“El
engaño es peor que la traición…”
Eso
decía la persona que, durante un arco de tiempo de mi tiempo, sentí que era,
que de hecho fue, mi enseñante en todos los conceptos que tienen que ver con el
espíritu, con la materia y con la naturaleza psíquica del hombre, así como del
aspecto divino del programa de los Dioses, que, en este final de ciclo, visitan
a la humanidad.
Me
habló pues también de Extraterrestres, de Dioses Creantes, de programas
divinos, de cómo viajan los platillos, de lo que ha pasado, está pasando y, probablemente
puede ser que pase, en un futuro posible sino lo cambiamos con el hombre.
Hoy
lo he entendido mucho más.
Y
hoy he entendido esto que ahora voy a escribir.
Deseando
a su vez que tal vez pueda ser un posible entendimiento para quien esto lea.
Creamos
el futuro con nuestros pensamientos, o también dicho, con lo que imaginamos y
con lo que creemos.
Por
lo tanto, si se dice conscientemente una mentira produzco pues un engaño.
Se
induce a pensar y a sostener en el tiempo algo que no es cierto.
La
persona que escucha eso que se ha dicho tiene a su vez dos opciones.
Una,
buscar por sí mismo la confirmación de lo escuchado, que es lo más sabio.
Dos,
creérselo y sostener y alimentar, sin saber, el engaño al que se le ha
inducido, sea o no consciente de ello.
Vamos
a poner como ejemplo un ejemplo de esto que digo.
Como
ejemplo elijo poner: las verdades que divulga y en las que se basa la Iglesia
Católica.
Ellos,
los prelados y la curia, cada uno a su nivel y según su rango y la información
de que su rango les proporciona, saben ciertas verdades.
Si
el conjunto de los prelados, vamos a decir la Iglesia como institución, adopta
como cierto, bases de verdad que divulga como verdades, aún sabiendo que no son
ciertas, cada uno de ellos y en su medida, es responsable a su vez de mantener
un engaño que inducen en las gentes que, han decidido, sin cuestionarse, creer
todo lo que, en este caso la Iglesia, dice.
Mantener
ese engaño es peor que la traición.
Y
es peor que la traición misma porque mantener un engaño en el tiempo es,
potencialmente, seguir traicionando todo el tiempo en el que se mantiene ese
engaño.
Y
puestos a hablar de historias de Iglesia, otro ejemplo de la historia que
divulga la Iglesia como verdad, y que a lo mejor no fue como dicen y como
creemos que fue; y como seguramente son todas las verdades que la Iglesia
difunde.
Judas
traicionó, pero inmediatamente después de su acto de traición se arrepintió
profundamente.
Su
arrepentimiento, manifestado en su interior por pensamientos que solo él sabe y
supo, crearon a su vez, -porque
es inevitable que los pensamientos creen futuro puesto que es ley que así sea-,
creó el mejor futuro posible de
reparación, solo por el hecho de arrepentirse verdaderamente de su acto
reprochable.
Mi
enseñante, al que antes aludía, me decía:
“El
error no es malo. Lo malo es continuar en él una vez que lo has hecho y que
sabes que es un error”.
La
iglesia católica de hoy, eso siento en mi interior, mantiene una mentira en el
tiempo.
Y
estoy seguro, como seguramente en mayor medida lo estás tú también que lo hace.
Y
por desconocimiento de cómo son, desconozco si también si las otras religiones más
grandes de la humanidad también, en igual o menor o mayor medida, mienten o
dicen solo medias verdades.
Y
eso es un error, pues mantener una mentira en el tiempo, provoca que el futuro
que se manifestará en base a ese engaño, cada día presente en el presente, sea
distorsionado, erróneo y fallido.
Es
algo así como hacer que un niño siga creyendo, todos los días de su vida, que
Papá Noel es el que de verdad le trae sus juguetes en el día de Navidad.
Sinceramente
creo, y atando cabos que ha habido Papas, puesto que hablamos de la Iglesia,
que han sido asesinados por haber querido cambiar el curso de la historia, y el
curso de la historia que la Iglesia proponía, manteniendo las mentiras que ésta
divulga como verdades.
A
la iglesia le fue dicho, y ellos mismos lo dicen que está escrito, aunque
durante un tiempo no dejaban que nadie leyese los escritos donde estaba escrito:
“Ponéis
pesadas cruces en los hombros de las personas, cruces que vosotros no movéis un
solo dedo para levantarlas”.
A
buen entendedor no hace falta que ponga ejemplos de esto.
Y
puesto a ir un poco más profundo, sigo escribiendo.
De
lo que aprendí de mi querido y amado primer enseñante de vida en esta vida, y
de otros enseñantes que llegaron a mi vida después de él, he comprendido como
puede ser que funcione un programa divino.
Los
Dioses ven claramente que la humanidad, manteniéndose voluntariamente en un
error, al no querer conocer la verdad y guiada por los que quieren que sigan en
esa senda y quien sabe porque intereses
-yo me los imagino muy fácilmente- operan
un plan.
Deciden
que una persona adopte, sin él saberlo a priori, la forma de un ser cuya figura,
que está grabada en la memoria colectiva como la de un instructor de verdades
eternas.
Un
instructor que lo fue solo para una gran parte de la humanidad de una verdad
sencilla
Una
verdad que ha sido tergiversada, manipulada y sostenida en el tiempo, volviéndola
un engaño, por aquellos que dicen ser los genuinos representantes y
divulgadores de esa sencilla verdad que ese instructor divulgó.
La
finalidad es que esa sencilla persona, durante un tiempo limitado, haga un rol
sensibilizador cuyo único objetivo es despertar a la humanidad, que en aras de
una mentira sostenida en el tiempo están creando, solo por el hecho de seguir
creyendo en ella, un futuro erróneo y ello por que la ley del tiempo es
inapelable.
La
ley es que el pasado ha creado este presente y que no puede ser diferente
porque no puede ya ser otro.
Y
eso lo hace perfecto, sea cuál sea el presente manifestado.
Presente,
pero que puede cambiar con un solo pensamiento, el futuro que se crea de en
este presente; presente que en un futuro será su pasado.
La
lucha de quienes sostienen y mantienen un futuro creado es feroz contra
aquellos que, en el presente, buscan crear un futuro diferente y mejor.
El
resultado se dará en base a la fuerza de sostén que cada uno de los dos bandos
tenga.
Como
la Ley del Universo, y tal cómo éste funciona, es siempre, y digo bien si
repito siempre, en clave de bien, en clave de evolución.
Lo
único que sucede es que ese futuro posible y real tardará, más o menos tiempo,
en manifestarse, según tomemos conciencia de que somos nosotros en actualizarlo.
Lo
verdaderamente preocupante y aterrador es que hay un tiempo finito para que cualquier
futuro potencial, sea cuál sea éste, se manifieste.
En
palabras muy sencillas, trato de explicarlo.
Bien
y mal danzan como una pareja de enamorados.
Hay
uno que lleva al otro y el otro se deja llevar por el otro, aun habiendo
momentos que aquél que lleva el movimiento del baile, a su vez se deja llevar
por el otro en algún instante preciso.
Lo
que importa es danzar.
La
danza es un tiempo finito pues la melodía con la que danzan no va a sonar
infinitamente.
Otra
historia, dentro de esta historia, que solo añado a modo de apertura de mi
alma, forma parte de mi historia y de historias que he conocido, vivido y
participado, y que a su vez son enseñanza de mi aprendizaje de vida; es que
tanto un futuro como el otro, a modo de partida de ajedrez, mueven sus fichas,
producen sus estrategias de juego en aras de ganar ellos la partida.
Y
en el caso de esta otra historia, a la que estoy haciendo mención, es que el
personaje, que un día sin saber a priori que se iba a pasar con él, quedó
atrapado del personaje, o mejor dicho del disfraz que vistió, durante un tiempo
en actuación de un programa que debía ser finito y para conseguir un objetivo
que el tiempo dirá, si se cumplió como se esperaba o no.
Eso
lo dirá el tiempo y aquellos que instruyeron y ejecutaron esa orquestación.
De
momento de aquella historia ya solo queda el recuerdo, que seguramente ya es
tergiversado, pues el futuro que se vio en peligro de no manifestación, se las
arregló par inducir al personaje en creer que era algo más que un instante, y
la inercia que produjo.
Dicho
de nuevo en palabras muy sencillas.
Es
como si alguien se viste de papa Noel para darle una alegría a su hijo y
después de las navidades, el disfrazado papá de papa Noel no se quita más el
vestido pues ha disfrutado y sido feliz haciendo feliz a su amado hijo y quiere
seguir sintiéndolo.
Pienso,
y con esto acabo, que este universo, uno mas de los 150 billones de universos
que forman la parte física del cuerpo donde se proyectan las ideas creativas de
la Gran Mente Universal, es a su vez una posibilidad de entre las infinitas
posibilidades que crea, nutre e instruye dicha Mente Universal.
En
este universo se dan muchas opciones que, seguramente o al menos no lo sé tan
seguro, en otros no hay o sí.
Quizás
una de estas opciones es el paradigma de la dualidad y que no es otra cosa más
que dos valores opuestos que en equilibrio forman una realidad aparente que
lleva única y exclusivamente a desarrollar conciencia.
En
esta dualidad danzan, todo el tiempo que dure este universo, y no estoy tan
seguro de que sea absolutamente así, valores de los que se descompondrán en dos
aspectos opuestos.
Es
muy probable que tú, que me estás leyendo, al igual que como yo y en tanto que
seres humanos hayamos seguido el paso de los que nos acompañan en este
peregrinaje por este universo dual, haciendo un viaje y un peregrinaje que,
simple y llanamente no debíamos de haber hecho.
Y
llana y sencillamente porque no era necesario y era evitable.
La
real realidad es que tanto nosotros, y en tanto que seres de materia que no
somos más que el reflejo otro ser y a quien se lo denomina “El Doble”, estamos atrapados en un
tiempo y un espacio, que tiene un tiempo y un espacio finito de estadía como
morada.
Se
acerca el tiempo de marcharse de aquí.
Se
acerca el tiempo de empezar un nuevo trayecto.
Se
acerca del tiempo de fin de este exilio.
El
problema es que somos esclavos, yo prefiero decir responsables, del futuro que
creamos y hemos creado y que seguimos creando en cada momento de vida en un
presente físico.
Es
por eso que estamos obligados a vivirlo y a cambiarlo.
Cambiarlo
porque ha quedado memoria de él y debe manifestarse.
Y
dado que está en oposición a la Idea Original de la Gran Mente Universal,
nosotros, en tanto que sus creadores, somos los únicos responsables y los que
tiene la opción para y de cambiarlo.
Y
si no lo cambiamos a tiempo, en el tiempo previsto, se deberá vivirlo guste o
no guste.
Es
la ley.
Y
eso en una parte, solo y tan solo es en parte cuestión de tiempo.
La
otra parte, la más válida y sensata, la más edificante y coherente, es que cada
uno quiera, en su libertad intima, lo que quiera que quiera que sea, y lo mejor
es que sea en perfecta armonía con la armonía de la Mente Universal que está,
al mismo tiempo y en el mismo tiempo, en cada uno de nosotros, solo que unos lo
sienten y lo manifiestan un poco más.
Sé,
que mi forma de expresarme, puede sonar a redundante y quizás difícil de
entender, pero dicho en palabras muy sencillas y conocidas de casi todos, una
parte de lo que he escrito podría expresarlo por:
Dios
escribe recto con renglones torcidos…,
al final siempre vence la luz sobre las tinieblas…,
lo que se siembra se recoge…
al final siempre vence la luz sobre las tinieblas…,
lo que se siembra se recoge…
He
hablado de unos hechos, de una historia, de una institución para explicar mi
reflexión y divulgar, al mismo tiempo mis convencimientos íntimos, pero la
esencia es válida para cualquier es historia humana en cualquier ámbito, ya sea
ciencia, historia, o simplemente de y en la relación interpersonal de los
hombres con los hombres.
Gracias
MR por seguir hablando a mi alma haciendo de tal manera que mis pensamientos me
hablen como si tú me hablases directamente.
Gracias
a ti y a quien, en este tiempo y en este espacio, llamé E.S. Ahora sé y siento
también que quien me hablaba, en realidad era alguien que lo hacía en realidad
a través de ti. Y pensar que me lo explicaste en su día.
Quiero
darte también las gracias a ti, mi buen Lice. Cuánto, cuánto, cuánto he
aprendido y sigo aprendiendo contigo. Con la parte que me has aportado, has
ayudado a que me sea más fácil entender y que mi puzle de conocimiento y
entendimiento se va completando.
Pero
sobre todo gracias a ti Gran Mente Universal que has atendido, a través de
todos aquellos a los que hecho y no he hecho referencia en este escrito, mi
deseo y mi ansia de conocerte.
Sintiéndote
en mi he llegado a sentir que también estás en cada uno de ellos.
Esa
es la base de donde brota mi felicidad y ahora sé también que es, desde ese
estado que haces e intentas que se haga la felicidad en todo lo que me rodea.
Pd.:
La
mentira no es solo, en esencia la no verdad ya que puede esconder solo una
parte de la verdad total.
Pero
asimismo una verdad puede no serlo en su totalidad y ser solo una medio verdad.
Un
ejemplo de esto que no es un simple trabalenguas.
Un
hombre sabio estaba en la orilla de un río.
Mientras
estaba sentado pasa a su lado un hombre.
Un
hombre, que se sabe perseguido.
Al
sabio, este hombre le inspira compasión, que rogándole le pide:
“Por favor, por favor, no diga que me ha
visto”.
Y
sigue corriendo alejándose y perdiéndose por el horizonte.
El
sabio cruza el río y se sienta en la ribera de la otra orilla.
Al
poco tiempo un grupo de hombres, que el sabio entiende eran los perseguidores
del hombre que vio antes le preguntan:
“Oiga, oiga. ¿Ha visto a un hombre corriendo?”
A
lo que el sabio les responde:
“Desde que estoy en esta parte del río, no”.
Gracias M.R.
ResponderEliminarBien lo dices querido amigo, vivimos en un mundo dual que es inevitable en el nivel físico, animico y existencial. Así lo describe el recorrido arquetipico que vivimos desde la primera dualidad 0-1, Loco-Mago, hasta el Juicio 20. Todos los momentos arquetipicos describen en cada paso momentos de la búsqueda de la verdad a través de la dualidad. Cuando se llega al Mundo 21, la dualidad se unifica y el 2 se vuelve uno. Mientras tanto la búsqueda de la verdad es relativa, porque todas son opciones válidas en el mismo concepto. Almabrazo
ResponderEliminarMe has respondido algo que llevaba mucho tiempo pensando...
ResponderEliminarGracias Marcos.
No sabes cuánto me alegra.
EliminarGracias entonces a ti y, como digo, a la Gran Mente Universal manifestada en nuestros Dobles.