En su día tuve la
oportunidad de traducir la Divina Comedia en una libre interpretación de
Giovanna Viva.
El libro divulgaba, en
lenguaje moderno y comprensible, los conceptos acerca del Infierno, el
Purgatorio y el Paraíso que, en su visión de los mismos, escribió Dante Alighieri.
Una de las cosas que
más me impactaron es que para Dante, en su visión, el tiempo era como un círculo
en el que una parte de nuestra esencia, la parte física, está aprisionada.
Que
el tiempo no existía, era una ilusión del infierno.
Añadía que esta prisión era
un círculo.
Tras mis experiencias,
mis conocimientos y, tal vez mi forma de ver y de entender, sé que el tiempo no es
solo una ilusión, sino que no es lineal, aunque nuestra percepción así nos lo
hace sentir.
Para nosotros solo
existe el presente -menudo y gran
regalo éste- pero futuro, pasado y
presente están los tres al mismo tiempo en el mismo tiempo.
Una aplicación de esto que pienso y como he comprendido, es esta.
Y para ello cuento la
visión personal de una historia que fue y es historia de este tiempo.
Ayer, siendo ese ayer
un tiempo que puede ser lejano o no, una niña muere.
Su muerte está
ocasionada por un accidente.
Un terremoto provoca
un corrimiento de tierras, la tierra la engulle y su cuerpecito queda
aprisionado.
La inestabilidad hace
imposible perforar un pozo lateral para liberarla de una tierra que, muy
lentamente la va engullendo a los ojos de todos que, impotentes asisten a su
lenta agonía.
No la pueden extraer pues sesgarían su cuerpo.
No pueden
sumergirse para liberarla, es imposible.
Una mujer en el
presente de hoy, cada vez que piensa en ella, con el mismo impacto con el quedó
impactada en el día del pasado en que los hechos ocurrieron, sigue sintiendo que
la abraza para tratar de reconfortarla.
Esa emoción; esa
muestra de amor y de compasión, tanto del ahora como la de aquel ayer, tanto
ahora como en aquel ayer siguen dando a la pequeña niña protagonista de esta
historia, el calor y el confort que le permitieron vivir con estoicidad
admirable, el angustioso trance que tuvo que vivir.
La casualidad no
existe.
Existe la causalidad.
Un programa, que
va más allá del tiempo y del espacio y que tiene como única finalidad plasmar
el mejor futuro posible, hizo que aquella niña, en aquel tiempo, sacrificase en un
acto heroico, su valor más preciado el de su vida.
Para que esa inmolación, con
toda su carga simbólica, quedase grabada en la ilusión del transcurrir del
tiempo en el alma colectiva de la humanidad.
La carga simbólica
puede ser que fuese:
“La inocencia se
pierde en los sentimientos agitados -el
agua que la ahogó- de una tierra
inestable”.
Sabiendo que el
futuro es nefasto, a causa de la realidad presente, y cada vez mas manifiesta con
cada futuro manifestado en presente.
Se recurrió en ese programa a ese acto
heroico como posible solución.
El amor de esa mujer, así como el amor de todos los que la consolaron de alguna manera, le ayudó, en aquella noble
acción, a vivir su presente a aquella niña protagonista de esta historia.
La memoria de toda
esa historia modifica un futuro, pues su solo recuerdo altera la posibilidad de
lo peor, porque el mensaje de aquel suceso, siempre presente o no olvidado al
hacerse vivo en el recuerdo, provoca un cambio.
Presente, pasado y
futuro están entrelazados.
La mujer de hoy, así como ayer, consuela y sigue consolando
a aquella niña cada vez que la pensó, la piensa y la pensará.
Aquella niña, cada
hoy, consuela por reciprocidad, las angustias de la mujer que tenga cada día de
su tiempo.
Ambas llenan de amor
el presente y el futuro, así como se llenó en el pasado.
De tal manera que ese
amor ayuda a generar amor, aunque tal vez demasiado lentamente, en el alma de
todos los seres, que ni siquiera pensaron en la niña cuando en su día, ya
pasado, vivió su inmolación.
Así poco a poco, niña
y mujer edificaron un futuro que va cambiando en la medida en la que todos, en
cada día presente y futuro sigan haciendo vivo el recuerdo de aquel día pasado.
Hasta que llegue un día
en el todo sea amor, gracias a la suma del amor de todos los amores que los
hombres sepan generar en cualquier momento presente.
Esta experiencia se
debe sumar a todas las experiencias que, en todo día del pasado, del presente y
del futuro, cualquier ser humano viva.
De tal manera que
podríamos pensar, tal vez sin miedo a equivocarme cuando lo digo, que tal vez
los Extraterrestres que vienen a nuestro hoy para avisarnos de un cambio, somos
nosotros mismos, u otros seres como nosotros, que desde el futuro vienen a
cambiar nuestro presente, que es a su vez, su pasado.
La memoria de todo lo
acontecido queda grabado en cada célula y en cada átomo de todo lo que existe.
Es la energía
nuclear, un atentado a la idea creativa,
-pecado contra el espíritu como se le conoce-, la que borra esta memoria
durante siete generaciones, lo que obliga a la repetición de la historia.
Sino, ¿por qué
vinieron con un mensaje claro cuando se explosionó la primera bomba atómica?
Al crear la Inteligencia
de la Mente Universal el paradigma de la dualidad, se creó en el mismo momento, el bien y el mal como manifestación de dos valores antagónicos, siendo cada uno
de ellos el resultado de la existencia del otro.
Uno de los dos es el
que debe prevalecer; aunque éste un concepto válido solo a mitad, pues nace en
el seno de la dualidad que no sabe comprender valores de lo absoluto.
De dos
valores siempre emana un tercero que es la síntesis de ambos opuestos.
La eterna lucha, es
el predominio que uno quiere ejercer sobre el otro.
Un futuro potencial
creado intentará evitar ser modificado.
Un futuro potencial quiere encontrar su
sitio y manifestarse.
Es nuestra presencia
por si sola en el presente que hace y hará prevalecer, por libre elección, uno de
los valores.
Es la ley.
Todo, absolutamente
todo, en un tiempo infinito llegará a la manifestación total del valor de
conciencia resultante de la fusión armónica de los dos, pero que vamos a
denominar bien.
Yo prefiero decirlo como evolución.
Es parte del programa de
esta Inteligencia Suprema.
Que crea para tomar
conciencia.
Alguno diría para divertirse ya que tiene todo el tiempo del
tiempo.
Pasado, presente y
futuro, los tres en el mismo tiempo.
Por eso quien de
verdad sabe dice con total conciencia:
“Yo soy el que era, el que es y el
que será”.
La separación es solo
una ilusión.
Todos somos uno siempre.
Pero como el tiempo es una ilusión, nuestra ilusión nos engaña y confunde.
Somos atemporales en
esencia.
Atrapados en una
realidad que es ilusión para edificar conciencia en la conciencia que no tiene
conciencia plena de Su propia creación.
No somos lo que vemos,
como no somos quienes nos vemos.
Sin embargo desde aquí influimos allí y como
desde allí influimos aquí.
Estamos aquí y allá
al mismo tiempo sin tener conciencia de ello.
Eso nos salva y al mismo tiempo
nos condena.
A veces es por obligación, a veces es por elección y siempre,
siempre con un único fin.
Crear el mejor futuro posible.
Ya que somos una reproducción
perfecta de la Mente que todo lo crea y que, al mismo tiempo, en este tiempo,
ya sea pasado presente y futuro ha estado, está y estará siempre con nosotros
en cada uno de nosotros, tanto aquí como allí, solo que allí se nota más.
Gracias Mayra, tu acto no fue en vano, al menos eso pienso.
Gracias Lucia, amor mío, tu sola existencia me lo ha inspirado.
Gracias MR esto que me lo has susurrado.
Gracias a mi mismo, porque entendiéndolo, he comprendido, y es gracias a vosotros, que he recordado algo que ya sabía pero que ignoraba
que sabía, si no, cómo podría ni
tan siquiera haberlo pensado.
El día que todos
tomemos conciencia que el futuro cambia por el presente, honraremos y
agradeceremos al pasado su función, hasta que llegue el momento que ninguno de
los tres tiempos exista.
Estoy ansioso por
saber, qué es lo que se le ocurrirá a la Mente Creativa para ese instante.
Seguramente ya lo
sabe.
Pero como siempre digo, esto
es solo una My Mind suya, y mía más.
Que el tiempo no existía, era una ilusión del infierno.
Añadía que esta prisión era un círculo.
No la pueden extraer pues sesgarían su cuerpo.
No pueden sumergirse para liberarla, es imposible.
Existe la causalidad.
Para que esa inmolación, con toda su carga simbólica, quedase grabada en la ilusión del transcurrir del tiempo en el alma colectiva de la humanidad.
“La inocencia se pierde en los sentimientos agitados -el agua que la ahogó- de una tierra inestable”.
Se recurrió en ese programa a ese acto heroico como posible solución.
La mujer de hoy, así como ayer, consuela y sigue consolando a aquella niña cada vez que la pensó, la piensa y la pensará.
De tal manera que ese amor ayuda a generar amor, aunque tal vez demasiado lentamente, en el alma de todos los seres, que ni siquiera pensaron en la niña cuando en su día, ya pasado, vivió su inmolación.
De dos valores siempre emana un tercero que es la síntesis de ambos opuestos.
Un futuro potencial creado intentará evitar ser modificado.
Un futuro potencial quiere encontrar su sitio y manifestarse.
Es la ley.
Yo prefiero decirlo como evolución.
Es parte del programa de esta Inteligencia Suprema.
Pero como el tiempo es una ilusión, nuestra ilusión nos engaña y confunde.
Sin embargo desde aquí influimos allí y como desde allí influimos aquí.
Eso nos salva y al mismo tiempo nos condena.
A veces es por obligación, a veces es por elección y siempre, siempre con un único fin.
Crear el mejor futuro posible.
Ya que somos una reproducción perfecta de la Mente que todo lo crea y que, al mismo tiempo, en este tiempo, ya sea pasado presente y futuro ha estado, está y estará siempre con nosotros en cada uno de nosotros, tanto aquí como allí, solo que allí se nota más.
El ángel,el Cristo. Ella es el AMOR que jamás olvidaré.
ResponderEliminarEn mis CCPAHCC, códigos cíclicos arquetipicos expresados en la estructura mayor del Tarot, veo que el tiempo tiene 4 condiciones: es lineal, circular, espiral y simultaneo. Lineal del 0 al 21. Circular: después del 21 regresamos al 0. Espiral: terminada una experiencia 0-21, la nueva experiencia esta impregnada de la experiencia anterior para superar el próximo recorrido, que es infinitamente cíclico. Por último, son simultáneos el tiempo y las experiencias arquetipicas, porque todos los arquetipos los vivimos como el tiempo, simultáneamente, todos al mismo tiempo, pasado, presente y futuro de nuestros ciclos siempre están allí para ser corregidos y darles la perspectiva deseada. Por eso estamos capacitados para reorientar nuestras experiencias pasadas y prever las perspectivas de nuestra misión
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