Un querido amigo francés Gerad S.
fue quien me lo dijo hace tiempo.
Me dijo un día, en francés evidentemente:
“Querido Marcos, hay dos formas
de ver la TV.
Una forma es que te sitúas detrás
y te quedas con cara de embobado viendo la maravilla técnica de lo que es una
TV.
La sincronización perfecta de los haces de luz -en aquel tiempo no había TV de plasma- es un milagro de la técnica.
La segunda forma es que sitúas
delante y te quedas con cara de bobo viendo como una maravilla de la técnica
sirve para emitir tanta tontería y estupidez que nos aliena y nos atonta".
Yo soy de los que veo la TV
porque está encima del mueble -prefiero
más escuchar música o estar y trabajar con el pc- pero a veces ocurre que también la veo.
Una de las ocasiones fue hace
poco, habían retransmitido la final de la copa del mundo de fútbol.
Decidí ver
el partido y vi la continuación de la programación.
No es importante hablar de la
cadena de retransmisión porque a fin de cuentas la mayoría retransmiten en aras
de captar la atención del público el mismo tipo de programas y en los
noticiarios las mismas noticias.
En la que estaba viendo,
concretamente un noticiero fue espeluznante lo que vi.
Absolutamente casi todas las
noticias fueron en cascada una sucesión de hechos violentos que se narraban.
Las violentas celebraciones en el
país de quien había ganado la copa del mundo de fútbol.
Violencias en la franja de Gaza y
Cisjordania por decisiones políticas.
Declaraciones de jefes de estado
conteniendo e incitando a la violencia.
Los muertos en las pateras al
huir del hambre y la misera.
Corrupción, ….
Pero, la más espeluznante, con
aviso de la presentadora acerca de la crueldad, el asesinato bajo forma de
ejecución de unos rehenes que en África habían sido acusados de pertenecer a un
ejército enemigo.
Se trataba específicamente de dos
mujeres y tres niños uno aún en edad de lactancia y sujetado en la espalda de
su madre.
Violencia con golpes ejecución por
disparo inclusive al bebé….
…sin palabras.
Sin palabras, pero con estupor, rabia,
dolor, lágrima y sensación de hartura.
Es inaceptable, cuesta de creer
que en el siglo XXI siga pasando y empiece a pasar esto.
Lo que me indigna es también el hecho
de que solo sean estas noticas las que tienen hueco.
Es un lavado de cerebro sistemático.
Es una forma de aleamiento. Es una forma de incitar miedo e inseguridad. Es una
forma de inducirnos a pensar que, aunque estemos mal estamos un poco mejor que mucha
gente.
Quién escoge las noticias y en
base qué. Qué criterios, que objetivo se busca.
Pienso que también en los noticieros
se deberían divulgar noticias que ensalcen las capacidades del ser humano, que
hablen de logros positivos, que inculquen esperanza.
Cada vez estoy más convencido que
el objetivo que esta sombra quiere es que el ser humano, individual y
colectivamente dejemos de sentir la divinidad en nuestro interior y no la
veamos ni en nosotros ni en el exterior.
Cada vez estoy más convencido que debo de seguir viendo la TV pero porque está encima del mueble y que he de escoger, si quiero verla, muy bien lo que quiero ver, porqué y para qué quiero ver lo que vea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario