Lo confieso, me confieso.
Cuando empecé a escribir este blog, hace ya ahora un tiempo, lo
empecé como un ejercicio personal, un ejercicio personal de dejar algo
de mí, de compartir lo que bulle por mi cabeza, de mis mymineadas.
Lo que me indujo empezar a escribirlo fue un sentimiento que no sé
definir bien.
Ganas de compartir, ganas de perdurar, a través de lo escrito, en el tiempo, ganas de trascender, ganas de divulgar,….
A veces me veo a mi mismo más inspirado con ideas más frescas con
necesidades más urgentes de comunicación.
Y es por ello que a veces, en el tiempo, escribo más
seguido, a veces más espaciado, pero siempre este blog es una parte de mí que
está en mí que lo tengo presente, no sé cómo explicarlo.
Al principio lo escribía para mí mismo, luego empecé a escribir
pensando en que me leían.
Y sigo escribiendo para mí mismo, y sigo escribiendo pensando en
que me leen y cuando los dos extremos se tocaron paralelamente surgió un tercer
aspecto. Un tercer aspecto que relato.
Como administrador de mi blog tengo acceso a una ventana que son
las estadísticas, una ventana que me permite saber que de lo escrito me están
leyendo en el momento presente, que me leyeron durante el día, durante el mes o
desde que empecé a bloguear.
Y no solo qué me están leyendo sino desde dónde.
El primer país es España, el segundo es México, luego los Estados
Unidos y luego Colombia, y no nombro los otros que abracan lugares que jamás
habría imaginado: Rusia, Letonia, Nueva Zelanda, Eslovenia y más lugares.
Una vez escribí un blog de agradecimiento a mi lector desconocido
y lo juro me siento íntimamente honrado saber que alguien, en algunos de esos países
que he mencionado o en algunos de esos que no he mencionado me ha leído o me
leen, es más de lo que esperaba, pero es lo que esperaba al mismo tiempo lo
confieso. Como confieso también que he deseado íntimamente que este blog fuese
una puerta que diese forma a uno de mis sueños, compartir de viva voz lo que
aquí escribo y por qué no hasta tal vez publicar mis escritos a forma de libro.
Por motivos personales estoy en Colombia.
“Este joven, este anciano, esta mujer, ¿me habrán leído?”
Y pensando en ello se me ha ocurrido una idea tal vez utópica.
Dejo aquí, dejo ahora escrito una forma de contactarme.
Quizás esa puerta de la que
hablaba antes se abra aquí.
Estaré aún un tiempo aquí en Colombia, regresaré aún aquí en más ocasiones, es
pues válido este escrito.
Escrito que es válido en cualquier momento y en mi mymineada mía lo hago
extensible a cualquier país.
Una vez me dije algo en lo que reflexioné.
Me dije que los sueños
son como las estrellas y las utopías, parecen inalcanzables pero de alguna
manera al seguirlos se hace camino y por eso son hermosos los sueños y son hermosas las
estrellas.
Por eso hay tantas estrellas, porque somos muchos los seres humanos
y porque muchos alimentan sueños y utopías.
Yo he confesado una mía
Si me quieres contactar:
amadiocambres@yahoo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario