sábado, 28 de abril de 2012

Para oír y regalarse


Hace tiempo supe, porque hace tiempo alguien me lo enseño, que de los cinco sentidos de los que está dotado el ser humano, es decir vista, oído, olfato, gusto y tacto el primer sentido en formarse, cuando se está formando el cuerpo del alma que lo va a encarnar en el regazo de su madre, es el del oído.

Cuando lo supe pensé: 
"¿Será quizás por eso que hay quien dice que la forma del pabellón auricular tiene la misma forma que un bebé en formación?".
Y entonces lo pensé, y desde entonces lo sigo pensando y sigo creyendo que es por eso.



Digo esto porque hubo otro conocimiento que alguien, también de esto hace tiempo, que hace tiempo me dijo: 
"Si pudiéramos viajar por el Universo escucharíamos que emite música".

Y es ahí  por donde quiero transitar en este escrito. 
En la música y en el simbolismo y la metáfora que representa.

Conocía desde hace tiempo la canción “Sage of Lamberene” de Sam Kardon y Kurt Bestoff, esta mañana la estaba escuchando/viendo en este enlace de youtube:


Y ha habido algo que me ha fascinado y en lo que he caído en cuenta esta mañana. Como el libro de los gustos quedó escrito en blanco puede ser que esta canción no guste a alguien, sin embargo a mi fascina pero no es de eso de lo que quiero hablar de la música, sino de quienes hacen esa música.

En la formación de la formación de la banda se dan todos los contrastes posibles.
Una orquesta de músicos.
Una coral de góspel
Una coral de niños.
Componentes de un grupo musical con estética de grupo de música pop. 

Y todos ellos juntos dan forma a una composición musical que, gustos a parte, considero maravillosa.

El hombre es un cumulo de contrastes y paradojas. 
Somos seres dotados de una individualidad muy acentuada pero funcionamos mejor en grupo y es en armonía de grupo como alcanzamos el logro en metas superiores. 

Esa armonía de grupo para alcanzar una meta es lo que he visto en la puesta en escena de esta canción. El contraste de todos los artistas puesto en armonía hace crear una melodía maravillosa, excepcional. La interacción armoniosa de entre todos da como fruto un deleite que es para oír y para regalárselo.

Todos son artistas en su faceta, facetas diferentes, las corales, la orquesta, la banda musical y por separado estoy seguro que realizarán y actuaran grandes interpretaciones. Pero juntos, por encima de sus contrastes diferenciadores, su logro es excepcional.

Si la música está presente en el Universo, es que la música es importante, si lo primero que desarrollamos es el oído es porque escucharla es importante, de hecho la voz del ser humano puede ser también música.



Quizás sea por eso por lo que ya Pitágoras ansiaba encontrar “la música de las esferas” y que era y es el zumbido que se forma con el choque de la vibración energética que emiten los cuerpos celestes que orbitan la galaxia. 


Por que tal vez la música puede ser un elemento cohesionador, armonizador y aglutinador. Y es que cuando hacemos música nos elevamos, cuando escuchamos música nos elevamos, y porque cuando estamos en el vientre de mamá escuchamos música constantemente, escuchamos como un tambor rítmico el latido de su corazón constantemente en toda la variedad de ritmos que produzca.


Ah la música la buena música,... 
pero eso es cuestión, también, de gustos.




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