Hace unos días visité
a un íntimo amigo, compañero de andanzas y de búsquedas de lo espiritual.
Las redes sociales
produjeron el milagro del reencuentro entre nosotros.
Hacía más de 20 años
que no nos veíamos.
Nos contamos cosas.
Hablamos de nuestras
realidades, del hoy y un poco del inmediato mañana.
Sin embargo me contó
algo que quiero contar.
Me dijo que fue
llamado por la Fundación Cousteau para colaborar, desde su perspectiva de
profesional y entendido, en la purificación del agua de una zona específica del
río Amazonas.
Concretamente en un lugar muy cerca y colindante en la frontera
entre Brasil con Bolivia.
¿El origen?
Unas minas de oro
dejan en el cauce trazas de metales pesados.
Esas trazas son un
veneno mortal para la tribu de los MIPUI
-diseminada en 24 tribus más-
y que se encuentran en aquellos parajes.
En la parte más alta
del río unas obras de una autopista están detenidas por ser zona protegida y
reservada para esa población.
El envenenamiento de
las aguas es una simple coincidencia.
El agua que beben y
los frutos que comen regados por esas aguas les producen cánceres y tumores del
tamaño de una pelota de balonmano.
Esas aguas son un
veneno mortal para ellos.
Un ex-monje italiano y
un "hermano en el alma" de este ex-monje, a su vez monje hindú, están
con ellos.
Uno de ellos fue el
que a la ONU dio el aviso del peligro en el que los MIPUI se encontraban.
Mi amigo, mi buen
amigo I.C. me contó muchas cosas.
Me contó entre otras cosas:
Que él era el hombre
blanco número 33 que ese pueblo veía en su vida.
Que hizo 5
expediciones a lo largo del tiempo.
Que él, así como los
demás miembros de la expedición, debió de pasar un "control para ver sus
intenciones".
Me dijo en qué
consiste específicamente ese control y me dijo que si te sometes a la prueba y
no la superas te quedas allí y te vas de este mundo.
Me contó que dos de la
expedición no quisieron pasar la prueba...
...cosas de la selva.
Mi amigo me contó
también que pudo sentir en un estado de conciencia "enterado" de unas horas la
conexión con todo el entorno: árboles, animales, vida…
Me contó que con esa
experiencia cambió su conciencia de vida, con ese "sentir" de tan
solo unas horas.
Pero también me dijo
que los MIPUI de una manera mucho más acrecentada tienen de manera natural las
24 horas de todos los días de su vida esa conexión.
Me contaba que esos
seres ven un árbol y el árbol son ellos.
Me contaba que los
MIPUI para comer todo lo tienen a su alcance pero que si deciden comer carne el
día anterior se reúnen en grupo y lloran por el animal que van a
matar.
Pero una cosa que me
contó que es lo que más me impresionó.
Esta tribu tiene -o tenía- un
lifemotive:
"SER
FELICES EN ESTA TIERRA. Y PARA SER FELICES ELLOS TE HACEN SENTIR FELIZ"
Ese pensamiento lo
llevan hasta el último extremo.
Por ejemplo, ellos saben
que los están envenenando y ni siquiera por la cabeza les asoma la idea de
hacer su propia justicia, ni siquiera nutren un pensamiento revanchista.
A mi modo de ver eso
es lo que los hace ET’s en La Tierra.
Mi amigo me contó que
en el viaje de su última expedición, y a medida que se acercaba a las tierras
que hospedaba a los MUPUI todos decían que ya no estaban, que nadie los había
visto.
Efectivamente, llegó
allí y no estaban, no quedaba rastro de ellos.
Nadie sabe si se han
ido a otras tierras o si sencillamente habían desaparecido.
Ellos, me contaba mi
amigo, empezaban a tener asumido que a lo mejor había llegado su hora, que
debían desaparecer.
Y este es un quid
importante que me induce una gran tristeza.
Por estar presentes
en este tiempo y en este espacio, todos los seres humanos nos beneficiamos que haya
seres como los MIPUI que nutran el tipo de pensamientos que son la base de su
lifemotive y de que los lleven a la realización cotidiana.
Su pensamiento se
engloba al resultado final del pensamiento que entre todos elaboramos.
Todo en el universo
es información y el todo se nutre y se beneficia de ese flujo de información
que entre todos nutrimos en nuestra parte.
Que vengan a faltar
los MIPUI, significa que esa información que ellos instruían deja de ser
nutrida y esa es, al menos para mí una gran pérdida, esa es la causa de una
tristeza profunda mía.
Con mi amigo
comentábamos que tras su experiencia de vida es muy fácil constatar cuán lejos
estamos nosotros, aquí en esta sociedad y en este tiempo de lo que debería ser la vida y la
verdadera conexión con todo lo viviente.
Nos hemos enmarañado
en actitudes, comportamientos, hábitos y modos de pensar y de sentir que están
totalmente opuestos a lo que debería ser vivir la vida.
Simple y llanamente a
vivir la vida de una manera simple y llana.
Estamos perdiendo esa
conexión con el todo, con la vida.
Y ello porque "Algo" y "Alguienes que sirven a ese Algo" nos llevan y hacen que nos dirigamos en dirección opuesta y buscan que dirijamos nuestro pensamiento, nuestra atención en esa dirección propuesta .
Y ello porque "Algo" y "Alguienes que sirven a ese Algo" nos llevan y hacen que nos dirigamos en dirección opuesta y buscan que dirijamos nuestro pensamiento, nuestra atención en esa dirección propuesta .
Que desaparezca quien
piense, actúe y sienta de manera diferente es una grave pérdida para la
conciencia global humana pues significa que “esa memoria” de alguna manera se
pierde porque todos somos uno y uno somos todo.
Por el hecho de ser
seres humanos pertenecemos a una misma alma global que está interconectada,
primeramente entre sus todos los miembros y después con todo el entorno.
Cuando comenté todo esto
a unos amigos míos mexicanos ellos me dijeron que los MAYAS, quienes también desaparecieron
misteriosamente, decían que tenían un compromiso con el hombre.
Este compromiso era
el de aparecer regularmente en el tiempo.
Quizás los MIPUI
tuvieran algo de los MAYA.
Quizás el compromiso
es renovar esa memoria en el tejido etérico de la humanidad porque si la
perdemos, recuperarla seguramente no es tan fácil.
Los MIPUI unos ET’s
terrestres
Increible y bonito, precioso de verdad y más sabiendo que es una realidad a entender.
ResponderEliminarSaludotes.
Es éste el último que has publicado?
ResponderEliminar