En casa de unos amigos y como pequeño prefacio en cada libro
de los que se componía aquella pequeña enciclopedia estaba inscrita la frase:
“Hay otros mundos pero están en este”
Paul Eluard
No la entendía como frase.
No la entendía.
Pertenecía a esas frases que he escuchado y que es con el
tiempo que he sabido, o he hecho mío o en acorde a mi visión, su significado.
Esta frase me vino al recuerdo este domingo en el que tuve
la oportunidad de ver una película que, en la ficción de la misma, se mostraba
la realidad del mundo en el que viven los personajes.
Una realidad de intriga, persecución, búsqueda, engaño...
Era curioso ver como las escenas se desarrollan en la calle
y las personas que por allí transitaban -quizás podía ser yo uno de ellos-
estaban totalmente ajenos a lo que vivían los protagonistas.
Hay otros mundos pero están en este y es que cada uno de nosotros
somos uno de esos mundos:
Nuestras realidades, nuestras situaciones, las
personas que en él influyen…, todo, todo le da forma y color a nuestro mundo.
Y así cada uno con el suyo.
Y la suma, la yuxtaposición de todos ellos da como suma
total el mundo y que formamos entre todos.
Es como la capas de una cebolla, es como la Matrioska en las
que el total es la suma de las individualidades.
Ahora entiendo lo que otros entendieron antes que yo.
Ahora entiendo lo que otros entenderán después de mí.
Si tu cambias...
...el resto cambia solo por el hecho de que ya no
eres el mismo.
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