A
un hombre sabio un amigo mío le preguntó:
“¿Qué
nos falta para ser como los Dioses?”
Sin
vacilar, enseguida le contestó:
“El
equilibrio”.
Muchas
veces me acuerdo de aquel concepto. Cada vez que lo pienso me doy cuenta que es
una respuesta sabia.
Muchas
veces, en la cotidianeidad de la vida he observado que las personas siempre
hacen por llevar a las otras personas hacia el lado opuesto.
Eres
muy hablador, te sugieren que seas más callado y más reservado.
Eres muy
callado y reservado te sugieren que seas más locuaz.
Eres
muy activo te sugieren que vivas la vida más calmadamente.
Eres muy calmado te sugieren
que tengas más sangre.
Eres
muy trabajador, se te sugiere que te tomes descansos.
Eres poco dado al
esfuerzo, se te sugiere que espabiles y levantes las posaderas del asiento.
Si
te dejas llevar mucho por el corazón se te sugiere que seas más pragmático.
Si
eres más mental y calculador se te sugiere que seas más emocional.
Eres…
Siempre
me ha parecido muy curioso esta realidad que he visto.
Es
como si una fuerza nos llevase siempre a buscar el valor opuesto y por
consiguiente encontrar un punto de equilibrio.
De
hecho, los científicos dicen que la vida es en si misma la manifestación de un equilibrio
entre elementos, fuerzas, energías.
Todo
el Universo es un perfecto equilibrio.
Las tensiones de un lado se relajan por
otro.
El
cuerpo físico del ser humano cuando está erguido y algo afecta a esa postura inicial
busca reencontrar el equilibrio y se adapta a veces manifestando esa
readaptación mediante torsiones.
Mi
padre me dijo en una ocasión:
“Recuerda
que de bueno a tonto hay solo un paso”.
A
su modo me expresaba la necesidad de un equilibrio.
Equilibrio que se ha de
manifestar en todos los aspectos de la vida, en todas las actitudes del carácter,
en todas las facetas.
La
misma enfermedad no es más que un efecto de un desequilibrio.
La salud es por
tanto la manifestación de un equilibrio.
Para
que haya equilibrio tiene que estar los dos opuestos y ese punto medio en el
que los dos se encuentran es equilibrio.
Todo esto no es quizás más que la enseñanza de que, aún en un paradigma de dualidad, hay una tercera vía que es la resultante que viene del baile armónico de los dos aspectos opuestos, que en
realidad puede que tan solo sean dos visiones que solo varían en el punto desde donde se da la
observación y que puede ser que ésta sea solamente subjetiva.
En
fin, Myminds mías.
El equilibrio es consecuencia de la sabiduría atrabes de muchas vidas muchas esperiencias un abrazo
ResponderEliminarEl equilibro es dificil,la voluntad y la disciplina forman parte de éste, aunque hay experiencias diferentes.
ResponderEliminarGracias 💕
EL "EQUILIBRIO" es la lección que de fondo propone el camino por los Arcanos Mayores del Tarot. Cada escenario arquetipico plantea la necesidad de conocernos e individuarnos en facetas que tienen "luz y sombra" y la necesidad de equilibrar, conocer e integrar nuestras diferentes facetas, olvidando el dictamen de bueno y malo. El término "individuo" se puede divivir en IN (prefijo - no) - DIVI (dividir) DUO (dual), es decir, "no dividas tu dualidad, integrala"
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