domingo, 11 de diciembre de 2011

Donde dije digo decía Diego

Lo que pasó con la famosa Torre de Babel es que el ser perdió la facultad de la telepatía y desde entonces debe usar el lenguaje para entenderse y eso no es tan fácil cuando no estamos en sintonía con nosotros mismos o no estamos en sintonía con la persona con la que nos comunicamos.

Una vez a mi padre le oí , y creo que esto ya lo escribí en este blog: 
"Curioso el ser humano, cuando quieren manifestar conmiseración a una persona dicen de ella que es un pobre diablo y si le quieren insultar dicen de él que es un perro"

Me explicó con ello que en realidad no nos expresamos bien y este era un ejemplo de que lo hacemos al revés pues diablo es algo oscuro y tétrico y perro es símbolo de fidelidad y por consiguiente de valores positivos y se usaban eso calificativos para expresar lo contrario de lo que esos calificativos expresan.



Hace poco, en un encuentro causal, una mujer me explicaba que hablando con su hermano acerca de la frase que había escrito cuando, en un ritual, su hermano escribió lo que quería conseguir. Esta mujer de este encuentro causal me dijo lo importante que era expresarse bien y que su hermano no lo había hecho: 
"Ha escrito     -me dijo-    que quiere vender más, cuando en realidad lo que quiere es que le compren más. Vender él ya vende, lo que quiere es que le compren"....

Es una sutil sutileza pero da a pensar.

Escribo esto porque además de que yo muchas veces he tenido dificultades para saber expresar lo que siento, y esto me ha traído y aún a veces me pone en situaciones un tanto difíciles, porque últimamente he pensado en ello.


Un día estaba en el metro de Barcelona y una mujer a su hija le estaba explicando que en un gimnasio había vivido una experiencia especial y estaba tratando de definirla. 
Le decía que había estado tumbada como en una especie de estado de ingravidez y para definir esa sensación dijo: "Es como si estuvieses tumbada en un ataúd".
La cara de la persona que escuchaba denotaba lo tétrico de lo que se estaba imaginando cuando en cambio su interlocutora quería definir un estado de plenitud y de placidez, no supo expresar.

Somos un ser que nos expresamos mediante las palabras, palabras que salen hacía afuera, palabras que salen hacia adentro y salen hacia adentro porque nuestros pensamientos resuenan como palabras en nuestra frente.
Pensar lo que se va a decir puede parecer que se habla con falta de espontaneidad.
Hablar sin pensar puede ser el mensaje de lo de lo que se siente en lo más profundo.

Releo mi escrito y me pregunto que es de verdad lo que he querido decir...
...y es que saber expresar lo que de verdad se quiere decir, al menos para mi, es un arte que aún no domino.






1 comentario: