En su libro
Renzo Baschera: “Las Profecías de
Rasputín” hay una que siempre me impactó.
Dice Renzo
Baschera que Rasputín decía:
WIUG y GRAIUG
“Dos príncipes
sanguinarios tomarán posesión de la tierra.
Wiug
vendrá de Oriente y volverá esclavo al hombre con la pobreza.
Graiug vendrá de Occidente y volverá esclavo
al hombre con la riqueza.
Los príncipes
se disputarán la Tierra y el Cielo.
Y el
terreno de la gran batalla será la tierra de los cuatro demonios
Los
dos príncipes serán vencedores y los dos serán vencidos.
Pero
Graiug entrará en la casa de Wiug y sembrará sus antiguas palabras, que
crecerán y devastarán la tierra.
Así
acabará el imperio de Wiug…
Pero vendrá
el día en que también el imperio de Graiug será destruido, porque las dos leyes
de vida eran equivocadas y las dos producían la muerte.
Tampoco
sus cenizas se podrán cultivar para cultivar el terreno sobre el cual crecerá
la nueva planta de la tercera luz”.
El libro contiene otras profecías, algunas impactantes y
otras menos pero a la luz de lo que ocurre y está ocurriendo en nuestro tiempo
actual ésta adquiere una especial relevancia.
Cuando era niño el Siglo XXI se dibujaba en el horizonte como un tiempo de lo más parecido a los paisajes de la ciencia ficción. Sin embargo la realidad está muy lejos de parecerse a ese idílico panorama.
Desde que el dinero y la ganancia por la ganancia es el
livemotiv y el ideal predominante asistimos a una realidad creada que hace que
la vida en este tiempo y en este espacio sea un suplicio en lugar de ser el don
más grande de todos los dones.
No hace falta que enuncie nuestra realidad: gente sin lo mínimo
para vivir, gente con tanto a su alcance. Panoramas políticos-sociales que
están basados en la desigualdad, en el abuso del poderoso sobre el indefenso.
Castas sociales muy desiguales. Problemas y germen de problemas en todos los
ámbitos, etc., etc. etc.
De Jean Pierre Garnier Malet aprendí el concepto de que las profecías
están justamente descritas para que no se cumplan ya que al ser un futuro
potencial posible es siempre mejor actuar para que no se cumplan.
Está bien conocer esta profecía aunque solo sea para
cambiarla.
Mientras hay vida hay esperanza.
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