desplegó una hoja que llevaba en el bolsillo de la camisa y se dispuso a leer, afirmando previamente:
Robert Malone padre de la las vacunas ARN, más de 30 años en el campo, candidato al premio a nobel en múltiples ocasiones ha dicho públicamente y sin que nadie le haya hecho caso lo siguiente.
Se
puso las gafas y
citó en voz alta:
“Antes de inyectar a su hijo, una decisión que es irreversible, quería informarle los hechos científicos sobre
esta vacuna genética, que se basa en la tecnología de la vacuna de ARN que creé:
Hay tres cuestiones que los padres deben comprender:
La primera es que se inyectará un gen viral en las
células de sus hijos. Este gen obliga al cuerpo de su hijo a producir proteínas de pico tóxicas. Estas proteínas a menudo causan
daños permanentes en los órganos críticos de los niños, incluidos
Su
cerebro y sistema nervioso
Su corazón y vasos sanguíneos, incluidos los coágulos de sangre. Su sistema reproductivo Y esta vacuna puede desencadenar cambios fundamentales en su sistema inmunológico.
El punto más alarmante de esto es que una vez ocurridos estos daños, son irreparables.
No puedes arreglar
las lesiones dentro de
su cerebro.
No se pueden reparar las
cicatrices del
tejido cardíaco
No puede reparar
un sistema inmunológico restablecido genéticamente y esta vacuna puede causar daños reproductivos que podrían afectar a las generaciones futuras de su familia.
Lo segundo que debe saber es el hecho de que esta nueva tecnología no se ha probado adecuadamente.
Necesitamos al menos 5 años
de pruebas e investigación antes de que podamos comprender realmente los riesgos.
Los daños y riesgos de los nuevos
medicamentos a menudo se revelan muchos años después. Pregúntese si quiere que su propio hijo sea parte del
experimento médico más radical de la historia de la humanidad.
Un último punto: la razón por la que le están dando para vacunar a su hijo es una mentira.
Sus hijos no representan ningún peligro para sus padres o abuelos.
En realidad, es todo lo contrario. Su inmunidad, después de contraer COVID, es fundamental para
salvar
a su familia, si no al mundo, de
esta enfermedad.
El análisis de riesgo-beneficio ni siquiera está cerca. Como padre y abuelo, mi recomendación es que resista y luche para proteger a sus hijos”.
Desconocía tal declaración, pero parece decisiva, sobre todo por
venir del propio
creador
de la vacuna.
Tu eres médico, por tanto, habrás comprobado los
efectos secundarios de las vacunas ARN.
Si.
Sobre todo, entre tres y seis meses después de la administración de la misma hemos comprobado multitud de infartos, trombosis, ictus, fracaso renal, incluso cáncer. Al principio no lo relacioné, pero
según iba pasando el tiempo, viendo gente sana que había
recibido
hasta tres vacunas, comencé a sospechar que era por los efectos directos de este remedio.
Incluso lo contrasté con otros
compañeros, sobre todo los de urgencias y efectivamente son numerosos los casos de efectos secundarios de la vacuna. La cuestión es que pocos o ninguno se atreve a denunciarlo, pero antes o
después se evidenciará que son muchos los
afectados.
¿Sería aventurado
decir, que los muertos por los
efectos secundarios de la vacuna
son más numerosos que los producidos por el Covid?
Pues ciertamente, si no paran de surgir muertos y afectados estaríamos en cifras similares o incluso superiores a la provocada por el virus.
Por lo que nos has contado, Alex, fue el propio Atún, quien te sugirió usar la Ivermectina.
Si fue en un sueño que tuve y que luego Saray, al recibir
información de investigaciones que
se estaban dando en Australia con dicho producto pudimos entender lo que este ser onírico quería decirnos. Nosotros no estamos vacunados y nos hemos contagiado dos veces en el
pasado. Tomamos la
ivermectina y poco más de cuarenta y ocho horas nos curamos.
Es sencillamente milagrosa. Si se hubiese prescrito desde el principio
se habrían salvado miles
de
seres y se habría acabado la pandemia.
Ciertamente. Toda nuestra comunidad toma el
remedio cada mes en forma preventiva y no hemos
tenido problema alguno.
Jean, no quería seguir dilucidando sobre la cuestión médica.
Tenía que adentrarse en cuestiones más
profundas, metafísicas y alternativas y no sabía cómo
reaccionarían los invitados. Tampoco podía decirles por el momento que el recitaba todos los días, las mantras y oraciones
araméicas que había recibido de Jared, frente al altar de oro.
Lo que ahora os voy a contar, no viene tanto de mí, sino de esos seres que tú has visto. Se que es una información muy difícil de digerir por el hecho de vuestra educación pragmática y alemana, pero debo decíroslo.
Nuestro grupo, al que llamamos “Hijos del Sol” son
seres librepensadores, predispuestos sobre los
valores esotéricos y espirituales que comparte una información, que nos es entregada por los seres que tú has visto en sueños y por el Consejo de Visiones.
¿Consejo de visiones?
Si
Saray, es una figura común entre las tribus
americanas de los indios,
que se reunían
en
asambleas para purificarse con el agua y el fuego en los temascales y verter la visión que cada chaman había recibido o
las
que se precipitaban en su mente después de tomar el peyote o la
mezcalina.
Pero esos productos son alucinógenos ¿Acaso vosotros los tomáis?
No Alex, no. Somos todos vegetarianos y te aseguro que aquí nadie consume droga alguna. El consejo de visiones es un lugar de encuentro donde todos nosotros contamos nuestros sueños, percepciones, experiencias oníricas o físicas recibidas de la
conciencia superior
y por supuesto con lo que el
inconsciente colectivo nos revela. Pues el
conocimiento, el futuro y la sabiduría de la raza se aloja en todo el colectivo humano. No es tiempo de profetas ni de enviados. La
experiencia que tu tuviste reiteradamente es una de esos mensajes enviados por la conciencia superior al inconsciente humano.
Marco tomó la palabra, a la vez que Jean llevaba a sus labios un sorbo de café.
Como habrás leído en la novela de Jean, fue a él que le fue revelada la forma de conectar con dicha
conciencia y aunque no depende de él, bien es verdad, que, hasta el día de hoy, desde la marcha de Jared, no nos ha faltado la información, que viene a través de nosotros y de otros tantos en el mundo, que envían sus percepciones. Quizás
los rituales que practica Jean son la llave que puso en marcha este dictado de “Lo Alto”.
Tomo el relevo Sami para proseguir.
Cuando en la Biblia se cita “Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre” no
se refiere precisamente al hecho del matrimonio, como lo ha entendido la Iglesia Católica. Se refiere esencialmente a no alterar la creación de Dios; es decir, nuestro ADN, pues Atum y los suyos nos diseñaron en tal forma que nadie pueda alterar ese código de vida. Sino ellos.
¿Quieres decirme, Sami, ¿que los seres que nos han creado son esos nueve dioses egipcios, que vienen de Orión?
Aunque te cueste creerlo, así es, Alex. Y aunque los
egipcios los consideraron dioses,
son biólogos.
Desde luego, lo crea o no, lo que he vivido estos meses
pasados
no es normal. Y tengo
que
confesaron algo que no me ha venido a la memoria hasta que hemos entrado en esta sala. Yo he visto
esta
reunión. Os he visto a todos y lo más curios
o es
que tras todos nosotros
estaban ellos. Desde
luego, todo esto es para volverse loco.
Mira
Alex -prosiguió Jean- En nuestras universidades nos enseñaron los misterios de la
materia, incluso los aspectos emocionales y psicológicos unidos a esas
formas tangibles, pero no nos hablaron de otras realidades más sutiles. Estos seres nos han dicho que cuando nacemos, establecemos unos receptores con toda la creación universal, de tal manera que el planeta Marte, por ejemplo, está unido funcionalmente a nuestro cerebro o que el planeta Júpiter activa nuestro
hígado. De tal manera, que las variaciones de todo cuanto nos rodea afecta a nuestra identidad, física, psíquica y emocional. Que todo somos un conjunto, una especie de macro-cuerpo.
Ellos nos han dicho que nuestro ADN se perfecciona por la acción en el tiempo de las infinitas variaciones de todo el universo sobre nosotros.
Vida tras vida almacenamos en nuestro espíritu más
experiencias y la epigenética; es decir, lo que llaman ADN basura, crece mediante esa información adquirida, tanto física, cómo psíquica y emocional. Ahora mismo están naciendo niños con doble hélice y nacerán con el tiempo otros tantos más evolucionados.
¡Me
pierdo Jean!
Imagina que
sobre nuestro planeta viene la
radiación de una Super Nova que explotó hace millones de años, ¿Crees que esa energía puede modificar de alguna forma nuestro ADN?
Bueno, planteado así, tengo que aceptarlo.
Soy médico y he comprobado que una simple eyección
solar de ultravioletas puede modificar el ADN produciendo un cáncer de piel. Incluso una afección viral puede alterar el ADN.
Ellos nos han dicho, querido Alex, que nuestro ADN se perfecciona a través de infinitas variaciones, no solo de nuestras acciones,
sino de todo el colectivo vital planetario y de todos los cuerpos celestes del universo. Nos han dicho, además, que estas vacunas ARN alteran gravemente la programación
de
nuestro código genético, produciendo a medio y largo plazo, autismo, suicidios, neurosis, muertes
y degeneración
colectiva. Es colectiva porque han sido millones
de seres humanos que han sido vacunados.
Ellos han dicho que
están en peligro
de muerte
y mutación, en los próximos veinticinco años, un tercio de la humanidad.
En un principio
ellos no iban a intervenir, puesto que las muertes físicas no pueden suprimir el espíritu, que volverá a reencarnar. El problema es, que, al
vacunar a los niños, que eran una reserva limpia de ese seguimiento genético, se ha alterado el plan previsto, es por eso, que están ahora seleccionado una minoría de muestreo, a los que les están alterando distintos elementos neuronales y genéticos, para que no se pierda la riqueza de nuestra especie construida desde hace millones de años.
El café se le había quedado frío a Alex. Además, lo
mantenía asido con la mano en el aire en actitud de asombro. Estaba tan alucinado que
Saray tuvo que coger la taza y ponerla en la mesa.
Judith, la esposa de Marco tomó el relevo. Su voz dulce y cálida, ponía una nota de ternura en aquella reunión tan disparatada. Alex había venido a encontrar respuestas y resulta que lo que estaba surgiendo en su interior eran miles de incógnitas. Por su parte Saray, parecía que cada palabra que escuchaba de aquellos nuevos amigos, explicaba miles de intuiciones que desde niña se había planteado.
Estos dioses; o mejor dicho
biólogos cósmicos, han intervenido en nuestra raza en multitud de ocasiones desde hace millones de años. Nos han preservados en catástrofes, periodos glaciales, explosiones
y tormentas solares,
caídas de meteoritos y otras tantas posibilidades de extinción. Incluso, aunque te suene extraño, han traído diversas razas de otros ángulos del cosmos para aparearlas con nuestros antepasados. Incluso han creado híbridos, clones y otras tantas operaciones de alta ingeniería
genética para seguir el programa de la Suprema Inteligencia, que nos llevará dentro de miles de años a un nuevo estado de conciencia más elevado, donde la ciencia, la inteligencia y el humanismo se instaure en una raza perfecta.
Se
hizo un extraño silencio en la sala. Aquella última sentencia, por la que todos los seres humanos terminarían siendo una raza perfecta, sin dolor, sin guerra, sin enfermedad y siendo casi inmortales, había disparado la
imaginación de todos los presentes y aunque se miraban unos a otros, no se veían. Solo percibían lo que su
imaginación les dictaba silenciosamente en sus cerebros y en sus corazones.
¡Bien! Queridos amigos, ahora os diré porque tuvisteis la visita de la Enéada en esos sueños
repetitivos.
Alex, abrió los ojos y movió los hombros en actitud de alerta ¿Qué otra barbaridad le diría
aquel grupo de
neuróticos?... Realmente eran personas entrañables que
le habían abierto su casa y le habían desnudado sin pudor sus corazones, pero aceptar cuanto contaban era algo inverosímil.
Jean
cogió las manos de Alex y su esposa y mirándolos a los ojos, con una voz, extraña, que parecía salir del fondo
de
su ser.
Vosotros, queridos hermanos estuvisteis en todas las etapas de la historia en que los Hijos de la Luz se reunieron para renovar sus compromisos y su juramento. A lo largo de la historia de la humanidad nuestra tribu ha derramado mucha sangre y ha sufrido persecución y tortura por sus ideas. Ahora hemos sido convocados a un nuevo encuentro para producir un impulso. Nosotros
somos la expresión visible de una Fraternidad de seres y entidades cósmicas que tienen su representación y su semilla sembrada en la Tierra.
A pesar de tu espíritu crítico, ¿no te parece extraño que en siete ocasiones se te haya presentado Atum, junto con los cuatro vivientes y que te hayan revelado el método para librarte del Covid? ¿No te parece curioso
que leyeras mi libro y que ahora mismo estés aquí, entre nosotros?
Realmente es demasiado casual. Lo reconozco. Marco prosiguió con la misma solemnidad:
Jared, nuestro querido maestro nos dijo antes de morir que, a lo largo de estos años, vendrían a nosotros los Hijos de la Luz, que eran setenta y dos espíritus compenetrando a hombres y mujeres. Y que una vez reunidos se revelaría a través de ellos el libro del conocimiento. Pues cada uno de ellos reuniría
en torno a si a cientos y miles de personas. Nuestra misión
no es redentora
ni revolucionaria,
no es selectiva ni sectaria. Se trata de verter el conocimiento y ese conocimiento, en las mentes de las nuevas generaciones les dará la fuerza para desterrar de una vez por todas las religiones, los
dogmatismos, el fanatismo y el oscurantismo.
Saray que estaba muy emocionada enseguida replicó:
Se
puede verter sabiduría, pero si el mundo sigue como está, me parece un sacrificio inútil.
En absoluto, Saray. Compara el oscurantismo fanático de la Edad Media y los niveles científicos de
este
tiempo. Esos avances, se han dado siempre en lucha, siempre con esfuerzo.
Era necesario tener una gran valentía para innovar, para sacar del error a las personas, para estimular el discernimiento y el razonamiento del ser humano, que siempre tiende a ser un borrego dirigido por un mal pastor.
Según nos dijera Jared, el ser humano conseguirá ser un pueblo único, con el mismo estado de conciencia, sin enfermedad, sin dolor y con sabiduría dentro de cuatro mil años.
Pero si nosotros no viviremos en el mejor de los casos más de cincuenta años -Dijo Alex-
Jean
replicó:
En todo ese tiempo
que falta retornarás a este planeta muchas veces, con otro cuerpo de mujer o de hombre, rico o pobre, sabio o ignorante, activo y pasivo. Somos inmortales.
¿O sea, que sois rencarnacioncitas?
Si,
por supuesto.
Bueno, nunca
lo he pensado. Tendría
que estudiarlo, pero
¿Cómo
vais a encontrar a 72 personas, de varias razas, de varios continentes, con distintas culturas, modos y maneras? Me parece una tarea imposible.
Somos una familia con objetivos comunes, con la
misma conciencia y con los mismos valores fundamentales. Unos se expresan en la ciencia, otros en las emociones, otros en la naturaleza, pero los valores básicos son los mismos e inquebrantables. Están grabados en nuestro espíritu desde el principio de los tiempos. Basta un reflejo condicionado para recordarnos que somos hermanos.
¿Qué es eso de un reflejo condicionado? Jean prosiguió en el uso de la palabra:
A lo largo de la Historia, nuestros hermanos han encarnado como científicos, librepensadores,
ocultistas, psíquicos o alquimistas. En todos los
casos han sido perseguidos por las fuerzas del mal encarnadas o expresadas en las religiones del mundo. Pero, aunque han sido muchos los muertos y los sacrificios nada puede parar la evolución humana. Nuestros hermanos son el motor de dicha evolución. Cada 172 años, somos
convocados a renovar los pactos. Esos pactos se establecen en ceremonias, reuniones o asambleas, donde siempre surgen los mismos signos gráficos que todos tenemos dentro, en nuestra
memoria inconsciente. De tal manera que, al verlos de nuevo, se activa en nosotros, como si de una hipnosis se tratara los
compromisos, los recueros y las antiguas alianzas. Formamos la asamblea de “Los Hijos del Sol” con el divino Akenatón, retornamos como esenios, como gnósticos, como templarios, como rosacruces como masones.
Siempre, sirviendo, siempre impulsando el conocimiento.
Nuestra tribu no puede adorar a un ser humano. No podemos servir a ningún dios de carne y hueso. Somos servidores del conocimiento, de la ciencia, de la inteligencia y del humanismo.
¿Por qué cada 172 años?
Pues porque cada 172 años se conjuntan Urano y Neptuno. Pero hay
otras conjunciones que también
nos
convocan a nuevos encuentros a través del tiempo. Ahora precisamente y desde el 2020 estamos todos renacidos para preservar el
conocimiento y la Ley del Uno; es decir la Ley de la Suprema Inteligencia, puesto que ahora más que nunca existe un peligro de regresión tanto biológica como espiritual, sin precedentes en la historia humana.
¿Es que sois astrólogos?
La Astrología, querido Alex, es la Ciencia de la
Suprema Inteligencia. Todo se mueve de acuerdo a una Ley Cósmica. Las matemáticas, la Astrología y los biorritmos vitales son formas intelectuales para conocer y adaptarse
a dicha Ley. Por eso la estudiamos. Pues todo se mueve en ciclos, en ritmos y en frecuencias.
Otro de los objetivos para este tiempo, y no es el menos importante es crear un modelo de vida; es decir, todos los renacidos debemos vivir en el campo con un modelo de autosuficiencia energética y alimentaria. Es imposible evolucionar sin el
vínculo de la tierra. En estos momentos la dictadura de la Élite está propiciando la perdida absoluta de la
libertad personal y el adoctrinamiento de grandes masas de población que permanecen hipnotizados sirviendo al consumo y a las doctrinas banales y desintegradoras de los valores naturales.
El gesto dudoso que reflejó la cara de Alex, propició el dictado de Sami.
Mira
Alex, la educación de estos dos mil años anteriores ha creado el modelo jerárquico. Por ese
modelo tenemos un dios humano o un profeta, un super héroe o un triunfador humano que dicta la
forma de actuación del resto de los mortales. Ese modelo está equivocado puesto que produce frustración
e ignorancia. Ese modelo hace que millones de seres sigan, aborregados, a unos héroes de papel que dan patadas a un balón o que las niñas tengan como modelo de vida a una ignorante adornada de curvas
y cirugía estética. La evolución no la da el ser humano, la da toda la Tierra, todos los seres vivos, todo el conjunto, es imprescindible por tanto escuchar a la Tierra, vivir con el dictado de la naturaleza.
Tenemos que caminar juntos con el león, con el vecino, con el aire y con toda la raza. Nuestra intención es crear modelos de vida rústicos, participativos, solidarios
y autosuficientes.
- ¿Es decir, vivir en comunas?
No, querido Alex -prosiguió Sami- las comunas no funcionan. Se debe vivir preservando la identidad personal y la de los tuyos, pero en absoluta solidaridad con tus hermanos. Así vivimos aquí. Todos en su casa, con sus aficiones,
sus ritmos, sus pautas, pero como puedes comprobar, trabajamos
todos con el mismo objetivo. Nuestros hijos viven libremente en cada casa, todos los amamos y les
protegemos. Nuestros mayores
están a nuestro cuidado hasta su muerte.
Nosotros los enterraremos y sobre
su tumba levantamos otro granero
o sembramos trigo. Si tengo problemas para caminar, Marco o Salima o mi esposo hacen de muleta. Vivimos en un perfecto equilibrio en los ritmos personales y colectivos. Este modelo es el
que
debemos exportar al mundo.
Serán pocos al
principio, pero a la luz de estos pocos vendrán primero cientos y luego miles. Se suprimirán las religiones y se aceptará libremente el modelo de la ciencia, la inteligencia, el humanismo y el amor incondicional a la vida y al planeta.
¡Menuda utopía! -Gruñó Alex-
La reunión fue larga y fructífera. Las risas, las bromas y la espontaneidad presidió el coloquio. Para la mentalidad
alemana de Alex y Saray, ver como vivía esta gente fue un mazazo
en su alma. En Alemania cada uno vive
en su casa, sin mucha convivencia con vecinos y familia. Pero esta gente vivía sencillamente feliz.
Y esta felicidad no era un fenómeno perceptivo o intelectual, esa felicidad simplemente se palpaba, se sentía y te propiciaba una sensación de alegría, como nunca habían sentido. Sencillamente sentían que aquella era su familia, una familia loca,
utópica y disparatada, pero, al fin y al cabo, a nadie podían hacer daño alguno por pretender ser libres y vivir otro modelo de vida.
Hacia las seis de la tarde vinieron las abuelas, luego los niños. Todos querían conocer a los alemanes. La curiosidad les proporcionaba un nuevo aliciente fuera de la rutina diaria.
Luego, todo el grupo tomó la senda
de la montaña próxima y se pusieron a caminar. Risas, alegría, carreras, y empatía llevaron
a los recién llegados
a vivir sensaciones que hacía muchos años que no vivían. Por un momento todos eran niños despreocupados y divertidos. Caía el Sol cundo todos retornaron a sus respectivas casas.
La cena era simplemente una
pieza de fruta y una infusión. Jean se encerró en un cuarto despidiéndose de
los invitados. Sami los acompañó a su cuarto. Maman y Selena durmieron al pequeño
Jared y al
rato, todo quedó en silencio. Saray cayó rendida y se durmió al instante. Alex comenzó a escuchar una extraña letanía que en forma de mantra salía de alguna zona de la casa. Era un canto rítmico a forma de oración. Y con ese soniquete se quedó dormido.
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