Tenemos un cerebro que se divide en dos
hemisferios.
Cada hemisferio rige, de manera cruzada una
parte del cuerpo.
Es decir, el hemisferio derecho la parte izquierda del cuerpo y el hemisferio izquierdo la parte derecha.
Es decir, el hemisferio derecho la parte izquierda del cuerpo y el hemisferio izquierdo la parte derecha.
El porqué de ello nunca he leído nada que lo
explique.
Seguramente, desde el punto de vista simbólico, será porque ya nuestro ADN es como un cruce de filamentos cuando no se ve en 3D.
A lo mejor, y con ello elucubro, porque ya algo nos dice que tenemos que mezclar los lados opuestos jejeje.
Cada hemisferio tiene una cualidad.
Cada hemisferio tiene una cualidad.
El hemisferio izquierdo es donde se elabora el pensamiento racional,
concreto.
El hemisferio derecho es donde se elabora el pensamiento abstracto, donde tiene cabida y eco lo filosófico,
es la base del pensamiento volumétrico.
Nuestro cerebro es la suma, la interacción de los dos.
Nuestro cerebro por tanto, no es
solo uno de los dos hemisferios.
Nuestro cerebro es un uno formado de dos y ello, desde mi perspectiva personal, es una enseñanza simbólica profunda.
Nuestro cerebro es un uno formado de dos y ello, desde mi perspectiva personal, es una enseñanza simbólica profunda.
Esa dualidad real es aparente y los polos
opuestos son complementarios.
Es un solo cerebro formado por dos hemisferios
que se complementan.
Proyectando este concepto, yo también pienso
que es por eso que los seres humanos estamos formados por dos sexos, hombre y mujer, y que reproducen los
dos aspectos de nuestros hemisferios cerebrales.
Los hombres suelen ser más concretos, como el hemisferio izquierdo
Las mujeres suelen ser más expansivas, como el hemisferio derecho.
Pero hombre y mujer formamos una gran unidad denominada: el ser humano.
Pero hombre y mujer formamos una gran unidad denominada: el ser humano.
Nuestra visión, a través de dos ojos también reproduce, siempre desde mi visión personal, esa realidad y ese simbolismo.
Me explico.
Es el hecho de ver con dos ojos, al mismo tiempo, lo que nos permite tener profundidad de campo.
Es el hecho de ver con dos ojos, al mismo tiempo, lo que nos permite tener profundidad de campo.
Pero es cierto que se puede ver solo con un solo ojo.
Ver con un solo ojo no nos permite ver la
profundidad de campo, pero si, podemos ver igualmente, un poco distorsionado pero, al fin y al cabo, vemos.
Yo, en mi particular visión me digo:
Se puede ver, aún viendo con los dos ojos, ver solo con uno.
Se puede ver, aún viendo con los dos ojos, ver solo con uno.
Puedo ver solo con un solo ojo, ya sea solo
la realidad material de las cosas.
Puedo ver solo con el otro ojo solo, viendo
solo la parte invisible de la vida y de las cosas.
Sin embargo, si veo con los dos al mismo
tiempo, tengo más profundidad de campo.
Veo la realidad material de las cosas y la parte invisible de la vida y de las cosas. Es decir lo que hay tras ellas.
Veo lo concreto y lo abstracto.
Lo cual creo es mejor.
Veo la realidad material de las cosas y la parte invisible de la vida y de las cosas. Es decir lo que hay tras ellas.
Veo lo concreto y lo abstracto.
Lo cual creo es mejor.
Por qué todo este parafraseo.
Y ahí y ahora que sale mi naturaleza mística, jejeje.
Dios, o lo que representa con lo que nos
hemos puesto de acuerdo en definir con ese vocablo, es una de las cosas más íntimas
y personales que existen, para cada ser en el caso de que exista o no para cada
uno, ya que las dos cosas son posibles, como ver con un solo ojo.
Por lo tanto, hablar de ello es un tanto
complejo.
Pero dado que hoy quería hablar de ello, escribo
que hace algún tiempo vi un pequeño vídeo que ilustraba este dialogo que, según
leí, se decía que era historia:
El dialogo era este:
Un
profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta.
-¿Dios creó todo lo que
existe?
Un
estudiante contestó valiente:
-Sí, lo hizo.
-¿Dios creó todo?
-Sí señor,
respondió
el joven.
El
profesor contestó,
-Si Dios creó todo,
entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo el precepto de que
nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo.
El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito.
El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito.
Otro estudiante levantó su mano y dijo:
-¿Puedo hacer una
pregunta, profesor?
-Por supuesto,
respondió
el profesor.
El
joven se puso de pie y preguntó:
-¿Profesor, existe el
frío?
-¿Qué pregunta es esa?
Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?
El
muchacho respondió:
-De hecho, señor, el
frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en
realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio
cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo
tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de
calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el
frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no
tenemos calor.
-Y, ¿existe la
oscuridad?,
continuó
el estudiante.
El
profesor respondió:
-Por supuesto.
El
estudiante contestó:
-Nuevamente se
equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad
ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el
prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que
está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un
simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el
haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio terminado? Con base
en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un
término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no
hay luz presente.
Finalmente, el joven
preguntó al profesor:
-Señor, ¿existe el mal?
El
profesor respondió:
-Por supuesto que
existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia
en todo el mundo, esas cosas son del mal.
A
lo que el estudiante respondió:
-El mal no existe,
señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de
Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado
para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó el mal. No es como la fe o el
amor, que existen como existen el calor y la luz. El mal es el resultado de que
la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío
cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.
Entonces
el profesor, después de asentir con la cabeza, se quedó callado.
El
nombre del joven era: Albert Einstein.
No
sé si es cierto, pero he
leído, también en Internet que las creencias espirituales, acerca de Dios, de
Einstein se acercaban mucho a los postulados del filósofo Baruch Espinoza con
cuya lectura quedó profundamente impregnado.
Algunas
frases que se le atribuyen, por ejemplo:
- Dios siempre elige la forma más simple.
- Creo en el Dios de Spinoza, quien se reveló así mismo en la armonía de todo lo que existe. No en el Dios que se esconde tras la fe y acciones de los hombres.
- El azar no existe; Dios no juega a los dados.
- Ante Dios, todos somos igualmente sabios e igualmente tontos.
- No puedo creer en el concepto de un Dios antropomórfico, que tiene el poder de interferir en las leyes naturales.
- Mi no creencia en la existencia de un Dios no es filosófica en lo absoluto.
- Quiero saber todos los pensamientos de Dios; todo lo demás son solo detalles.
- La moral es de gran importancia, pero para nosotros, no para Dios.
- Mi religiosidad consiste en una humilde admiración del espíritu infinitamente superior que se revela en los pequeños detalles que podemos percibir con nuestras mentes frágiles y débiles.
- No
sabemos nada del mundo ni de Dios. Todo nuestro conocimiento no es más que el
conocimiento de un niño de primaria.
Y soy recurrente con este tema pues, cuando veo una parte de la realidad del tiempo que me ha tocado vivir, será, por el hecho de a como me define cariñosamente un buen amigo mío, que muchas veces me llama “místico”, me gusta pensar en estos conceptos.
Será tal vez por el
hecho de que mi apellido lleva implícito el vocablo Dios.
Será que en otra vida fui místico.
Será por que estas mis My Mind son lo que aporto, como grano de arena, en este tiempo a esta realidad que entre todos creamos.
Sea por lo que sea que sea, escribo que solo quería añadir que:
Si quieres entender los planes de Dios, hay que acostumbrarse a pensar como Él.
Pensar como Él es pensar siempre en clave de benevolencia.
Buscando el bien de todos al mismo momento y en el mismo momento, y siempre con proyección de futuro.
Será que en otra vida fui místico.
Será por que estas mis My Mind son lo que aporto, como grano de arena, en este tiempo a esta realidad que entre todos creamos.
Sea por lo que sea que sea, escribo que solo quería añadir que:
Si quieres entender los planes de Dios, hay que acostumbrarse a pensar como Él.
Pensar como Él es pensar siempre en clave de benevolencia.
Buscando el bien de todos al mismo momento y en el mismo momento, y siempre con proyección de futuro.
Actuando el presente, creando el mejor futuro, aprendiendo del pasado.
Ya que el ahora sana el pasado y el ahora mejora el futuro.
Tomando y desarrollando la mayor conciencia consciente.
Ya que el ahora sana el pasado y el ahora mejora el futuro.
Tomando y desarrollando la mayor conciencia consciente.
Es también cierto que en el nombre y en la creencia, de
lo que definimos Dios, se han cometido y se siguen cometiendo barbaridades y
atrocidades, es por ello que decía que hablar de ello es harto complejo.
Sin embargo, yo creo que ahora es la ciencia, la
verdadera ciencia y no la fe, es la que nos acerca al conocimiento más certero de lo que está
representado con el nombre Dios.
No obstante, de entre todas las definiciones y conceptos, la que más me llena, y que es con la que me quedo es con la definición que a la pregunta:
“¿Qué es Dios para vosotros?”,
dio un extraterrestre por respuesta:
“Dios es, para nosotros, la inteligencia que
crea, coordina e instruye más de 150 Billones de universos…”.
Y esa Inteligencia está presente indisolublemente en cada
célula, en cada átomo y en la inteligencia de cada átomo y de cada célula.
Y que está presente en todos los procesos que interrelacionan e interconectan cada célula y cada átomo con cada átomo y cada célula.
Y vivirlo y senitlro así da profundidad de campo a nuestra visión del todo, de este momento, del aquí y del ahora.
Y que está presente en todos los procesos que interrelacionan e interconectan cada célula y cada átomo con cada átomo y cada célula.
Y vivirlo y senitlro así da profundidad de campo a nuestra visión del todo, de este momento, del aquí y del ahora.
Pero, como suelo decir, es solo una My Mind mía más.
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