En mi anterior, y hasta ahora último escrito en mi blog, titulado:
“Viéndolo desde el simbolismo”.
Tomaba un evento que se produjo en esas fechas como un elemento en el
que basar mi reflexión.
El evento era la destrucción de la Iglesia de Notre Dame de París por
un fuego.
Hoy quiero volver a tomar ese tema para basarme en otra mía reflexión
y partiendo del hecho de que en tiempo récord se ha recogido una suma ingente
de dinero, fruto de donaciones particulares y de corporaciones a fin de poder
restaurarla.
La tomo como ejemplo de lo que yo denomino, posibilidades de
pensamiento y sus efectos o, escuela de pensamiento.
Voy a ello.
Mi propio escrito causó, eso creo, diversidad de opinión, y eso es
lícito, normal, lógico y consecuente.
En ese mi escrito inducía, mediante las fotos que acompañaban el
texto, a reflexionar sobre el hecho de que, para restaurar una catedral, en
menos de 24 horas se habían recaudado casi 700 millones de €uros, mientras que
es difícil recaudar dinero para mitigar la pobreza, la hambruna o las enfermedades.
Estuve pensando después más profundamente, sin que ello me lleve a
desdecirme en lo publicado o a desalinearme de mi pensamiento, pues sigo
pensando que las cosas se hacen si se desean, sino se desean no se hacen.
Pero, qué fue lo que pensé y me pareció un ejercicio de observación de
la realidad.
Cada una de las personas que, a titulo individual o de la corporación a la que representaban tuvieron el deseo profundo, innato y seguramente instantáneo de ayudar con ayuda económica, fue por razones que nadie sabe, solo aquellos a los que les fue anunciado o en la individualidad de cada uno de ellos.
Estoy convencido, a pesar de las reflexiones que acerca de ello he sabido, que lo más probable es que el sentir es que una obra tan llena de simbolismo, de historia, debía ser restaurado lo más pronto posible, y eso es, desde mi punto de vista noble y loable.
De hecho, me quedó con ese pensamiento.
De hecho, me quedó con ese pensamiento.
Y digo me quedo con ese pensamiento pues de entre los muchos que supe
el que más mordiente noté era el que apuntaba al hecho de que al ser, la
entrega de dinero una donación benéfica, eso resta impuestos como efecto
colateral inmediato, dando así a entender que la dádiva era calculada en base
al beneficio conseguido.
Afilada observación.
¿Qué pasaría si es verdad?
¿Qué pasaría, en cambio, si no es verdad?
Dado que solo quien hace el gesto sabe realmente la motivación de sus
gestos; quienes observamos el gesto, aun teniendo la libertad de pensar lo que
creamos solo influimos en el autor del gesto por el efecto de nuestro
pensamiento manifestado.
¿Qué pasaría si es verdad?
Pueden ser tantas cosas difíciles de acertar.
¿Qué pasaría, si en cambio, no es verdad?
Pueden ser tantas cosas, pero quizás, más fáciles de acertar.
En todo caso, aunque la sospecha, la duda, la desconfianza estén
cimentadas en experiencias pasadas conocidas y que justifican esos “sentires”
no tengo duda del efecto que puede producir en la persona que quizás si lo hizo
de corazón y no con un interés soterrado.
Este matiz tan sencillo, tan cotidiano, yo lo defino como la semilla
de la discordia, la separación.
No soy un naif de pensar que todo el mundo piensa bien, no soy un
happyflower de creer que todos lo hacemos todo de manera desinteresada sin
buscar el beneficio.
Solo quiero poner el acento, y ese fue el centro de mi reflexión, en
el efecto que se produce cuando se hace algo en base a algo y ese algo no es
imaginado por quienes comentan o piensan en ese algo.
Cuando coinciden y esa coincidencia es en algo bueno, está bien.
Cuando coinciden y esa coincidencia es en algo no bueno, está bien.
Cuando no coinciden, está menos bien.
La frase: “El secreto interno se
hará público”, adquiere un tinte profético que propone la equidad en el
futuro.
La realidad de lo vivido por un amigo mío y que vivió en vida la
muerte para volver a la vida antes de morir años después adquiere un valor más
profundo.
Me dijo: “Hay una conciencia en
el interior de cada uno que sabe, por haber estado siempre en el interior, si
algo se ha hecho o no se ha hecho, porqué se hizo o no se hizo. Y a esa
conciencia no se la puede engañar porque ha estado siempre dentro de cada uno y
como sabe todo lo que se pensó, se sintió y se actuó, no hay forma de
engañarla. Esa conciencia te dice y no la puedes negar”.
Lo que aprendí con la PNL cuando en una de sus presuposiciones básicas
enuncia que todos, absolutamente todos escogen, de entre sus opciones, la que
creen que es mejor, me parece la más razonable para encontrar en el paradigma
que nos encontramos.
Paradigma en el que a veces pienso que hay una fuerza que busca ese
enfrentamiento entre los seres humanos.
A unos sembrando desconfianza, a otros sintiendo desconfianza y entre
tanto en esta alternancia quizás sea la salida saber y sentir que, aún siendo
cuestión de tiempo, el tiempo todo lo pone en su lugar, que lo sembrado es lo
recolectado y que solo pensar de los demás lo que nos gustaría que pensasen de
nosotros si fuésemos esos demás es lo más sabio.
Pero como suelo decir, solo una My Mind mía más.
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