El título de este post, tal como está escrito formó
parte de un examen con distintas y variadas preguntas y al que hace ya años fui
sometido.
El
examen no era de materia escolástica.
El
examen al que fui sometido, fue realizado contemporáneamente en compañía de
otros dos compañeros.
Fuimos
sometidos a las mismas preguntas.
No recuerdo las otras preguntas.
Siempre
recordaré esa pregunta.
La
pregunta en cuestión era:
“¿Falta mucho para la aisurap?”.
Pero a diferencia de otros exámenes no se iba a valorar las capacidades cognitivas, ni la memoria de un texto aprendido, ni la cantidad de conocimiento adquirido.
En
el examen se valoraba la veracidad de quien iba a responder esas preguntas.
Preguntas
a las que no era yo, no éramos los que estábamos siendo sometido a ese examen quienes debían responder al cuestionario.
Me explico mejor.
En
aquel tiempo yo formaba parte de un grupo denominado de “contacto”.
Los
examinados eran los denominados “antenas”, es decir aquellas personas con capacidades
más sensitivas y que canalizaban mensajes de entidades y de conciencias no de
este mundo.
Las
preguntas debían ser respondidas por las entidades que canalizábamos.
Esta
pregunta tenía trampa.
El enunciado del vocablo estaba al revés.
aisuraP
aL, al revés es La Parusía.
¿Qué
es La Parusía? Lo supe después.
De
hecho, mi escrito quiere hablar de ello, pero, antes unas notas adicionales.
El examen nos lo puso un hombre que conocí.
Había
sido un altísimo prelado de la curia sacerdotal de la Iglesia católica.
Hombre
que, según se nos explicó, había dejado su cargo al ver que, en las reuniones
de la Curia en el mismo Vaticano, se hablaba más de cosas que no tienen
absolutamente nada que ver con la fe.
Se hablaba más, según dijo, de las inversiones en bolsa de la Banca del Santo Spírito, de intrigas de dominio y de poder. Se hablaba más de todo ello que de fe y espiritualidad.
Evidentemente,
solo un hombre así, y un hombre inteligente podría pensar en hacer una pregunta
“trampa” de ese calibre.
Evidentemente, las respuestas “canalizadas” no hacían mención explícita al argumento principal de la pregunta.
Ese día con mi examen aprendí dos cosas. El concepto de la Parusía que después de ahora desarrollaré. Aspectos de la canalización que ahora enunciaré.
Canalización es hacer de antena o de receptor para transcribir el mensaje que alguien da a nivel telepático o mental.
Bien
puede ser una información que se oye, bien puede ser una información que se lee
en una pantalla vista mentalmente, bien puede ser escribir automáticamente como
si una mano guiase a la mano que escribe.
Ha habido casos en los que las informaciones que se han versado mediante ese medio han resultado ser profundas, veraces y consistentes.
No
obstante, y sobre todo ahora, en este final de ciclo de tiempos, existe un
grandísimo parasitaje que actúa de interferencia en ese proceso.
Es
totalmente desaconsejable utilizarlo.
Fui
“antena” y sé por consiguiente de lo que hablo.
Existen
interferencias serías y graves de todo tipo que se interponen en este aspecto
de lo que nos acerca al mundo sutil y mágico de la vida.
Desde
las que son propias personales del individuo
-y éstas son las menos dañinas-
hasta de las energías que están al otro lado como origen de la
comunicación, y son éstas las más dañinas.
Y
añado con efectos que pueden atentar directamente al equilibrio del receptor.
Aquel examen, como ya dicho, lo suspendí.
La
respuesta no fue la acertada.
Con
el tiempo tuve la respuesta.
Ahora
la comparto.
Pero vamos a hablar de la Parusía.
Por
Parusía se entiende según el Real Diccionario de la Academia de la lengua
española:
Del
gr. παρουσία parousía 'presencia', 'llegada', f. Advenimiento glorioso de Jesucristo al fin de los tiempos.
Es decir, para la cultura judeo-cristiana la Parusía es la segunda venida del Cristo.
Es decir, en los tiempos del Apocalipsis, vendrá de nuevo Jesús con los efectos
que ello conlleva y que, según las mismas creencias religiosas, separará el
bien del mal, los justos de los injustos.
Hará una tabla rasa y empezará un nuevo comienzo.
Vamos por partes.
Si hablamos del Cristo que retorna vamos a entender de qué
hablamos para ver que hablamos de lo mismo.
Jesús y el Cristo fueron lo mismo, pero no fueron lo mismo.
Quizás ahí radica un principio de no acuerdo.
En la Parusía se espera el retorno del Cristo, y muchos lo
identifican con Jesús.
Voy a poner un ejemplo muy sencillo de comprensión de esto.
Hubo un jugador de fútbol que se hizo famoso mientras jugaba por
sus características.
Además de su calidad, debía de tener mucha pues jugaba en un gran
equipo de fútbol, tenía un “algo” más.
A saber, garra, entrega, pundonor. Su sola presencia contagiaba al
resto de su equipo con sus valores.
Este jugador tuvo una trágica muerte poco después de haber dejado
de jugar al fútbol profesional.
A pesar de que ha pasado el tiempo aún ahora, en el estadio de su
equipo, cuando llega el minuto con el mismo valor numeral que el dorsal que llevaba como jugador,
los más veteranos de entre los aficionados, aplauden.
Inclusive a veces se hace mención al espíritu de …… (el
nombre del jugador) ….., para poner en
evidencia la energía que ese jugador emanaba y por la que se hizo querido y
recordado.
Pues bien, en el saber popular se apela al espíritu de….
Eso lleva a pensar que el espíritu es una energía inmaterial que
hace sentir sus efectos, que mueve algo, que impregna algo.
Pues bien, es esa energía que se llama Cristo y que compenetró la figura, el personaje, la humanidad de alguien que sirvió de canal para esa energía.
En el caso que hablamos, Jesús.
Sin embargo, esa misma energía también compenetró a otros seres también. Me refiero exactamente a Buda y a Mahoma.
Esa energía, ese espíritu, Cristo, es una conciencia, un estado de comprensión, una forma y un modo de pensar y, por consiguiente, de actuar.
Esa energía se manifestó en un momento preciso y siguiendo leyes universales y cósmicas bien precisas. De hecho, los buenos y verdaderos astrólogos pueden deducir más fidedignamente cuándo.
Incluso diría que también los astrónomos que ven la disposición
del Universo.
Hay otros matices a especificar.
Si partimos de la idea de que el Todo es un todo y en el que la fragmentación
es una ilusión, aparentemente real, pero ilusión, al fin y al cabo, en esa
conciencia del Cristo que, seguramente está encarnada potencialmente en una
entidad, es también una única cosa con todo aquello que se mueve o vibre en la
misma frecuencia de longitud.
Es decir, el Cristo, o, mejor dicho, la conciencia que expresa Cristo, es la suma de las conciencias que vibran en la misma frecuencia.
Es decir, el Cristo son la suma de todas las conciencias que
expresan la memoria de lo que la conciencia de Cristo ha expresado en un tiempo
que no es lineal ya que pasado, presente y futuro son los mismos aspectos de
una realidad ilusoria.
Estamos en un final de ciclo de tiempos y la Parusía, es decir el retorno del Cristo, se debe entender en dos modos.
La energía original concentrada en esa entidad Cristo.
La energía que se manifiesta con la suma de las energías que las
conciencias de los que han desarrollado esos valores y que los manifiestan en la realidad
de la vida, en este tiempo y en este espacio.
La Parusía es ambas cosas y ambas se dan al final del ciclo de tiempos.
Los hombres que desarrollan esa conciencia y, no hace falta ser
creyente para manifestarla, como la venida de los Dioses, en este caso del
Cristo.
Un muy buen amigo mío me recordaba que esa venida ya se había producido. Exacta y concretamente una experiencia de avistamiento OVNI producido en Panamá en la figura de Máximo Camargo. Un hombre muy sencillo que se encontró de tú a tú con los Dioses y entre ellos con el Cristo.
En este enlace a este vídeo hay buena parte de esa historia:
La confederación de mundos, el consejo de los Nueve
https://www.youtube.com/watch?v=69BELbORATU&t=30s
También, y en los mismos textos en los que se habla de La Parusía, es decir de la venida del Cristo se habla del AntiCristo.
Ya que vivimos en una realidad dual, existen las dos polaridades.
Si el Cristo manifiesta un valor.
El antiCristo encarna el contrario.
Puede darse el caso que, de la misma manera que el Cristo original, compenetró y se manifestó a través de un instrumento humano, el anticristo haga exactamente lo mismo.
Del mismo modo que si el Cristo es la suma de la energía que
genera una conciencia, el anticristo es también la suma de la energía que
genera una conciencia.
Conciencia que repito, en ambos casos, es la que desarrolla el ser humano
en su individualidad con su vivir, hacer y pensar.
Estamos en un tiempo en el que ambas energías están en manifestación.
Basta ver alrededor y observar tanto para uno como para otro
valor, así que no me voy a extender desarrollándolo.
Si, los Dioses, como ya pasó con el encuentro de Máximo Camargo, ya se manifestaron, de hecho, le dijeron que lo dijese. El Cristo ya ha retornado, la Parusía ya se ha cumplido.
No fue una manifestación a gran escala, es cierto.
El por qué así y no de otro modo. Pregunta inquietante y a desarrollar en otro momento.
Sin embargo, ha quedado memoria y constancia de ello.
Tiempos interesantes, tiempos únicos en final de ciclo de tiempos.
Hermano querido: sólo quiero compartirte mi reflexión sobre tu situación de "canalizador". Para mis códigos-cíclicos; panteón-arquetípico humano; camino-conciente (CCPAHCC), hay siete magos en el Tarot, comienzos alrededor de la reducción del número interior del Arcano: 1-4-7-10-13-16-19. Cada número de estos reducido en sí mismo siempre termina en 1; v.gr. (7+6+5+4+3+1=28=10=1). La suma de estos números resulta en 70, en 7 escenarios, que lleva a la misma reflexión bíblica del "setenta veces siete hay que perdonar"… (Mateo 28:21-35). Traducido esto a una simple relación del Mago (1) con el Loco (0), es la relación del Creador con la criatura, el "perdón de los pecados" del Creador a su criatura; de la gratitud de la criatura a su Creador; el principio de la "compasión" del Creador por su criatura y del "agradecimiento" de la criatura por su Creador. De otro lado de acuerdo con tu fecha de nacimiento el 16 de octubre de 1959, tienes las condiciones del Mago (1) del Tarot y de varios de los 7 magos que te mencione, el gran intermediador entre el 0 y el 1. Hace años te mande un artículo que hice sobre esta construcción de los 7 magos del Tarot. Tu fecha de nacimiento corresponde al "sexto mago", tu mes de nacimiento corresponde tanto al primero como al "cuarto mago", y tú año de nacimiento en la numeración cíclica arquetípica de mis CCPAHCC, resulta en el nivel existencial de la Emperatriz (3), que la tercera vertical se une con la Rueda (10), el "cuarto mago" y al final con la Estrella (17). El primer ser natal de los cinco que te componen de acuerdo con mis CCPAHCC, está plagado de magos y de capacidad de intermediación, de canalización, de resumir la actividad de arriba con la actividad de abajo, la de permitir que a través tuyo se hace un instrumento de información para vos y para todos. Sigue usando ese poder que has dispuesto desde tu primera personalidad, la que conecta inicialmente a tu mundo personal con el mundo humano; para acercarte a ti contigo mismo, con tu universo, con tu entorno y a nosotros con todos los anteriores. Almabrazote
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