Desde que tomamos conciencia de
haber venido a este mundo, a esta dimensión física vemos que vivimos en una
dualidad.
Casi todo es dualidad: arriba y
abajo, frio y calor, hombre y mujer, visible e invisible, positivo y negativo,
vida y muerte, etc...
El universo está enfocado y
proyectado para la realización y el bien de todas las cosas, por tanto que la
dualidad exista es porque nos lleva, o nos debería llevar, a un valor que es la
resultante de la síntesis de los dos opuestos.
Arriba - abajo = espacio, hombre - mujer = ser
humano, frio - calor = temperatura, etc.
Ese es el objetivo, obtener de la
síntesis el resultado de la unión armónica de los opuestos.
Entendido así quizás ello nos
acerca al principio que dicen algunos de que la vida en realidad es un juego.
Como nos movemos en la dualidad
pensar que la dualidad es la manifestación única posible es solo una parte de
la realidad.
Un modo de trascender la dualidad
es ir más allá de la emoción que me embriaga cuando uno de los polos de la
polaridad me apega.
Me explico.
En casa de niño había una
colección de libros titulado “PRO y CONTRO...”.
Cada uno de ellos estaba dedicado
a un personaje histórico; Mao Tse Tung, Franco, etc…, era una colección
italiana.
En esa colección de una manera
objetiva se argumentaban aspectos a favor y en contra de cada uno de los
personajes que eran el motivo central del libro.
Reconozco que eran interesantes,
que la propuesta era interesante.
Leer los contrastes, quizás mucho en contraposición
a la emoción que del personaje se tenía podía y por ello lo expongo como un
juego de ver los opuestos.
Lo entiendo como una forma, un entrenamiento de ver otras opciones.
Estamos en un tiempo que toda la
información -mejor dicho- mucha información está al alcance más fácilmente.
Esto cambia el pensamiento, desarrolla la conciencia y es bueno, muy bueno porqué
viendo el contraste de la información hace que cada uno busque y encuentre su
propia respuesta.
Si fuese un objeto sería
objetivo, pero como soy un sujeto soy subjetivo, es decir de alguna manera mi
interior sintonizará más con un algo que con otro algo.
Y es que cada uno ha de encontrar su
propia respuesta…
...sin olvidarnos que estamos en una realidad dual, que no es la realidad aunque la creamos real.
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