En la Biblia se puede leer: “Polvo eres y en polvo te convertiras…”,
y los españoles, que somos muy guasones, hemos decidido llamar “echar
un polvo” a la “coyunda” o al “coito” o a “conocer
hembra o varón” según sea el caso y que tiene casi tantos nombres como
posibles posturas.
Yo pensé que eso era así por esa razón hasta que escuché una explicación
que me parece también lógica.
En la antigüedad los enamorados o no, que querían gozarse se veían
obligados a ir al granero o a lugares apartados.
Tras regresar del éxtasis o no, la espalda les quedaba manchada de polvo lo
cual dio origen a la famosa expresión.
Sin embargo otra expresión más acertada desde mi comprensión de la vida y
de sus maravillas es el hecho de denominarlo: “Hacer el amor” y de esto
ya hablé en otro escrito en mi blog.
Pero he tenido varias reflexiones y que son las me han hecho desear volver
a tocar el tema.
El vocablo “SEXO” tiene su raíz en el concepto “seis” y eso es debido al
hecho de que cuando una pareja se junta para “intimar” en realidad se
juntan seis cuerpos, tres por cada uno de los componentes. A saber: el
espíritu, el alma y el físico.
Evidentemente todas las combinaciones son posibles y cada una da un efecto
diferente siendo la unión de los tres en total armonía una de las vías que más
nos acercan a sentir la potencia divina en esta dimensión.
Nosotros los humanos junto con el delfín somos la única especie que puede “aparearse”
solo por el placer de hacerlo, lo cual nos da un indicativo de que quizás los
Dioses quisieron darnos una llave para acceder a metas mucho más elevadas.
Y ello porque cuando el sexo es elevado se alcanzan altas cotas de sensación de parecer rozar la divinidad.
Y ello porque cuando el sexo es elevado se alcanzan altas cotas de sensación de parecer rozar la divinidad.
Recuerdo que el orgasmo es el momento de silencio en nuestro interior y en
nuestra mente que experimentamos de manera natural no forzado.
Pero una de las reflexiones que me han hecho pensar en este escrito es el
del placer que se siente “uniéndose” físicamente.
Partiendo de la base que en nuestro interior está Dios o una manifestación de Dios y que esa misma manifestación está en el exterior y que nos rodea, el acto físico de hacer el amor se puede ver como que es la unión de estas dos realidades.
Me explico:
Me explico:
El varón “entra” en el interior de su compañera.
Va por tanto al “contacto” con el Dios interior que
en ella habita.
Él siente por tanto un gran placer.
Él siente por tanto un gran placer.
La hembra “recibe y acoje” desde el exterior a su compañero.
Es simbólicamente una visión de que se entra en “contacto” con el Dios que está en el exterior.
Ella siente por tanto un gran placer.
En ambos casos, ambos seres “conectan por contacto” con una parte de Dios, la que en ellos se complementa. y ahí radica el porqué del gozo.
Es simbólicamente una visión de que se entra en “contacto” con el Dios que está en el exterior.
Ella siente por tanto un gran placer.
En ambos casos, ambos seres “conectan por contacto” con una parte de Dios, la que en ellos se complementa. y ahí radica el porqué del gozo.
Dicen los místicos y lo experimentan tambien los que hacen de la vida un
sendero de realización espiritual profunda que la comunión con Dios es una
fuente de gozo y de paz.
Será quizás será por eso que el acto físico de hacer el amor, cuando se
practica desde la consciencia, la libertad, la aceptación, el deseo mutuo de
entrega que produce un sano y placentero placer.
Será, me digo desde mi visión personal porque metafóricamente es la unión
de los dos Dioses el interno y el externo en un instante de efímera eternidad.
Es una visión muy personal quizás un tanto poética, quizás un tanto utópica
pero, por qué no puede ser válida.
El acto físico de hacer el amor cuando realizado desde el equilibrio nos
conecta con nuestro ser creativo, nos potencia, nos acerca al estado del
bienestar cotidiano.
¿Será quizás sabedores de esto que los que “dirigen” a las masas han
hecho del sexo siempre una herramienta de manipulación?
En tiempos antiguos para sometimiento a través de la prohibición, y ahora en
tiempos más modernos en la banalización de un acto tan sublime desvirtuándolo de
todo valor místico.
¿Será quizás sabedores de esto que los que intentan “ayudar” al individuo
desde tiempo remotos y antiguos hablan del sexo con veneración y respeto
inculcando el deseo de que sea vivido y experimentado como una poderosa
herramienta de conciencia y de desarrollo, de divinización y de juego.
El origen de nuestra vida se produce a través del juego sexual, el sexo es pues un
pilar fundamental en la vida.
No lo es todo evidentemente.
No lo es todo evidentemente.
Es como todo, importante es su justa medida y su justa medida es el equilibrio, el respeto y
la honestidad.
El acto físico de “encontrarse“ de “entregarse“ es latir en un solo ritmo, en un único corazón, siendo dos en uno y uno en dos.
Súper chévere tu enfoque amigo Marcos ... Dos aportes: el sexo es parte de una triada "amor-sexo-vínculo". El amor es el vínculo universal, el sexo, en su entendido amplio y restringido, es la forma cómo se expresa el amor, y el vínculo es la relación temporal que los humanos tenemos para circunscribir el componente amor y sexo que son universales. Todos los vinculos tienen un contenido sexual.
ResponderEliminarEl sexo en mis CCPAHCC, está en todo el Tarot pero podemos ahora pensar en la 6a. línea vertical: Amantes-Muerte-Juicio. En el Sexo confluyen la existencia simultanea de Eros y Tanatos. El sexo es la manera de hacer viable la vida y la muerte, de darle dinámica a la existencia.
Amigo Marcos felicitaciones por tus reflexiones ... Almabrazo colombiano ... Carlos Francisco Rodríguez