El
pensamiento crea el futuro.
Si
el pensamiento es benevolente para uno mismo y para los demás, el futuro
individual creado para sí mismo es de luz.
Si
el pensamiento es benevolente para consigo mismo y para los demás el futuro creado
colectivo es la suma de varios pensamientos en el que el nuestro es solo una
parte útil y necesaria, dado que ese pensamiento influye y completa el
pensamiento de los demás seres individuales.
No
estamos solos.
El pensamiento de bien tiene dos etapas:
El
Yo y el Nosotros
Con derivados el Tú y el Vosotros, el Él y el Ellos
Cada
una de estas etapas va en función del grado de sensibilización del alma
El
pensamiento benevolente también va mutando en base a la sensibilización del
alma.
Sin
embargo todo esto no cambia ni un ápice la esencia de una gran verdad, quizás
una de las más grandes.
El futuro no existe, el futuro es creado en el presente con nuestros pensamientos.
Es por eso que el presente fue un futuro creado en un momento pasado que
fue presente, del mismo modo que el futuro será presente cuando este presente
sea pasado.
El
futuro son infinitas posibilidades.
De
ahí que el futuro no creado sean tinieblas, porque solo la luz le da forma, esencia,
sustancia y color.
El
tiempo, algo relativo, es el hilo que todo lo engarza porque pasado, presente y
futuro pueden ser, de alguna manera, una misma y única cosa.
Todos
viven en cada uno de nosotros sin que seamos del todo conscientes. Solo un
Avatar que dijo: “Yo soy el que era, el que es y el que será”, pero ese es otro
tema.
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