El
ajedrez es uno de los juegos más antiguos que existen.
Solía
jugar de pequeño con mi padre que era un gran jugador, bueno jugaba de
adolescente, así que me es fácil saber de su dificultad, de su estrategia.
Él,
mi padre, resolvía problemas que aparecían en revistas y que a veces
reproducían jugadas reales o problemas desarrollados por maestros de este noble
juego.
Me
sorprendía el enunciado de esos problemas:
“Blancas juegan y ganan en tres movimientos”.
O,
lo que expertos jugadores en algunas partidas anunciaban al contrincante:
“Jaque mate en cuatro movidas”.
Quien
haya jugado al ajedrez o sepa algo de ajedrez sabe a lo que me refiero,
entiende lo que digo.
Y
si hago referencia a este aspecto por un lado de mi vida, y por otro lado de un
juego popularmente conocido es por lo siguiente.
Estoy,
plenamente convencido de que vivimos sumergidos en una especie de partida de
ajedrez, algunos la denominan como la “Batalla
de Armaghedón”, y que lejos de ser una batalla física como algunos habían
interpretado es una batalla, que si bien tiene su reflejo en lo físico, se desarrolla
fundamentalmente en otros aspectos, tan reales como lo es el plano físico.
Batalla
que es como una partida de ajedrez.
Los
dos jugadores tienen en su cabeza todas las posibles estrategias y las jugadas
planeadas antes de que éstas se materialicen en los movimientos de las fichas.
“…Jaque mate en cuatro jugadas…”.
Un
ejemplo, siempre desde mi humilde modo de ver, de esto que digo.
En
España, y concretamente en TV, es famoso un programa, emitido los domingos por
la noche.
Se
llama (llamaba porque de momento y hasta nueva orden no se emite solo en
diferido) “La Nave del Misterio”.
Presentado
y dirigido por Iker Jiménez.
La
temática los fenómenos paranormales y los misterios.
Unas
semanas antes de la explosión de la situación generada por la pandemia del
Coronavirus, en ese programa ya se alertó de la posibilidad real de una
situación parecida a la que el COVID-19 ha llevado a vivir.
Ahora,
esa y otras emisiones de ese programa sobre el mismo tema, son casi un
referente profético por lo que después pasó. Acertaron casi en todo con sus
advertencias.
Pero
no me detengo solo ahí, hay otro argumento que da peso a mi conclusión y que
después expondré.
El
último programa de “La Nave del Misterio”
emitido, antes de la suspensión, fue un
homenaje a Félix Rodríguez De La Fuente en el 40 aniversario de su muerte.
Dicho
programa, por su enfoque, por su testimonio, por lo bien realizado además de
por tratarse de la figura del homenajeado, fue un récord de audiencia y de hondo
calado en la sociedad española, en la audiencia.
En
dicho programa se deja entreabierta la clara respuesta al misterio que envolvió
la muerte trágica en accidente de avioneta, del querido y añorado personaje.
Aquí
el programa:
Félix
el último héroe
Casi
con toda probabilidad y en base a intereses políticos queda, sin casi dejar a
espacio a la duda de que se trató de un sabotaje el accidente el que acabó con
la vida del Dr. Félix.
El
personaje, incomodo por su testimonio sobre todo en su sensibilización del gran
público y su no doblegarse a los intereses políticos hicieron de él más cómoda
su desaparición que no su vida, su obra, su voz y,
Trasladado
esto a la partida de ajedrez tenemos que, con la desaparición de Félix
Rodríguez de la Fuente, las piezas negras se cobraron, en su día y en aras a su
deseo de ganar la partida, un alfil blanco.
En
el desarrollo de esta actual partida tenemos que la estrategia de jugada de las
fichas blancas puede ser la siguiente.
Por
un lado la suspensión temporal del programa tras todo lo anunciado sobre el
COVID-19 y la pandemia y haber puesto el dedo en la yaga sobre un oscuro tema
de un misterioso y trágico accidente. Ahora sean más las personas que vean con
más interés los trabajos del periodista Iker Jiménez.
Tenemos
una brillante jugada.
Ahora
el periodista no emitiendo en TV emite en autogestión en internet con un éxito
considerable de audiencia.
Su
emisión: “La Estirpe de los Libres”,
Dicho
canal en YouTube es, actualmente, la fuente de información más veraz,
contundente, aclaratoria, de todo lo que está pasando.
La
que todos buscan para saber dando informaciones que no son dadas en ningún otro
medio, hasta el punto de dejar en evidencia, un día sí, y otro también, a toda
la información “oficial” emitida hasta la saciedad por los mass-media.
Tratándose,
en el modo de verlo como una partida de ajedrez, chapeau por el jugador con las
fichas blancas.
Han
sacrificado un peón, pero siguen con opciones de ganar la partida.
El
verdadero enemigo es invisible.
Decía
que en esta partida solo vemos el tablero.
De
esta partida no vemos los jugadores.
Su
estrategia es sutil, es casi mental.
Voy
a desarrollarlo un poco.
Lo
diabólico no es un ser.
Lo
diabólico es una energía, es una fuerza.
Lo
diabólico, como abstracto e invisible, se revuelve, se mimetiza y opera según
una finalidad y objetivo que no es otro más que, única y exclusivamente
apartarnos, a cada uno de nosotros en individual y a todos nosotros en su
conjunto de nuestra verdadera e íntima esencia de luz y de hacernos presos de
su red.
Muchos
investigadores, muchos de los divulgadores, muchos de los chamanes o de quienes
están por las cosas del más allá -tan
aquí ahora- lo definen por: “voladores”, “larvas”, “arcontes”, etc.
Y
que no son otra cosa que, energías en forma de entidades invisibles que se
nutren y nutren estados de miedo y de oscuridad.
La
solución es no prestarse, ni consciente ni inconscientemente a ese juego.
Todo
lo que pasa como visible en cierto modo no es más que un teatro.
Teatro
en el que cada uno juega un rol que manifiesta, en esta platea, como una sombra
lo que fuera de aquí y, en otra realidad, se está dando.
Tenemos
pues que nutrir el miedo o ser víctima del miedo no es más que jugar ese juego
y ser peón, o alfil, o torre de una de esas fuerzas.
Esa
es una de las estrategias, de los fines, aunque hay más.
Hemos,
a mi modo de ver, de ir más allá de la forma y anticiparse a la estrategia y no
detenerse en el juicio de si este o ese es bueno o es malo, porque incluso su
rol, puede ser momentáneo o definitivo según sea la predisposición o la
arbitrareidad que cada uno en su íntimo desee ser.
Ser
ficha blanca o ficha negra, seguramente es tan solo una cuestión de elección
íntima y personal.
Y
todo esto, única y exclusivamente porque estamos acercándonos a un final de
ciclo de tiempos.
Un
final de ciclo de tiempos que marcan, única y exclusivamente unos nuevos
principios que no son más que un eterno devenir continuado.
Hay
una escena de una película, a mi criterio, muy buena.
La
película es “El Señor de los anillos”.
Hay
tres personajes juntos en un viaje que los lleva a un destino.
Frodo,
Sam y Gollum.
Cada
uno, lleva una intención, en ese viaje.
Frodo.
Culminar el viaje para destruir el anillo.
Sam.
Acompañar a Frodo, su íntimo amigo, para que logre la culminación de su
objetivo.
Y
Gollum, un personaje siniestro cuyo único objetivo es conseguir el anillo de
Frodo.
Curioso
el personaje y el hacer de Gollum.
En
su paranoia, las dos polaridades que vive le hacen ser, casi en igual medida violento
como amable, lo cual induce en Frodo la desconfianza, casi visceral, hacia su
amigo Sam, su amigo de siempre, que lo único que desea es ayudarle aún a costa
de su propia vida.
Estamos
en unos tiempos que la locura de Gollum, es la locura que impera en este
tiempo.
Locura contagiosa que, como al igual que en Frodo, hace que ya no sepamos distinguir los valores opuestos entre si, de tal manera que lo bueno se puede verlo como malo y lo malo como bueno.
Locura contagiosa que, como al igual que en Frodo, hace que ya no sepamos distinguir los valores opuestos entre si, de tal manera que lo bueno se puede verlo como malo y lo malo como bueno.
El
ángel sonríe, el diablo ríe, y esa es la única y gran, pero muy sutil,
diferencia
Tiempos
duros, tiempos difíciles, pero tiempos de luz.
Cuando
aprendí el juego de ajedrez se me enseño una cosa.
Siempre
empieza el primer movimiento de la partida el jugador que lleva las fichas
blancas.
Eso,
si es un jugador hábil, le da una sutil y ligerísima ventaja.
Siempre,
siempre, puede llevar la iniciativa del juego, justamente porque ha sido el
primero en mover
…¿será
quizás por eso que siempre se suele decir: “Blancas
juegan y ganan”
Ah,
otro detalle importante, un campeonato de ajedrez suelen ser más de una
partida.
TOTAL!
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