Hoy
es día de elecciones generales en el país donde vivo.
Y hoy quiero hablar sobre
política.
Hoy
es un día de elecciones en mi país, pero sin embargo el cambio es más de lo
mismo y mucho me temo, no para mejor.
Recuerdo
haber escuchado una pequeña conversación de compañeros de mi trabajo antes de
las primeras votaciones en España cuando yo tenía 18 años.
El cruce de frases fue esta:
“Tenemos que votar a los mejores”.
“Vaya, por fin me voy a enterar de quiénes
son los mejores”.
Y
ahora, y hablando de política añado varias cosas más.
Decía
un hombre sabio una frase sabia:
“La política son como las prostitutas se
venden al mejor postor”.
Y yo, que simple y llanamente soy un ciudadano de a pié, que soy un hombre librepensador aprendiz de todo y maestro en nada digo como frase:
“Qué lástima que todo se tenga que arreglar mediante política”.
“Qué lástima que todo se tenga que arreglar mediante política”.
En
las primeras elecciones que se hicieron en mi país y a las que pude votar
porque ya tenía 18 años mi voto ya fue en blanco.
Recuerdo además haber escrito una carta a dos importantes medios de comunicación de aquella época, carta que me fue publicada, en la que explicaba mi motivo del porqué de esa decisión.
Recuerdo además haber escrito una carta a dos importantes medios de comunicación de aquella época, carta que me fue publicada, en la que explicaba mi motivo del porqué de esa decisión.
Decisión
que añado, ha sido siempre la misma, salvo en una ocasión en la que ilusoriamente
si pensaba que podría haber un cambio, cambio que el tiempo sin embargo ha
confirmado ser un espejismo, ya que siempre es más de lo mismo o lo que es lo
mismo, se cambian las cosas para que sigan siendo siempre las mismas cosas.
En
esta ocasión quise ver, dentro de la campaña electoral, los debates televisivos
de los candidatos a la presidencia, quise ver a los máximos representantes de
las fuerzas políticas.
Como
decía un conocido personaje público, solo se puede resumir con dos palabras “IM” y “PREZIONANTE”.
A
ver si puedo resumirlo y sintetizarlo, siempre claro está desde mi punto de
vista.
Fueron
el reflejo de esta sociedad y de este tiempo.
A saber, crispación irritación, acusación, insulto, etc., etc., etc.
A saber, crispación irritación, acusación, insulto, etc., etc., etc.
Habiendo visto los debates me decía:
“Si estas personas han de ser los máximos
dirigentes cómo puede ser que ninguno de ellos transmita ni proyecte una
esencia y una coherencia de un ser que es
acorde a valores de integridad, honestidad, firmeza, proyección de futuro,
programa real de dirección con soluciones y programas reales hacía situaciones
como el cuidado del medio ambiente, paz y armonía sociales, educación, sanidad,
etc.
¿Cómo puede ser que
gente que insulta, falta el respeto, se muestre barriobajera, casi como
tanganas en actividades deportivas sean los que sean garantes de un mejor
futuro?”
Sencillamente
inconcebible.
Todo
esto me reafirma en mis convicciones y en mis conocimientos ya expuestos en su
día en aquella carta, ya expuesto por el hombre sabio que escuché un día, ya
expuesto en foros de opinión y debate accesibles en la red.
Un
voto habla claramente, o casi claramente de la línea de pensamiento que a través
de esa papeleta tiene la persona que lo da. Un voto en blanco o un no votar
puede tener muchos más abanicos de posibilidades de intención.
Aunque
algunos digan que es un beneficio para el ya instalado hay otras y de entre
ellas una, que es la mía, es la de un ejercicio de protesta real y de oposición
ante las propuestas de elección.
Es
como decir en voz silenciosa: “NO, NO ESTOY DE ACUERDO”.
El
voto, como escuchaba recientemente, es una ilusa ilusión.
Se
vota a un partido, pero una vez votado ese partido, las decisiones que ese
partido realiza el votante no tiene absolutamente ningún poder en ellas. Pueden
por tanto desdecirse de lo dicho, incumplir lo que prometieron, hacer cosas
contrarias a la filosofía que dicen atesorar y todo esto, y más la historia
esta repleta de historias que confirman que la historia es así.
Qué
lástima que las decisiones que resuelvan todos los problemas y situaciones que
afectan a cada ser humano, a todas las sociedades, a la vida en este tiempo y
en este espacio sean tomadas por políticos y mediante la política. Y qué lástima
que sea con estos políticos de ahora.
La política, o mejor dicho, las decisiones que compete a los políticos, creo yo sería mejor si fuesen responsabilidad y decisión final de verdaderos, íntegros, independientes hombres
de ciencia que no estén vinculados a la economía, humanistas con visión
profunda de la realidad, tanto del origen como del presente de las cosas.
Sentimientos y no números y por supuesto una implicación real y sentida de cada
ser humano para, tal vez mediante movimientos de asamblea las que, de manera
local, y cada vez más grande hasta de manera universal abordar todas las
situaciones para desde, la benevolencia y el bien común, buscar el mejor bien
común para todos.
En
fin, una utopía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario