Tengo un recuerdo de mi infancia.
Ese recuerdo que guardo de mi
infancia es una escena, de lo más común en cualquier familia, una escena en el
que mi padre, junto a mi hermana y mi hermano hablándonos hacía cuentas, y
haciendo cuentas decía:
“A ver en el año 2000 tu tendrás
41 años, tu hermano tendrá…. tu hermana tendrá… yo tendré… bueno a lo mejor ya
no llego…”
Eso ocurría en los años 70.
Y en la década de los setenta el
año 2000 me parecía y me sonaba a ciencia ficción. Me resultaba enigmático,
misterioso, un tanto oscuro y alucinaba con las maravillas que podían pasar en
el año 2000. A incentivar esas emociones, a instigar esos pensamientos además
estaban algunos escritos que pincelaban imagines de ese, para aquél entonces
futuro. Coches voladores, robots, viajes interplanetarios etc.
A medida que me fui haciendo
mayor otras reflexiones ocuparon mi mente y me olvidé de aquel comentario de mi
padre, que no obstante se repitió alguna vez más.
Cuando iba a celebrar la entrada
del año 2000 recuerdo que mi preocupación estaba alimentada por el hecho de ver
qué podía pasar a nivel mundial con los ordenadores ya que se corría la voz de
que nadie sabía exactamente qué predecir con el hecho de que los relojes de los
pc se pondrían a cero y nadie lo había prevenido y también el hecho de que de
alguna manera el 2000 estaba en el inconsciente colectivo como una fecha muy
especial.
Ha pasado ya mucho tiempo desde
que mi padre me dijo que en el 2000 tendría 41 años.
Ha pasado ya algún tiempo desde
que el 2000 se instaló en el calendario y a veces, ahora que por la edad mi
mirada ya no solo se dirige al futuro y al presente sino también al pasado
donde ya puede ver tantos recuerdos que me acuerdo también de lo que pensaba
que iba a ser, según pintaba la imaginería escrita el años 2000 y siguientes.
Y más nos vamos adentrando en el
2000 más me decepciono por lo que me imaginaba que iba a ser.
La vida es más difícil, la vida
es más una supervivencia que no una agradable experiencia entre el nacer y el
morir.
Los sistemas en los que está basada
la sociedad se muestran claramente como inoperantes para garantizar un mejor
futuro.
Los descubrimientos -muchos puestos de lado dado que no es interesante
que se prospecte una sociedad diferente-
son impresionantes.
Las clases gobernantes -seres humanos normales y corrientes en su mayoría- y por tanto sujetos a las mismas pasiones degeneran
por el sentimiento corrosivo que produce la gestión del poder y de los medios
cuando su acción no está regida por un auténtico sentimiento del bien común
sino del propio.
No son los políticos, es a las
ideas con las que se sienten identificados.
No el año 2000 no es lo que al
menos yo creía que se prospectaba, lo único que resta intacto y cada vez más
potenciado es la posibilidad de creación con el pensamiento y con la
imaginación.
Yo menos creía que el año 2000 pudiera llegar. Llegó y pasó, me desilusioné. Esperaba que ocurriera algo mágico, misterioso diferente.
ResponderEliminarHoy, la vida es un continuar, seguir, seguir...con lucha? puede ser? Sin lucha, es posible. Sobreviviendo? Tal ves. Viviendo? Es lo que hay que hacer.