El hombre es el centro del Universo.
El hombre es el centro del
universo pero de su propio universo.
Y cada hombre y cada mujer son el
centro, cada uno de ellos, de su propio universo.
Y este concepto, así escuetamente
expresado lo expongo totalmente exento de pedantería o vanidad.
El hombre es un reflejo
holográfico del Universo y ello para que, teniendo en su interior la vastedad
del Universo que lo contiene, pueda reconocer y conocer afuera lo que latente él tiene dentro.
La imagen de la izquierda son células del
cerebro con sus diferentes
interconexiones y la de la derecha es una simulación del Universo actual que
caracteriza un gran grupo de galaxias (las amarillas brillantes) rodeadas de
miles de estrellas, galaxias y materia oscura.
Mirando con el microscopio nuestra
naturaleza física nos podemos apercibir de que la naturaleza que observamos en
nuestro interior es casi idéntica a la naturaleza que vemos
al exterior de nosotros con el telescopio; cambia solo la magnitud.
Estamos, podría decirse, en un
punto cero de un equilibrio relativo entre lo inmensamente grande y lo
inmensamente pequeño.
Nosotros también somos un Sol, y
al igual que en el Universo en el que los soles son el punto cero de giro del Sistema Solar que coordina e instruye nosotros somos el centro de nuestro universo.
Asi en mi universo los seres que me
rodean vendrían a ser, metafóricamente expresado, los planetas que giran a mí
alrededor de mí, unos más cercanos y unos más lejanos.
Y, como paradoja de comprensión
yo, que soy centro de mi universo, soy al mismo tiempo planeta en el universo
de alguien a quien mi corazón y mi presencia le son cercanos.
El todo es ante todo mente.
Nuestra realidad, toda la que
construimos y edificamos siempre es en primer término mente.
El coche que veo, el ordenador
que manipulo, la casa en la que habito, la calle que tránsito, el sistema de regadío
del jardín por el que paseo, la canción que escucho, todo, absolutamente todo
es mente en primer lugar.
Y dado que la mente está al
origen de toda la creación y dado que creamos el futuro con nuestros
pensamientos no es pues de extrañar que si en nuestro interior habitan más los
pensamientos destructivos el universo que nos rodea sea una expresión a escala
mayor de esa destrucción que se gesta en nuestro interior.
Los cataclismos naturales, los
desarreglos climáticos, todo lo que ante nosotros se manifiesta como procesos
destructivos son un reflejo de nuestro interior ya que lo inmensamente pequeño
y lo inmensamente grande son exactamente iguales.
Y como efecto de ese proceso está
la propia degeneración, no solo de nuestro físico sino tambien y sobretodo de nuestro mental que
está al origen de todo lo manifestado.
Es por tanto válida la expresión de que:
"Nos estamos volviendo locos¡".
Es por tanto válida la expresión de que:
"Nos estamos volviendo locos¡".
El regreso a la naturaleza y la
conexión con nuestro interior profundo desde el cuál brota como manantial la
realidad que construimos coloreada por la intención verdadera del pensamiento
primario es, tal vez, la única solución para cambiar nuestra presente-futura
realidad.
Pero como digo casi siempre, esto es
solo un mymind mía más.
En un sucinto recorrido por el Tarot, somos creados a imagen y semejanza del Universo (Loco 0) y nos encarnamos en el primer principio de Todo es Mente en el Mago (1); “Hágase”. En el Colgado (12) introspectamos la cosmología encarnada en el Papa (5) para advertir no ya la religiosidad, sino la espiritualidad personal, y el reconocimiento del yo interior que conecta en el Mundo (21) donde integramos la individualidad con el colectivo universal. Gracias por tu articulo Almamigo, muy apropiado para estos días de desconexión y caos en los grupos, con uno mismo, con Gea, y con un Universo casi inalcanzable. Almabrazote colombiano ...
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