sábado, 22 de septiembre de 2012

Escuela de pensamiento 4


En el origen de su origen el ser humano poseía el don de la telepatía.
No le hacía falta, por consiguiente, expresar mediante la voz sus pensamientos.

Tener esa capacidad, la de la telepatía y por tanto innata en nosotros, precisa de una benevolencia de pensamientos excelsa.

En el simbolismo del libro de las metáforas por excelencia, La Torre de Babel expresa metafóricamente que el hombre, para entenderse necesitó y necesita de las palabras para expresar sus pensamientos, perdiendo la capacidad de ser telepata, el hombre necesita pues de la palabra para entenderse.

Cuando hay armonía de almas, y cuando esa armonía de almas se basa en la armonía que cada ser tiene consigo mismo, el entendimiento no precisa de las palabras.
Una mirada, un gesto, una pequeña frase, es entendida en su totalidad.

Y a veces, para recordarnos que esa realidad es nuestra, vivimos esa experiencia de entender y de ser entendidos sin palabras o con muy pocas y es de ese modo por consiguiente que sentimos el gusto de plenitud que ello proporciona.




Un determinado pensamiento produce emociones y las emociones pueden inducir pensamientos.

Me he preguntado muchas veces si el pensamiento produce emociones o bien si las emociones producen pensamientos.
Creo que pasan las dos cosas. 

CADA VEZ QUE ME DICES LO QUE AL RESPECTO DE LO QUE TE DIGO COMENTO JPGM LE ESTAS QUITANDO VALOR A TODO LO QUE YO TE EXPONGO SOBRE EL TEMA, ES COMO SI ME DIJERAS QUE NO TE IMPORTA NADA LO QUE YO DIGO Y QUE NO TIENE NINGÚN VALOR, NI QUE TAMPOCO LO TIENE PARA TI”…

Es lo que me dijo una persona después de haber estado durante unos días de un tiempo cercano hablando en distintos momentos de lo humano y de lo divino, de lo divino y de lo humano.

Con su expresión mi interlocutor expresó con palabras lo que sentía.
De ese modo y a su forma mi interlocutor puso a su pensamiento, y a la emoción que sus pensamientos le producían las palabras que definían lo que él creía.

En esa frase que me oí decir se mostraba evidentemente también un aspecto de enfado.
Era la manifestación del pensamiento que definía la emoción que mi actitud le había inducido.

Mi intención en absoluto fue esa, aunque puedo entender que mi pasión al explicarme en la interrelación hablada pudiese producir esa sensación.
Mi intención real era dar otro aspecto como punto de referencia para dar una alternativa, desde mi punto de vista válida para tener otro enfoque sobre el tema que tratábamos en el dialogo.



Desde un punto de vista, que al menos yo considero más correcto, hubiera sido mejor decir algo del estilo: 
El hecho de que cada vez que hablo de…. Me hagas referencia a lo que expresa JPGM me hace sentir que no tienes….”.

De haberse expresado en esos términos hubiese manifestado más claramente que la persona puede haber sentido no necesariamente es lo que yo quería hacerle sentir.

En la interrelación humana he aprendido que debemos asumir la responsabilidad de cómo manejamos la información que recibimos.
En vez de decir: “Tú eres…”, es mejor expresar: “La experiencia que en mi interrelación he vivido contigo me hace pensar que…”

El valor que la palabra tiene en el ser humano es que es capaz de cambiar nuestros pensamientos, y dado que los pensamientos crean futuro un modo correcto de expresar puede ayudar a crear por consiguiente un mejor futuro.



A veces se añade a este campo de la comunicación la dificultad de no saber expresar correctamente lo que se siente y lo que se quiere decir pero eso es otra cuestión.

No es fácil unificar el pensamiento y ello debido, entre otras cosas, a la propia historia de cada uno.

¿Qué ves en esa figura…?" 
Le pregunté a un joven acompañante en un pequeño viaje en coche mientras veíamos en la parte trasera de un camión que nos precedía un grafitti que había sido pintado y que trato de reproducir lo más fielmente posible en esta imagen.



¡Un extraterrestre llorando¡,
me dijo.

Me respondió
¿Y tú?”,

Pues yo veo un hombre que se va a dar un golpe con la cabeza y que tiene la espalda inclinada”.

Sin duda lo bueno sería preguntarle al autor del dibujo cuál era su intención.

Y a veces estos juegos inofensivos de interpretación son la llave que nos da acceso a la cerradura de la puerta que nos abre el interior de una persona y de cómo ve el universo, pues lo que pensamos es, de alguna manera, un reflejo del universo interno de cada uno de nosotros.


jueves, 13 de septiembre de 2012

Escuela de pensamiento 3



“…SEI NERVOSO…”  (…estás nervioso…) no sé si como pregunta o como exclamación, pero fue lo que me dijo Mary, una mujer que desde hace más de 42 años da diariamente sesiones de pranoterapía a las personas que se lo piden. “NO…” le contesté,  “…BUENO SI UN POCO”, aseveré poco después.

Entre mi primera parte de la respuesta y entre la segunda varios pensamientos cruzaron por mi mente.
Varios pensamientos se cruzaron por mi mente también en el tiempo que transcurrió desde que Mary     - Mary es un ángel en la tierra-   me preguntó hasta que inicié mi respuesta asi como en el tiempo que transcurrió antes de que Mary me hiciese sentar a su lado para iniciar su sesión pranoterapeutica conmigo.

De todos ellos y de la resulta de todo ello es de lo que quiero escribir y comentar.

Antes de ir al encuentro de Mary, de resultas de acompañar a un ser que precisaba verdaderamente de su intervención sanadora, una persona aprendiz bajo la guía de Mary en ese tipo de terapia me había dicho que yo absorbía mucha energía.
Ese comentario me dejo inquieto pues no acertaba a pensar si eso era bueno o no lo era y si era correcto que fuese así o no lo era.

Estar ante Mary sabiendo que me iba a tratar me hizo pensar en la posibilidad de que pudiese decirme algo malo en confirmación de lo que me había oído decir sobre mi capacidad de absorber energía.
Ello me dejaba inquieto.
Al oír decirme la expresión: “estás nervioso”, entendida en ese momento como una pregunta, mi respuesta fue rápida y concisa: “NO”.

No porque no lo estaba y porque me imaginé, según mi esquema, que esa pregunta se hace para hacer referencia a ese estado de intranquilidad que se siente cuando no se sabe qué va a pasar, qué va a suceder o que es lo que está ocurriendo, y más cuando se trata de una sesión de pranoterapía, que aunque no era mi caso, puede resultar algo totalmente desconocido.

Cuando trascurrió un espacio breve de tiempo tras mi respuesta fue cuando detallé y añadí: “…BUENO, SI UN POCO…”.
Y así quise especificarlo porque manifestaba que la expresión nervioso, sin definir desde mi mapa mental exactamente lo que para mí representaba tener el estado emocional que sentía en ese momento, podría tal vez, desde el punto de sentir de Mary explicar en sus palabras el estado de ansiedad leve que yo sentía.

No, yo no me sentía nervioso por estar ante Mary, sentía un poco de ansiedad de pensar que lo que me podía anunciar que no era un buen signo absorber tanta energía de alguien que quiere darte.


Qué curioso es el pensamiento, que curioso son los pensamientos.

Yo distingo dos tipos de pensamiento y para explicarlo hago una analogía con una planta.
La planta básicamente se divide en dos partes. La que se ve y la que no se ve. Tallo, ramas de un lado y raíz/ces por otro.

Nosotros al igual tenemos dos tipos de pensamientos los que se ven y los que no se ven. Y así como en la planta la raíz nutre al tallo y a las ramas; los pensamientos que no se ven nutren a los que se ven.
Y cuando digo “se ven” quiero decir que son aquellos que resuenan en la frente. Pensamientos que, como todos, escucho y defino con palabras.
Los defino pensamientos porque la calidad y la cualidad de los que se ven se nutren de la cualidad y de la calidad de los que no se ven.

Un ejemplo de lo que quiero decir; si el modo de manifestarse en la vida ante la vida escogido por una persona es el de estar a la defensiva en todo, contra todo y ante todos, ese pensamiento central de: “me tengo que defender”, es el pensamiento matriz con los que se nutren todos los pensamientos visibles de ese alma, ya que en cualquier situación y ante cualquier persona lo que se oirá así mismo decirse seran pensamientos del tipo: “lo que me ha hecho este como siempre una vez más me ha molestado…”, o “porque no se va ya y me deja…”,  o todas las miles de combinaciones posibles imaginables, inimaginables, conocidas, etc. que el pensamiento invisible puede nutrir.

Puedo pensar que puedo inducir a error cuando los denomino a ambos como pensamientos y los defino así porque ambos se pueden definir con palabras.

El caso que me ocurrió con Mary me pone de manifiesto a constatar otra realidad en el ámbito de esto que comento.
Cada uno tiene pensamientos distintos para definir una misma situación, me explico. La propia estructura de Mary le hacía definir con un determinado vocablo un especifico estado que yo, por mi propia estructura lo definiría con otra palabra.

La raíz de ambos pensamientos en ambas personas, en Mary como en mi es la de nutrir el afecto y la benevolencia por todos. De Mary me consta porque lleva entregados sin pausa ya 42 años de su existencia en este tiempo a dar energía a los demás con abnegación absoluta y solo una raíz de pensamientos del tipo “LA VIDA ES PARA AYUDAR Y SERVIR” puede nutrir una existencia así.

De mi parte no voy a caer en la petulancia de asegurar que soy tan elevado porque sencillamente no lo soy. Mi pensamiento raíz es la de nutrir respeto y admiración por personas que son capaces de hacer lo que hace Mary porque me gustaría hacerlo y no me siento capaz de ser así.

Una de las esencias que he querido plasmar en este escrito es la de haber constatado una vez más lo que he constatado muchas veces y que creo que todos constatamos muchas veces.
A veces lo que expresamos con las palabras son la forma de nuestros pensamientos y muchas veces tenemos la sensación de que no hay entendimiento.
A veces la sensación de que no ha habido un acuerdo común y de que la incomprensión o el no ser comprendido es lo que queda.

De alguna manera pienso que la benevolencia de pensamiento del uno para con el otro, en este caso de Mary para conmigo y de mi para con ella, hizo que nos “entendiéramos”.

En el caso que he explicado todo ha girado en torno a una palabra que definía un estado. Pero se puede extrapolarizar a aspectos más extensos y siempre en el ámbito de una interrelación humana. Un ejemplo.

Otra persona y fuera del contexto en el que situaba lo escrito anteriormente con Mary. Una persona cercana a mí me exponía esta expresión:
CADA VEZ QUE ME DICES LO QUE AL RESPECTO ENSEÑA JPGM LE ESTAS QUITANDO VALOR A TODO LO QUE YO TE EXPONGO SOBRE EL TEMA, ES COMO SI ME DIJERAS QUE NO TE IMPORTA NADA LO QUE YO DIGO Y QUE NO TIENE NINGÚN VALOR, NI QUE TAMPOCO LO TIENE PARA TI

Sobre lo que reflexioné tras oír esto es otro comentario que quería manifestar en MYMIND y lo haré seguramente.

Hago mucha incidencia últimamente en mi vida acerca del pensamiento en sí mismo, porque, mayor dominio tengamos sobre él, si es que se puede tener dominio sobre él     -y que yo creo firmemente que sí-,     mejor viviremos dado que estoy firmemente convencido de que el pensamiento crea el futuro y la calidad de esos pensamientos dan la calidad a ese mismo futuro.

Una pequeña nota: ahora en la distancia del tiempo tiendo a tener más claro que Mary hacia una exclamación y no una pregunta en la primera frase que me dijo y que es lo primero que he escrito en este escrito. Sin embargo en mi estado de emoción acelerada no llegué a distinguirlo diáfanamente en ese momento. Mis pensamientos debidos a un estado de ansiedad no me permitieron entender si era pregunta o afirmación y ello condicionó mi actitud y mi respuesta.

Gracias Mary por querer ser lo que eres y porque eso hace bien al mundo.