domingo, 22 de agosto de 2010

sábado, 21 de agosto de 2010

Acerca de los políticos bis

Y por eso decía, acerca de los políticos que lo ideal sería, a mi modo de ver, que fuese un consejo de sabios y eruditos los designados para hacer el trabajo de los políticos:


Paso a poner la carta de Oscar Molina que anda dando que hablar por TODO EL PAIS, solo decir GENIAL, nada mas...........
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Oscar Molina (Madrid, España) es piloto de Transporte de Línea Aérea y Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Ejerce su profesión en la compañía Iberia. Fue Director de la revista MACH 82, órgano de comunicación
oficial del Sindicato de Pilotos de Líneas Aéreas. Actualmente colabora en la revista
“Epoca”, es contertulio de Radio Intereconomía y escribe sobre temas aeronáuticos
profesionales en la página web Aviación Digital Global
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Paso fuera de mi casa y lejos de mi familia una media mensual de 360 horas (15 días
completos), contribuyo al fisco con un 40% de mi salario; entre impuestos directos, indirectos, tasas obligatorias y demás gravámenes, trabajo más de la mitad del año para el Estado.
Pago un colegio a mis hijos, mientras financio un sistema de educación pública; me dejo un
turrón en una póliza de sanidad privada, pero abono religiosamente mi correspondiente diezmo para que muchos puedan tener cuidados médicos.
De lo segundo no me quejo (a pesar de que nadie me lo reconozca) y de lo primero no me  quejaría si no fuese porque la educación pública consiste en meter a los niños en fábricas de
ignorantes donde sólo se hace hincapié en su adoctrinamiento en un conjunto de paridas sin sentido.
Muchos están peor que yo. Se levantan a las 6 de la mañana, vuelven a casa cuando sus hijos se van a la cama, conviven con la cotidiana amenaza de perder su trabajo y hacen encaje de
bolillos para que el fruto de su sacrificio vital les permita llegar a fin de mes.
Y otros, de número creciente, están aún peor. Han perdido su trabajo y conservan escasas esperanzas de conseguir otro.
Todos, de alguna manera, ponemos un montón de dinero para que vosotros, que sois muchos, os alimentéis de nuestra pasta.
Porque vosotros, incompetentes ejecutivos de la nada, mediocres gobernantes de nuestro Estado central, vivís de nuestro dinero.
2 Sois parte un elefantiásico entramado de Ministros, Secretarios de Estado, Directores Generales, y parásitos varios que contáis con un ejército de asesores, viajáis en coche oficial y
reserváis Clase Preferente en vuestros viajes privados, con mi dinero.
A cambio, resultáis totalmente incapaces de resolver nuestros problemas, no garantizáis nuestra seguridad ni dentro ni fuera de España, no nos protegéis del desempleo, ni prestáis
servicio alguno.
Sólo se os ocurren normas para coartar nuestra libertad, para vigilarnos, atemorizarnos y decidir qué es bueno para nosotros.
Tomáis posesión de nuestra vida pública, privada y de nuestro dinero para complicarnos la vida, y parís normativas orientadas a seguir siendo necesarios, a no permitirnos deshaceros de
vosotros.
Por si fuese poco, inventáis problemas inexistentes, enfrentáis a la sociedad reabriendo debates cerrados, legisláis para cuatro, y tenéis la jeta de pagar un sueldo a majaderas de manual sin el menor sentido el ridículo que nos hablan de “acontecimientos planetarios”.
Todo con mi dinero.
Vosotros, prebostes de alguno de los diecisiete gloriosos mini-estados autonómicos, también vivís de mi pasta. Unos subidos a cuentos imposibles como la fábula de Aitor, otros
mitificando a unos segadores de hace cuatrocientos años.
Los demás, a rueda de éstos, os habéis montado un chiringuito de consejerías, direcciones, subdirecciones, patronatos, embajadas y demás máquinas de gastar. Con mi dinero, claro está.
Usáis la pasta que yo gano trabajando para fomentar la insolidaridad y sembrar el odio a España; reclamáis la parte que vuestros inverosímiles derechos históricos os adjudican para
poder aumentar la pléyade de vuestros deudos, para comprar votos con empleos a dedo.
Vivís en la reivindicación permanente que haga andar a una bicicleta que se caería si parara.
Vosotros, garrapatas, no resistiríais el mínimo ejercicio de competencia para la obtención de un puesto de trabajo en el ámbito privado, vuestro único mérito es haber medrado en la
estructura de un partido político. Y ahora, vivís de mi dinero.
¿Y qué decir de vosotros? Sabandijas de los sindicatos de clase. Liberados del trabajo, la responsabilidad y el cumplimiento del deber.
¿Cuántos sois? Sólo en Madrid, 3.200; sólo en Madrid vuestro chollo nos sale a los contribuyentes por 77 millones de euros.
¿Para qué? Para que tengáis el uniforme, el mono o la bata sin estrenar. Para que viváis de
una novela en la que sois los únicos personajes, porque no representáis a nadie, sin acudir a
vuestro puesto de trabajo.
No tenéis afiliados, no defendéis nada, firmáis condiciones laborales de miedo para vuestros presuntos representados, cobráis un canon por los ERE´s, o lo que es lo mismo, sangráis al
currito en concepto de “asesoramiento” cuando le ponen en la calle; os dedicáis a hacer política, calláis cuando miles de currantes pierden su empleo por no molestar a otros
chupones de vuestra cuerda, y ejercéis la protesta asimétrica según quien gobierne.
3 No valéis para nada, no arregláis nada, no solucionáis nada, no defendéis a nadie, algunos habéis conseguido llevar tan lejos vuestros tejemanejes que acabáis de directivos en vuestras
empresas…y vivís de mi pasta.
Y no me olvido de vosotros. Engreídos “creadores”, apoteósicos mediocres del arte presunto, vividores del mérito subvencionado y subvencionable. Vosotros también vivís de mi pasta.
Os señaláis la ceja para apoyar sin disimulo a quien os ha puesto en casa, alimentáis vuestra vida regalada de mis impuestos, y además me insultáis.
Si no voto al partido que os gusta, podéis llamarme “hijo de puta”; si no comulgo con el Gobierno que os pone el pesebre pedís que se me encierre en un cinturón sanitario; si voto a quien no os mola, me llamáis asesino… todo eso después de que este hijo de puta, asesino y carne de sanidad progre os haya dado de comer con su dinero, a cambio de que produzcáis
bodrios infumables que tratan de ganar una guerra 70 años después o que sólo sirven para
que alguno pueda liberarse de sus complejos, algunos sexuales.
Habéis conseguido que todo hijo de vecino sea considerado delincuente preventivo y tenga que pagaros cada vez que se compra un teléfono móvil, una impresora, un ordenador… Habéis
forzado la máquina de quien tanto os debe como para permitiros reclamar el tributo a quien se bautiza, hace la comunión, se casa o baila en la plaza del pueblo; cualquier día nos sangraréis en nuestro entierro. Vosotros, bucaneros de la creación de medio pelo, no venderíais ni uno sólo de vuestros estofados en el mercado privado, no conseguiríais financiación ni para la décima parte de vuestras piltrafas.
La inmensa mayoría de los que vivís de mi contribución y de sirlarme, no seríais capaces de engañar a un inversor para que sufragase las medianías que nos colocáis. Vivís del cuento, y
encima os ponéis chulos mientras me metéis la mano en la cartera.
Firmáis manifiestos para los que no tenéis la menor legitimidad ni altura moral, y os auto designáis como el “mundo de la cultura”; entregáis rosas por la Paz a los asesinos, os vestís de palestinos entre playa y casino, y no tenéis una puñetera palabra para los que cayeron muertos de un tiro en la nuca, sin poder oler esas rosas que entregabais, mientras pagaban vuestros saraos y se retrataban cada vez que compraban un CD.
Todos vivís de mi pasta y sois muchos, cada vez más. Y nosotros cada vez menos

Avistamiento UFO

Estaba en la playa del Garraf. Era una mañana fría. Estaba sentado en un banco viendo el horizonte. Veía los aviones que en fila de a uno hacian camino para aterrizar en El Prat. A un determinado momento desde mi poción debajo del sol y aunos dos centimetros de una nube que se veía en el cielo frente a mi diviso una esfera luminosa.
Mi primer pensamiento. Vaya un avión que viene de Roma. Lo observo detenidamente y veo que está parado. Empizo a presentir que puede que no sea un avión y decido hacerle una foto con el mi móvil.
El tiempo de pensar: "Vaya, ¿estaré viendo un OVNI despues de tanto tiempo? el objeto desaparece como cuando se apagaba antes la televisión.
Me quedo con la certeza de "Haberlos visto" si hubiese sido un avión con las luces encendidas al girar habría visto su silueta.
Me pregunto: "¿Por qué los he visto?"
La respuesta que me viene es: Compartelo
Y eso hago

Sobre la ambición

Si eliminasemos de nuestro ADN la ambición crearíamos una realidad diferente.

Por qué cada año hay que .... más que el año anterior.
Si eso no fuese así un café con leche con un croissant no costaría este año 2,20€ en vez de los 2,00€ aue costaba el año anterior.
Y así todo
Y si fuese como reflexiono esa carrera hacia ningún lado se convertiría en un agradableo paseo por la vida.
Por que este año como no solo el café con leche y el croissant suben de precio, sino que sube "absolutamente todo" o CASI todo el que se gana el pan de su vida con poco dinero tiene problemas y estress y el resto que ya todos sabemos....
Por eso los políticos no solucionan ese problema y un consejo de sabios abordaría ese problema desde otra perspectiva...
Al menos esos creo

Acerca de los políticos

No creo en los políticos.
No creo que ellos solucionen los graves problemas que, en teoría los políticos deberían ser quienes los solucionasen.
De entrada creo que están subyugados al poder económico, lo que los convierte en títeres.
De paso creo que "su amor al servicio del pueblo" no es tal sino que para ellos la política es un empleo que realizan para "su" desarrollo personal.
De salida creo que las acciones que realizan los políticos, es decir diseñar programas estructurantes de vida coherente, armónica y evolutiva debería ser confiada a un consejo de sabios  -filosofos, humanistas, ingenieros en distintas ramas-  que instruyesen y coordinasen políticas basadas en el bien común y, a diferencia de nuestra realidad actual, en el beneficio inmediato material.
Eso creo

Acerca de Dios

En este tiempo muchs son los que dicen que Dios no existe   -y creo firmemente que ese Dios inculcado desde nuestra infancia efectivamente NO existe-
Dicen que Dios no está en ningún sitio...
...claro, porque está en nuestro interior, en cada uno está su propio Dios

Sobre algunos inmigrantes

Me pasó esta semana. Tuve la oportunidad de llevar a un chico que, sin hacer autostop espcificament,e iba caminando por la carretera hacia su población de destino. Instintivamente me paré y me ofrecí a llevarle. Me explicó que el trende BCN er un directo y paró un pueblo despues del suyo. Para evitar 1 hra 30 de espera decidió regresar a su pueblo andando.
Tenía una alura especial, bien vestido, joven, de color negro su piel, aseado y perfumado. Al despedirme me ofreció una gran sonrisa. Pensé que para mí había sido un encuentro muy lindo si bien fue, simple y sencillo, se llamaba Daniel.
Al día siguiente leí una entrevista a un hombre que con el top manta recorre el litoral intentando ganarse la vida. Su relato me impresionó, tambien era alguien de color, del Sengeal concretamente. Dijo que al llegar a Europa, con su VISA y cn su viaje legal, le impactó que hubiese gente que durmiese en la calle.
Mientras leía esa entrevista un hombre y una mujer, en un bar en Empuriabrava hablaban, ella le contaba sus vicisitudes, su dificultad para vivir con un mínimo de dignidad  -debía dormir en el balcón pues su dormitorio estaba negro por la humedad con un edor que le producía hasta dño. Tambien ambos eran de color.
Un signo ue para mi me "conecta" con el Espíritu me acompaño esa tarde en la terraza de áquel bar.
Me pregunto como consecuencia de ello. ¿Qué pued hacer para ayudar a esta gente que la seinto noble y buena?
¿Qué se puede hacer...?
Si alguien sabe una respuesta o tiene una indicación o un hilo de Ariana del que poder tirar desde ya gracias por compartir
Incluyo el articulo que lei:

Gente corriente
Mansour N.
Mantero.
Dejó en Dakar a esposa y cuatro hijos por perseguir un sueño de prosperidad. La realidad ha resultado ser decepcionante.
Mansour N.: «Lleno el vacío que siento caminando por la playa»
Jueves, 19 de agosto del 2010
El top manta es ilegal, sí. Un delito contra la propiedad intelectual. Pero detrás de la manta hay hombres sin papeles arrastrados por un sueño equivocado, metidos en una vía muerta, perseguidos, ignorados por la mayoría. Uno de ellos es Mansour N. (Dakar, Senegal, 1963), conocido entre sus colegas como Joe. Llegó a Barcelona en noviembre del 2008.

Versión en .PDF
Información publicada en la página 48 de la sección de Contraportada de la edición impresa del día 19 de agosto de 2010 VER ARCHIVO (.PDF)
–Me duele tanto la espalda que tengo que dormir boca abajo. Cargo con unos 25 kilos y, al correr, el fardo me golpea la columna. No hay un día tranquilo. Siempre aparece la policía. Y todo para ganar muy poco.
–¿Le importa decir cuánto?
–Puedo sacar 20 o 30 euros al día. Pero hay días en los que no gano nada. Y tengo que comer, y pagar el alquiler y las facturas. Nunca tengo nada. Para comprar los bolsos que vendo recojo chatarra durante una semana. Voy con el carrito, buscando en los contenedores. Antes los obreros te daban los cables de cobre, que se pagaba bien. Pero con la crisis, lo venden ellos mismos. Si la policía me requisa el género, estoy perdido.
–Cuénteme un día cualquiera.
–Voy en metro a los almacenes donde compro los bolsos, los cargo y trabajo unas tres o cuatro horas al día. Suelo ir por la Costa Brava, porque en Barcelona la policía es cada vez más agresiva.
–¿Le han pillado alguna vez?
–Dos o tres. Pero se han limitado a tomarme las huellas dactilares y me han soltado.
–Lo que hace no es legal.
–Cierto. Y créame que quiero otro empleo. Los europeos se llenan la boca hablando de derechos humanos, pero ¿qué derechos tiene el que no tiene papeles? Para tener papeles hay que tener trabajo y no hay trabajo sin papeles. Si no se legaliza a los inmigrantes, pierde todo el mundo. Somos gente que no pagamos impuestos, que no cotizamos a la Seguridad Social. Dinero desperdiciado.
–De usted también se aprovecha una red de falsarios.
–Yo no conozco a los que mueven el negocio del top manta. No sé de dónde viene el género. Me limito a comprar y a vender.
–¿Qué hacía en Senegal?
–Trabajé en el puerto de Dakar, encargándome de entregar los contenedores de los barcos a los clientes. También fui agente de seguridad en embajadas y bancos.
–¿Dejó familia?
–Dejé a una esposa y a cuatro hijos, de 20, 16, 12 y 10 años.
–¿Hubo una razón para irse?
–El sueño de todo africano es viajar a EEUU o Europa. En África los imaginas como lugares donde puedes ganar dinero fácilmente. Y yo vine para ganarme la vida.
–¿Una travesía penosa?
–No. Vine en avión y con la visa. La primera semana la pasé observando. Hice lo que hacen todos los sin papeles: enterarme de cómo trabajar, ir en metro, comprar la mercancía...
–¿Algo le impactó mucho?
–Me impactó mucho ver a gente durmiendo en la calle. ¡Jamás hubiera imaginado que en Europa la gente no tuviera dónde dormir!
–Usted tiene dónde dormir.
–Sí. Al principio compartí piso con siete africanos, pero no fue una buena experiencia. Ahora vivo con un amigo de mi padre, aunque deseo tener una habitación para mí solo.
–¿No ha pensado en volver?
–No puedo volver. Si volviera decepcionaría a mi familia. Tengo que llegar hasta el final. Pero cuando hablo con ellos le digo que todo va bien. Si les contara la verdad, les llenaría la cabeza de preocupaciones.
–¿Aquí tiene amigos, alguien que le escuche, un paño de lágrimas?
–He concluido que los catalanes son más simpáticos que el resto de españoles. Hay buena gente. Incluso tengo un padre catalán, que me vigila de cerca cuando estoy en la calle. «Eh, Mansour, ¿y hoy qué?». Me da consejos que escucho. Solo puntualmente he notado alguna actitud racista.
–Un ejemplo.
–Una vez estaba en el andén del metro y una madre cogió a su hijo y se apartó de mí. Sentí un tremendo dolor aquí, en el pecho. La gente que estaba cerca le dijo a la señora que eso no estaba bien.
–Si su situación mejorase, ¿traerá a su familia?
–No. Europa me ha decepcionado profundamente. ¡Es tan diferente a como la había soñado! En situaciones así, lo que más echas de menos son los sentimientos. El amor... Siento dentro un gran vacío, que intento llenar caminando por la playa. Me recuerda a Dakar la playa.