domingo, 6 de octubre de 2013

Pienso luego lo existo



El otro día vi un enlace a un video musical en el que una niña, una artista precoz, con una voz angelical, cantaba una linda canción.
El título del video mencionaba dicho canto como una alabanza a Dios.

A veces hago lecturas de Tarot y un resultado recurrente es la insatisfacción que de sí mismos tienen los/las consultantes y de la cuál derivan los bloqueos actuales y futuros.

Cada uno de nosotros tiene innumerables pensamientos.
Cada uno de nosotros de entre esos innumerables pensamientos tiene pensamientos que los dirigimos hacia nosotros mismos. 
En algunos casos esos pensamientos son de empoderamiento.
En algunos casos esos pensamientos son lo contrario, son pensamientos de desempoderamiento.

Muchas veces las imágenes nos permiten ver que un atleta, un artista se concentra y sabemos que seguramente algo se está diciendo pero no sabemos qué se está diciendo. Es de ese momento del que hablo

Estoy seguro que el primer pensamiento que nutrieron nuestros padres al saber de nuestra llegada marca de manera consistente la naturaleza de los pensamientos de empoderamiento o de desempoderamiento que nos decimos a nosotros mismos.


¡Cariño, pero no me dijiste que podíamos¡”, 
“¡No, ahora no¡”, 
“¡Y ahora qué¡…”, 

o todo lo contrario:
¡Bien, que hermoso¡”, 
¡Qué contento estoy¡”, 
¡Lindo, es una bendición¡”. 

El matiz de esos pensamientos nos hará sentirnos bienvenidos o hará que sintamos que llegamos en un mal momento y por consiguiente nutriran parte del resto de las emociones que de ello se deriva.


Si reflexiono sobre esto es porque cuando vi el video que mencionaba al principio de este escrito caí en la cuenta de los efectos que los seres humanos nos provocamos mutuamente y en la importancia de este hecho.

En este tiempo, voluntaria o involuntariamente, se nos inculca a tener miedo de todo y por todo. 
Por el presente y por el futuro, por la vida misma, por la salud, por la alimentación, por el vecino, por todo menos de por tener miedo de tener miedo y eso es lo opuesto a lo que nos debería ayudar a salir de este impass en el que nos encontramos. 

Confiar plenamente en nuestras capacidades porque, aunque puedan ser incompletas, reflejan la naturaleza real de nuestro ser interior.

El mejor ejemplo de que el universo es fractal es el hecho de que nos reproducimos como seres humanos y reproducimos a escala reducida la inmensidad y la grandeza del Universo. 
Somos por tanto ilimitados

Todo pensamiento tiene un eco así como todo en la vida es un reflejo del pensamiento y es por eso que es tan importante lo que los unos a los otros nos inducimos por el solo hecho de estar los unos a los lados de los otros.

De la misma manera que una partícula tiene dos movimientos al mismo tiempo: el ondulatorio y el corpuscular, ello me hace pensar que es un reflejo de que lo que pensamos es tan válido para nosotros mismos, como para los demás…

...y es que todo en el Universo se expande y tiene su eco.

Y nosotros estamos en el universo.