Más de uno nos han
preguntado si somos anti sistema,
pues los contenidos de nuestras divulgaciones expresan un enorme contraste con
los valores que rigen la sociedad actual.
No, no somos unos anti sistema.
Pero efectivamente
no estamos de acuerdo con muchos valores que rigen nuestra sociedad.
Podríamos definirnos
con mayor acierto que nos consideramos rebeldes ideológicos.
Tengo amigos que
manifiestan ser anti sistema, pero
curiosamente son personas adultas que viven de sus padres o familiares. Utilizan
la seguridad social en cuanto tienen alguna dolencia y reclaman, y se acogen a
los beneficios sociales del paro o de la ayuda familiar. Estas personas no son anti sistema, sino unos oportunistas
codiciosos.
Creemos que el
sistema actual que rige las naciones está profundamente equivocado y esto no es
una cuestión a debate o que requiera de ningún análisis crítico, basta con
comprobar las evidencias que se dan en estos momentos en el mundo, donde mueren
cerca de 24 mil personas de hambre al día, (según datos de Naciones Unidas). Existen
20 países en guerra (según Unicef). Concurren más de 200 conflictos internos
armados, en todos los continentes y coexisten más de 50 millones de refugiados.
Vivimos
en un mundo esclavizado donde las naciones sobreviven a duras penas por el crédito.
Tanto los seres humanos, como las naciones somos esclavos de las deudas que en
numerosos casos llega hasta el 400% del producto interior bruto. Nuestras
patrias por tanto no son de los ciudadanos sino de las entidades de crédito.
Somos
esclavos de un sistema ciego y sordo a la vida y la dignidad humana. Seguimos
construyendo centrales nucleares y enriqueciendo el uranio con fines belicosos.
Fueron
numerosos los muertos en Chernóbil y Fukushima y a pesar de ello seguimos
apoyando con nuestra pasividad un sistema genocida. Todos formamos parte de una
raza aborregada y drogada con una pseudocultura consumista, donde los valores éticos
están basados en la competitividad en la banalidad de la moda y los deportes
multimillonarios. A nuestro entender este sistema no es el más adecuado, desde el
punto de vista solidario y de progreso armónico.
Los gestores de
nuestras naciones son personas ineficaces, apáticas que se dirigen por
intereses especulativos que llevan al hombre a la esclavitud. Por ello cuando nacen
nuestros hijos lo hacen, no tanto con el famoso pecado original, sino con una
deuda impagable que ha generado la pésima administración de nuestros dirigentes.
Dentro de esta
paradoja iniciamos guerras para salvaguardar la patria del enemigo, nos dotamos
de artefactos de muerte y destrucción, cuando nuestro verdadero enemigo son
nuestros políticos, nuestros bancos y las multinacionales globalizadas en un
sistema absurdo.
En nombre de la defensa
hemos colocado en el espacio centenares de satélites cargados de cabezas nucleares
que orbitan sobre nuestras casas y nuestros campos, sin que el ciudadano de a pie
sea consciente de esta amenaza por el ocultismo enfermizo de nuestros
gobernantes.
El abuso de poder,
y las diferencias abismales existentes entre ricos y pobres empobrecen al ser
humano. No podemos asimilar que cien familias vivan en la abundancia y tengan más
dinero que tres mil millones de seres humanos que viven en la pobreza.
Nos quedamos
impasibles ante la explotación, el consumismo y consentimos el abuso y el
trabajo infantil.
Vivimos en un
sistema injusto donde los monopolios y las grandes multinacionales venden los recursos de la tierra, como el Agua y el Sol.
Empobrecemos nuestro hábitat, y a la población.
Vivimos en un
sistema, que en nombre de la libertad de expresión producimos espectáculos y
audiovisuales, violentos, vánales y necios. Inducimos a nuestros hijos valores
competitivos, insolidarios y consumistas.
Ejercemos la
censura según nuestros propios intereses ya que una persona libre e informada,
no interesa al sistema, ni al poder.
A lo largo del
tiempo el sistema ha conseguido alojarnos en paraísos artificiales de hábitos
de consumo, hacinándonos y enjaulándonos en alojamientos de hormigón considerándonos
poco menos que un número, rompiendo así nuestra dignidad y alejándonos de la
naturaleza.
Las
multinacionales alimentarias y farmacéuticas, mercado que supera con creces las
ganancias de la venta de armas, nos intoxican y envenenan, generando enfermedades
y procesos degenerativos, mientras miran sus interés económicos inmediatos.
Reconocemos los
progresos técnicos y químicos de esta industria, y la ayuda que prestan a
muchas personas. Pero criticamos que nos muestren la enfermedad como un proceso
normal en detrimento de la salud integral.
Criticamos la
influencia que estas ejercen en los gobiernos y políticos con fines especulativos
en el modelo sanitario, embaucando y chantajeando a los profesionales de la
medicina.
Criticamos a estas
empresas cuando sus investigaciones están condicionadas a la cuenta de
resultados en vez a la salud del ser humano.
Destruimos
ecosistemas que necesitamos para vivir, desnaturalizamos químicamente los
alimentos que comemos y todo ello controlado por 10 corporaciones que tienen el
poder absoluto.
Este sistema ha
creado los transgénicos, productos hormonales e hidrogenados, que son venenos
alimenticios y que actualmente abarrotan los supermercados de nuestros pueblos
y ciudades. En estos tiempos resulta imposible encontrar un alimento genuino,
sin conservantes, aromatizantes o estabilizantes.
Reconocemos el
valor que tienen aquellos agricultores que sabiendo esto, están procurando conseguir
otro tipo de productos más saludables, con las dificultades que ello conlleva.
Hemos perdido el
sentido de los verdaderos valores unidos a la naturaleza, al amor a la tierra,
al cuidado de las especies y el sentido de la solidaridad. Ahora todo es
competencia, lucha y frenesí para llegar a ser un necio social que acapara las
redes de audiencia.
Hemos silenciado a
los maestros, a los científicos y los seres conscientes y los hemos sustituido
por seres idiotas, vánales, que simplemente lucen músculo, estupidez y siembran
discordia, críticas y desvergüenza social.
Resulta muy difícil
y complicado volver a la tierra pues el sistema se ha ocupado muy bien de
mantenernos en residencias controladas.
Las grandes
multinacionales han comprado la tierra, las cosechas y el agua. Se han blindado
con leyes que penalizan el auto cultivo, la vida libre en el campo, la
producción energías limpias y la autosuficiencia. Todo halito de libertad está
mediatizado y controlado por el sistema, los monopolios.
Hemos condenado aquellos
que no tienen recursos a vivir en la calle, abandonados a su suerte, mal viviendo
y muriéndose lentamente de hambre y de frio y todo por no poder pagarse un
mendrugo de pan, el recibo del agua, la calefacción o la luz.
Desde el
principio de la historia del hombre se practicó la autoconstrucción con los
materiales y medios que daba la tierra. Ahora todo está prohibido. El sistema
necesita penalizar cualquier hálito de autosuficiencia. Pagamos por licencias
municipales, colegios profesionales, impuestos y arbitrios de por vida. Está
vetada la construcción en las zonas rurales, obligándonos a vivir
necesariamente en las ciudades. Se prohíbe la construir aljibes, pozos o la libertad
de cultivo. Todo está vetado, fiscalizado y controlado por una administración
ciega que no tiene alma ni sentimientos, sino cajas registradoras.
Nuestro sistema
es represivo y vigilante evitando que el hombre viva en plena libertad con la
naturaleza.
Es vergonzoso ver
como el sistema ha conseguido crear en nosotros un modelo de competitividad tan
fuerte que vivimos solos, desconfiamos y recelamos de todo y de todos,
aislándonos en nuestras cárceles de hormigón evitando a los vecinos, generando
un egocentrismo receloso y excluyente.
SER UN ANTI SISTEMA pasa por valores y acciones distintas.
UN ANTI SISTEMA, no es la persona que ocupa una propiedad privada, lo que actualmente
llamamos “okupa”.
ESTE SERÍA
UN DELINCUENTE.
La ocupación de una propiedad privada como la de
una vivienda podría merecer otro tratamiento legal, para su mejor
aprovechamiento sin ser motivo de especulación.
UN ANTI SISTEMA, no es aquel que deja de lavarse, voluntariamente, vistiendo
estrafalariamente con greñas y suciedad.
ESTE SERÍA UN
GUARRO.
UN ANTI SISTEMA, no es la persona que se mete en una cueva con una vela y una cabra.
ESTA PERSONA ES
MÁS BIEN UN NEURÓTICO.
UN ANTI SISTEMA, no es el que se enfrenta de forma violenta a la policía, gritando
ponerse en contra del sistema.
ESTE SERÍA UN
VIOLENTO.
Lo mismo opinamos cuando las fuerzas del orden y
supuestos garantes de la seguridad ciudadana actúan de forma violenta y despiadada.
Estos también serían unos violentos.
UN ANTI SISTEMA, no son aquellas personas que afirma estar contra el sistema y sin
embargo lo utilizan a su antojo, evitando pagar los impuestos y atender sus
obligaciones sociales.
ESTOS SON UNOS
HIPÓCRITAS Y UNOS CARA DURAS.
UN ANTI SISTEMA, no son los que de forma pacífica reivindican un mundo de paz, sin
violencia, pero maltratan a su pareja, a sus hijos o a sus mascotas.
ESTOS SON UNAS
MALAS PERSONAS.
UN ANTI SISTEMA, no son las personas que reivindican la independencia de su pueblo o región
para separarse de la nación.
ESTOS SON UNOS
INDEPENDENTISTAS.
Esto no resulta ni bueno ni malo, es otra opción,
que en ocasiones pasa por ser una vía para salvaguardar ciertas culturas y
otras ocasiones por ser una práctica insolidaria de egoísmo de poder.
UN ANTI SISTEMA, no son las personas que fuman
marihuana, abusan del alcohol, las drogas o se refugian en otras substancias
dopantes nocivas.
ESTAS
PERSONAS SON UNOS DROGADICTOS.
UN ANTI SISTEMA, es un ser consciente que sigue valores éticos y morales, basados en la
inteligencia, la ciencia y el humanismo no requiere enfrentarse de forma activa
o beligerante contra el sistema en el que estamos sumergidos. Basta con que sea
coherente con los verdaderos valores éticos y morales que corresponden como ser
humano.
UN ANTI SISTEMA, sería la persona que no se deja someter o dominar por la fuerza de las
circunstancias o por la autoridad de otros.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que busca la autosuficiencia alimentaria cultivando la
tierra, sembrando vida, protegiendo la naturaleza y respetando el medio
ambiente.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que practica la solidaridad con sus vecinos utilizando el
trueque, la ayuda equilibrada y la educación.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que no acude a pasatiempos deportivos o espectáculos que
aborregan, atontan o enajenan al ciudadano y nutren de ingentes sumas de dinero
a unos pocos.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que no consume televisión basura ni acude a espectáculos
delirantes, botellones y juergas insensatas.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que emplea su tiempo en el estudio, la lectura, el cultivo de
la inteligencia, las buenas relaciones y actividades con los demás.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que genera su propia energía eólica o fotovoltaica y si le
sobra, la comparte con su vecino.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que presta sus servicios de forma silenciosa y desinteresada,
sin pedir nada a cambio a los necesitados, hambrientos o a los desamparados
producidos por el sistema.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que no practica la violencia contra nada ni nadie.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que cuida su alimentación, evitando el sacrificio de animales
para su consumo.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que no se deja atrapar por educadores, sacerdotes, políticos
y demagogos.
UN ANTI SISTEMA, no ataca a las personas sino que utilizan la asamblea, y el debate en busca
de valores éticos y morales en beneficio del bien común.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que no cree en banderas, patrias y fronteras sino que busca
la fraternidad universal y la sinarquía planetaria.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que no vota al corrupto ni al necio.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que evita colaborar con los poderes facticos, gestionando sus
recursos económicos destinándolos a la ayuda social, al pobre, el oprimido o al
ignorante.
UN ANTI SISTEMA, es aquel que procura no nutrir de forma directa o indirecta la compra
de armas y apoyar los tratados internaciones que legalizan la muerte y el conflicto
entre modelos de cultura o de religiones.
Nuestra sintonía
esta con esas personas comprometidas con el cambio del sistema que promueven
una nueva conciencia planetaria.
Creemos en la
ciencia, la inteligencia y el humanismo. Creemos en la solidaridad absoluta y
en el respecto a la vida, la naturaleza y la búsqueda de la paz incondicional
entre todos los seres vivos.
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